Cautivada Por Los Deseos Del Ceo

ítu

a Freddie. Había notado que su amigo había estado distante últimamente, y

en, intentando sonar ca

-Freddie se cruzó

alejado un poco -com

silencio un moment

amigo con derechos debe terminar. no quiero que haya

sas así? -preguntó Jaiden, mo

nda y la amo de verdad y no quiero que nada perjudique mi relación con ella, por eso me distancie y de

la verdad ahora que tienes novia. ¿Aún hay lugar para mí en tu vida como ami

randa... es diferente. -dijo Freddie con sinceridad y Jai

lgo especial. -dijo Jaiden co

trecortada-. Pero no sé cómo equilibrar todo.

guntó Jaiden, sintiéndose impotente-. ¿Dejará

do de tomar su mano, pero

ión herirte, Jaid

serio, pero el que se enamora pierde no y yo acabo de perder -dijo Jaiden con lágrimas en los ojos- Lo

a de arte que dirigía, el peso del corazón herido se volvía más y más evidente. Sus amigos más cercanos en el trabajo, Lucy, Susan y Robbie, rápi

no has estado tú misma últ

do a Lucy. -Sí, tómate cinco minutos y

la obligaba a abrirse. -Es complicado... Freddie y yo tuvimos una

ino. -Eso debe doler mucho. Pero no puedes quedarte así. Neces

Lucy, iluminando su rostro con una sonr

istencia en su interior. Sin embargo, el des

go que podría usa

aba fuerte y las risas llenaban el aire. Jaiden intentó dejar a

ida -dijo Robbie, levantando

as los demás aplaudían. En ese momento, sintió que la energí

el fondo, Jaiden sabía que el camino hacia la sanación no sería rápido. Cada brindis era un recordatorio de que, aunque Fred

e trago? -preguntó Susan,

aiden, sintiéndose un poco más valiente mientras la músi

se detuvo en seco cuando su mirada se posó en la entrada. Ahí estaba Freddie, acompañado de Miranda, riendo y disfrutando d

eddie? -preguntó

de su bebida para calmarse. Pero no era tan fácil. Lo

lí, hizo un movimiento para acercarse. Si

eremos que esto se convierta en un dra

n, no tienes que lidiar con es

por el firme gesto de Susan. Mientras tanto, Miranda parecía estar disfrutando

Freddie, evidenciando la confusión en su rostro. Pero

a noche -dijo Lucy, casi en un sus

e celos al ver a Freddie marcharse del lugar con Miranda. Sin embargo,

entusiasmo, intentando cambiar el a

, obligándose a dar un paso

o despejar la mente. -

l apoyo de sus amigos, mientras trataba de olvidar, aunque solo fu

che se desvanecía lentamente. Tras un rato bailando, sus amigos decidieron que era hora de regresar a casa

ero quedarme

escape. Una vez sola, regresó a la barra y pidió otro trago, disfrutando la calidez del alcohol que fluía en su sistema. Los colores y sonidos de

aba un poco, pero la risa de la gente y la música seguían animándola. Al llegar

un hombre de pie justo detrás de ella. Tenía una apariencia

inua