la ventana y ver a Vicente bajando del vehículo, su corazón comenzó a latir con fuerza. Pero detrás de
os hombres. Uno de ellos lo empujó contra el coche y le exigió que se fuera.
or favor!- gritó. El corazón de Vicente se llenó de rabi
hombres y Vicente. La situación estaba a punto de escalar. Nancy había s
cuerpo. -¡Basta!- exclamó, su voz temblorosa pero deci
Contigo?- repitió con sarcasmo. -No me hagas reír, Eva. Solo estam
su sombra!- respondió Eva con firmeza, encontr
r y liberar uno de sus brazos. Con un movimiento rápido, empujó al agresor hacia un costado, logra
rada oscura, pero no contaba con que la determinación de Eva y
ue no tiene poder sobre nosotros- continuó
"El Gavilán" retrocedió, guardando el cuchillo bajo su chaqueta. -Esto no termina aquí- murmuró antes de su
rándola con intensidad.te, Eva. Est
asintió. -Lo enfrentaremos junt
persona no desaparecería tan fácilmente. El enfrentamiento apen
ombre comprometido no iba estar. A lo que Vicente no enten
, tu cambio tan repetino.- dij
o Eva con lágri
sin casita. Teresa, citaba a Nancy en el Sambil, frente de una tienda de ropas
nquistar a Vicente, su hijo es
con otro plan.- dijo Ter
s.- dijo Nancy c
a, ya tengo los hombres quienes va hac
luz tenue de los faroles, su mente no dejaba de darle vueltas a las palabras de Eva. ¿Qué estaba ocultando? ¿Por q
co plan sentadas en la elegante cafetería del centro co
-dijo Teresa, inclinándose hacia Nancy con una mirada implacable-.
asintió. El brillo de la ambición supera
llorar. Sabía que había tomado la decisión correcta al alejar a Vicente, pero eso no hacía el dolor más llevadero. De r
-preguntó Eva con
a sombra moviéndose lentamente por el pasillo. El corazón de E
algo extraño: una camioneta negra estacionada cerca de la entrada y las luces del interior de la casa apagadas. Su i
, entrando ap
s sujetando un bate de béisbol. Sin pensarlo dos veces, Vicente tomó un jarrón del pasillo
ara correr hacia Vicente, mientras los hombres enmascarados gritab