olvieron a abrirse, tardaron unos segund
fétido aroma a drenaje, mezclado
phne notó que estaba atada a una silla, en medio de una habitació
mor-dijo una voz
l hombre, aún estaba algo aturdida para hablar o incluso luch
mbre rozaba la punta de su nariz contra el oí
r nada mientras el hombre seguía olisqueando su cuerpo; ni
ostro permanecía envuelto en sombras, al nota
a vueltas sin lograr comprender po
en se incorporó de forma brusca, y colocándose frente a ella,
gulo extraño sobre su hombro izquierdo, sintió el gusto c
ó el hombre de
ue aún ejercía sobre su cuerpo, Daphne elevó sus
tiraba de sus labios resecos y la promesa de violencia salpicando sus
es?-ronroneó él, mientras deslizaba una mano por la mejilla enr
o del nombre, algún ex cliente, pero no había nada. El hombre f
nte tiempo, sin embargo me resulta imposible conocer por completo tu vida-volvió a
u columna vertebral, elevó el mentón y le d
o, si tú me cuentas tu vida, yo aflojaré las sogas ¿Quieres?
n nivel que no lograba comprender en su totalidad. Si le decía todo, si le cont
vida, era ganar tiempo; el suficiente para encontr
an, L
mente, sin embargo la trist
la llegada de su hermano y la pres
o en los brazos de sus amantes mientra
a, quienes tomarían su ausencia co
nos er
bligaría a ser fuerte y evita
undamente una vez antes de juntar toda la fuerza de volunt
parecían invocar la noche más profunda, observó con deleite como l
o y firme del hombre se retorció por la
dría haber previsto ni una doc
k Sowler se dibujó una sonrisa
difícil-comenzó a decir él con
ró y deslizando una mano en el bolsillo de
comenzaba a respirar de forma acelerada, observando
ego, tu voluntad de hierro. No te doblegas ante nada» se
obre su piel, extrayendo sangre y tej
comenzó a raspar a su salida, el hombre se detuvo, po
en otoño, mientras la hermosa mujer no podía dejar d
endió, estaba lejo
a la mente con ella, con la segurid
as» se recordó a sí misma cuan
l se había apartado para encontrar alg