sus bases abombadas en semiesferas, medía alrededor de tres metros de largo y ochenta centímetros de diámetro, era de acero inoxidable y no tenía detalle alguno, salvo dos pequeñísimas r

a. En su interior se encontraba un robot humanoide hecho completamente de acero. Tenía la figura básica de un ser humano, pero en lo absoluto se parecía a uno: en su ca

atura de dos metros y la contextura y contornos de un hombre muy fuerte, pero sin detalle alguno en su diseño, conformado por láminas de acero completamente lisas. Manuel caminó hacia la puerta. Notó, para su sorpresa, que su sistema de apertura era sumamente simpl

. Había un cartel de color azul encabezado con el nombre que tanto les había intrigado hacía un momento, «Intercrión», y debajo del mismo, cinco b

DE

NSTRUCCIONES ANTES DE CONTINUAR AVAN

stas varias vestimentas para el tránsito en lugares esterilizados, como batas blancas, cubrezapatos, gorros y tapabocas. Obviamente, entraría en un lugar en el que, por alguna razón, se requería que los visitantes se mantuvieran impolutos. D

rra de división (/), punto centrado (•), igual a (=), infinito (∞), menor que (<) y mayor que (>). Todos los diales estaban colocados inicialmente en punto centrado. Por supuesto, había una codificación exacta que debían deducir estos astronautas. Afortunadamente, a un lado de la puerta había un cartel con unos signos que, seguramente, eran la clave que permitiría a los exploradores descubrir el enigma. Se trataba de dos circunferencias a sendos lados de las letras griegas αδ. La primera circu

onar, como era de esperar, se enc

y listo. -Estilio, en cambio, deseaba que

¿Acaso no te crees capaz de resolver un acertijo deja

y nueve. -Manuel era muy meticul

aban los misteriosos símbolos, e incluso inten

ó súbitamente Estilio,

? -Monar no comprendía la

efieren a la ascensión recta y la d

ba sus ojos de expresión escéptica al muchacho- ¿Te refieres a ese antiguo

as eran utilizadas justamente las letras α para la ascensión recta y δ para la declinación, am

o de primera mano aquello que Manuel enviaba. Se mostró emocionado-. Creo que el chiquillo ha