caro en su voz. -Voy a cazarte. No me estás quitando nada. Tengo el tiempo, los recursos y las habilidades para cazarte hasta los confines de la tierra. La oyó cr

spiración temblorosa. No. Él sería el único que lo sufriría. -Como dije, lo siento. Ojalá las cosas pudieran ser diferentes. Pero la vida de alguien a quien amo mucho está en juego. -Dijiste que no tenías novio. - No tengo. Saldrás de esto. Mi... la persona que amo no se irá a menos que haga esto. Lo siento mucho. Tengo que irme. -Levanté la mano. -No, no. Su voz me detuvo. Nada bueno saldría de interactuar con él, pero no podía colgar. - Te metiste en mi sistema. -Dijo. -Dime cómo. Necesito trabajar en mi seguridad. -En realidad, grandull

s un traidor. - ¿Qué? - Respiré. - Una traidora a su país. Negué con la cabeza. - No... - El Proyecto Calix es un proyecto militar del gobierno. Se está realizando un trabajo en el sistema de seguridad de nuestras fuerzas armadas. Respiré profundamente. Me dolía el pecho. - No. - Tenías que saberlo o eres un idiota. - Ey. -Sentí que mi propio temperamento se agitaba. -¿Sabes siquiera para quién estás trabajando? -Hizo un sonido enojado. -Podrían ser enemigos extranjeros, terroristas... Se me revolvió el estómago. Sentí náuseas recorriendo mi cuerpo. No, no, no. No me permití pensar. Apreté mi mano contra mi vientre agitado. Mi mano temblaba. - No conseguirás este proyecto. -gruñó Maverick. - Y te encontraré, luego te enviaré a la cárcel. Cortó el audio. Cerré mi computadora portáti

a hasta sudar. Luego caminó hacia el gran muro de escalada. Una buena y dura subida era lo que necesitaba. Se puso un par de zapatos de escalada, se quitó la camisa y se sujetó una bolsa de tiza al cinturón. Presionó sus manos contra la pared. Sin arnés. Estaba listo para una escalada en solitario libre. Él eligió el camino más difícil. Se movió hacia arriba y saltó para agarrar una mano. Gruñendo, se empujó hacia la pared. Pronto, sus músculos ardieron. Bien. Él quería el dolor. Él apartó todo lo demás. Se espolvoreó un poco de tiza en las manos. No debería estar tan enojado. Ni siquiera conocía a su misterioso hacker. No estaba concentrado y perdió el siguiente asidero. Su cuerpo se deslizó parcialmente por

mujeres. Mav suspiró. - No, tengo un problema con los hackers. Simeón lo observaba atentamente. -¿Y el hacker es una mujer? No se rendirían hasta que él les diera algo. - Sí. - Ah. -dijo Liam. Zane sonrió. - ¿Grave? - Ella está detrás del Proyecto Calix. - Oh, mierda. -dijo Zane. - Gran proyecto militar. -Liam le dijo a Simeón. - Seguridad nacional. Mav se pasó una mano por el cabello húmedo de sudor. -He estado observando sus movimientos y hablando con ella durante unos