s de
rdo Á
relación, digo, nunca nos hemos visto, aunque faltan, ¿Semanas? Para que podamos reunirnos por primera vez en la u
nsamientos, no sé si es porque hablamos casi todo el día, desde que amanece hasta altas horas de la noche y no sé si en
uiere ahora, seguramente mi hermano se negó a ayudarlo, y ojalá yo pud
su rostro, no sabía que significaba aquel gesto, pero le respondí de igual manera. - ¿Me nece
Enarcó una ceja, pero dudaba en decirle de Camila, creo que era un poco apresurado mencionarla, después de todo no nos conoc
dad. – respondí dudoso de mi respuesta, él me miró dudando un
atos! Cómo si yo fuera el culpable de que no diera todo de él. – mencionó. Sabía que todo lo que decía mi hermano era verda
nté. No sabía que más
hora, solo tú serás el encargado de trabajar en mis empresas una ves yo muera. – mencionó cómo si quedara p
sé, no va con mi estilo de vida, pero eso me ofrecería más carácter y a la larga terminaría acost
n para comprometerme a eso, haré el int
cios, espero que se lleven bien. – dijo golpeándome levemente con e
a esto, además, si pensaba en relacionarme con alguien era con Camila, aunque se tratara de un simple acuerdo entre am
sus alcances y seguro que muy pronto Ana estaría aquí
Camila, seguro ella tendría algunas palabras de aliento para mí, cómo sie
en ello, hicimos una videollamada en la que nos mantuvimos hablando mucho tiempo, escuchaba murmullos de algunas personas y luego sus
alla, hasta soñé con aquel momento, tocando aquella piel que me par
reguntó nuevamente, lamentablemente tenía que hacerlo, me quedaron algunos exá
que tal me está yendo". – respondí, sabía que tal vez se sentiría triste por ello, pero es lo que hay. Me pregunto, ¿Qué hizo ella para te
o una carita sonriente. "Me avisas si
avisaré cualquier cosa". – mencioné. – "
sa?". –
un par de corazones. Nunca había hecho este tipo de cosas y ahora sí lo estaba
alidad me dijera aquello, era cómo si estuviera dudando de si misma y eso
n un inicio. Ni siquiera podía controlar lo que ella provocaba en mí, estando solo no habría pr
e, supongo que aprovecharía la ocasión para hablar de lo bien que le ha ido en la universidad, hace
, ya estaba en conversaciones con mi padre, solo espero que no se
s manos. - ¿Ya nos vamos? – preguntó, asentí y luego salimos juntos de la casa, revisé mi te
egunté dejando mi teléfono en el bolsill
to. – respondió mi amigo sonriendo. – No será que las cosas están saliendo mejor de lo que pen