rás. -Dijo una voz femenina. Rémi. Mav se abrió paso entre la multitud y vio sus manos apretadas sobre el volante, con un adolescente con los ojos muy abiertos a su lado. En la pantalla, el coche de

a adolescente que rondaba, con su mirada fija en Mav. Mav tomó el brazo de Remi y la condujo a una parte más tranquila de la habitación. -¿Qué t

regresiva ha comenzado. Tres. Dos. Uno. - ¡Ir! -Dijo Remi. Mav agitó el arma. Era competitivo por naturaleza. Él miró hacia un lado. Está claro que Remi también lo hace. Ella estaba inclinada hacia el juego, con la boca ligeramente abierta y el rostro concentrado. Tu pantalla parpadeó. -Ten cuidado, Rivera, o perderás. -Se burló ella. - ¡Diablos, no! -gruñó. Ella se rió. En ese momento, se olvidó por completo de sus problemas. Se me olvidó todo Eran solo un hombre y una mujer divirtiéndose. Mav se lanzó al juego, derribando naves espaciales. -Vamos, Rivera. Tienes que ser más rápido que eso... - Cuidado con tu arrogancia, ángel. Ella sonrió. -No es arrogante si puedo apoyarlo. Fue agradable ver el estrés y la tristeza desaparecer de su rostro por un momen

omida aquí podría matarte. Ella sonrió. -Aparece el señor multimillonario. - Bueno, entonces un hot dog. -¿Y si ganas? ¿Qué no quieres, qué quieres? Él le dio una sonrisa lenta. Su mirada se fijó en su boca. -Un beso. - ¿Qué? -Su mirada se levantó. -Un beso apropiado. Con lengua. Ella se secó las manos en sus jeans. - ¿Asustado? -preguntó. - No. Está bien, grandullón. Vamos a hacerlo. -Las damas primero. Ella atacó la máquina de pinball como un soldado que va a la batalla. Y ella era buena. Cuando terminó, su cara estaba roja. Ella hizo una reverencia y él estuvo tentado de acariciar ese trasero curvilíneo. Mav tomó su posición en la máquina. Luchó duro, pero al final perdió por unos pocos puntos. - Oh sí, el actual campeón. -Se señaló a sí misma. -Aquí mismo. -Vamos, campeón.

Proyecto Calix? Ella asintió. -Me dio una semana. Me quedan cuatro días. O tres y un poco más. Droga. Mav se reclinó en su silla. Remi dejó escapar un suspiro. - Maverick... Sintió un shock. Era la primera vez que ella usaba su nombre y él se alegró de oírlo. -Se puso en contacto conmigo después de que te vi hoy. -Dijo ella. - ¿Y? - Y esto empeora. -susurró ella. Él se inclinó sobre la mesa y tomó su mano. Ella se sobresaltó visiblemente y miró sus dedos entrelazados. -¿Por qué eres tan amable con

estaba cogida de la mano de un multimillonario. No pude dejarlo ir. Era tan grande y sólido. Me hizo sentir segura. Su mir