ila
mana d
la primera vez que me habló de este lugar, supongo que no era muy expresivo en ese se
pa, Martha, la madre de Leonardo, estaba muy preocupada por nosotros. ¿La razón? Leonardo se peleó con su pa
ante
hemos estado viendo una trilogía de películas de terror, así que habíamos perdido tiempo en aq
do, suponía hace ya algunos días que no le entraba
. El chico que estaba a mi lado tomó mi mano y me ll
ente lo que estábamos haciendo, lo tiene todo controlado aquí en l
. – mencionó Luciano,
empre escuché comentarios de él cómo la oveja negra de la familia, pero él solo
usión familiar, después de todo, todas las familias las tienen. – Tú no deberías estar aquí. – gritó nuevament
é tartamudeando. Leonardo s
vez en mi vida soy feliz y no estoy bajo tu absoluto
tunista. – mencionó su padre, sentí que mis ojos rápidamente comenzaron a l
entos y las llaves de su carro, yo hice lo mismo con mi bolso y salimos de su casa, no quería
no tendrías tantos problemas por mi culpa. – m
ionó aparcando el auto donde pudo y volviéndose a mí para acariciar mi mejilla. –
sentía cómo su pulgar rozaba mi labio inferior y acercaba su rostro
escaparon cuando nuestro beso acabó. – Vamos, conseguiré un lindo l
o que no, pero de todas formas quería volver
y luego seguimos la ruta que le marcaba el GPS, estuvo alrededor de una hora conduciendo quien sabe pa
entregó unas llaves y luego sonrió cuando me vio, no pude evitar pensar que había traído a otras mujeres
sensación extraña, pero no quería decirle nada a
yendo que no me encontraba a gu
flojeado demás. – mencioné sonriendo,
sonriendo. – Quédate tranquila, sé que mi pasado te persigue y te hace dudar de algunas acciones o decisiones que tomo, pero es
nas y yo solo he tenido una relación formal contigo. – respondí. – Muchas
tro. Acarició mis mejillas con sus pulgares, la distancia entre ambos era evidente cuando estábamos así, frente a frente, mi respiración se agitó
ner algún impedimento para no tener relaciones sexuales con él, pero no podía negar que sus caricias últ
se le forma. Sin que me lo esperara juntó sus labios con los míos, su lengua parecía querer ganar una batalla con
o act
parecía que no había dormido en toda la noche, ella no se merece que
estaba comportándose muy imprudente contigo y no lo mereces. – agregó sonriend
ue le ha dado la vida. – ¿Mi padre se encuentra en ca
r, solo espero que lo diga en verdad, sabes cómo es.
comportándose de esa manera tan despectiva en contra de Camila me
co quiero que me vean cómo la persona que quiere a
eré, además, sé que eres una buena mujer, les deseo lo mejor en
erró con llave y guardó su billetera y el resto de las cosas en la gaveta de su lado de l
que me hizo estremecer. Asentí y él colocó la primera que encontró,
r, era una de las formas que tenía para poder calmar mi ansiedad. – Nunca pensé en ama
rios minutos viendo aquella película, y es qué como