img La Baronesa de la Mafia  /  Capítulo 4 Jugando con fuego (3era. Parte) | 10.26%
Instalar App
Historia

Capítulo 4 Jugando con fuego (3era. Parte)

Palabras:2103    |    Actualizado en: 19/03/2025

ismo

ia, P

d

da sombra. A veces, ni el tiempo es capaz de aliviarnos, solo nos vuelve expertos en fingir que seguimos adelante, cuan

allá de lo que sintamos, recoger los pedazos que quedaron de nosotros nunca es fácil. Algunos lo hacen con la frialdad de quien barre vidrios rotos sin mirar atrás, otros es

algún día seremos capaces de dejarlo atrás por completo. La verdad es que nu

an a su destino, el dinero caía como lluvia en temporada alta, y tenía una familia que lo era todo para mí. Sergei era mi sol, mi hijo, mi

s meses, y con él, todo lo demás colapsó. Lo que quedaba de mi relación con Sasha se convirtió en cenizas; cada día era una guerra, cada discusión, un recordatorio de lo que habíamos perdido. Hasta que un día, si

dad era que ya no era el mismo. Algo dentro de mí se apagó el día que mi hijo murió, y desde entonces dejé de interesarme en cualquier tipo de relación

despacho. Mi padre, por supuesto, tenía otra teoría: según él, todavía no había encontrado a la mujer que despertara a mi corazón de su let

cargamento de drogas. Los números encajaban, los envíos estaban controlados y los sobornos ya ha

n. Su porte imponente, la espalda recta como un soldado en formación

sin apartar la vista de los documentos-. Si algo se me escapó, estoy

padre se tomó su tiempo. Apartó la silla frente a mi escritorio con la parsimonia de quien mide cada uno

esas pausas teatrales, era porque

uila para mi gusto-. En todo caso, deberías tomarte unos días de descanso. Viajar a Italia. V

a ceja, i

la mesa mientras lo observaba con desconfianza-. Solo se me ocurren dos motivos: o está

fue respuest

eté con impaciencia, recargan

ago

se endureci

ada bueno. Tampoco me gusta ese tono co

s mi hijo -insistió, con esa calma irritante que solo

earon sobre la mes

al g

ormar una familia. Quiero nietos antes de morirme, por esa razón me p

amino entre mis dedos y el cenic

más natural del mundo -solté con una risa seca y si

cruzar los brazos sobre el pecho, con

como una sentencia inapelable-. No puedes seguir atorme

risparon sobre

ntes, sintiendo cómo la rabia subía por m

n bajar la mirada-. Necesitas cambiar esa actit

e contener el veneno que

mi voz afilada como una navaja-. Es ridículo lo que pr

e... y es quien lleva las riendas del imperio de los Gambino. Un punto a f

me las sienes

s que me case co

seguridad de quien ya

co. Después, tomas una decisión. -soltó

a necesaria. Sabía que discutir con mi padre era in

acerlo. Absorto por la nostalgia y la melancolía de mi niñez, terminé en mi antigua escuela. Sí, unos añ

s de la casa. De pronto, mis pies se movieron solos al ver a un niño lesionado. Una punzada de urgencia me recorrió el cuerpo. No sé si fue el reflejo de una vieja costumbre o la imagen de R

que diseccionan a quien se atreve a sostenerles el desafío. Su cabello castaño oscuro caía en ondas suaves, enmarcando unas facciones intensas. Sus cejas gruesas acentuaban su expresión severa

energía que me atrapaba, algo feroz, indomable. ¿Era casada? ¿Dónde estaba el padre de Renato? Solté un comentario casual, disfrazado de cumplido, esperando una reacción. Su respuesta fue rápida, sin titubeos y disipó cualquier duda. E

eslicé mi tarjeta en su mano con la seguridad de quien está acostumbrado a salirse con la suya, proponiendo un almuerzo. Su expresión fue impasible, pero en sus ojos vi un destello de al

adas y ahora estoy en mi departamento, con un vaso de vodka en la mano, esperando a Boris. El silencio de la habita

noticias sob

o aún en mi mano. Su tono es neutr

te descubrir algo sob

Suelta la chaqueta sobre el respaldo de una silla y me mira con

s registros de la escuela. Tienen m

tamborileo los de

y dime lo que

ruzando los braz

siquiera en la copia de la partida de nacimiento. Vive en una de las zonas más exclusivas de Palermo. También confirmé que es dueña de una f

na sonrisa ladeada mientr

aste. Dame la dirección.

instante. Sus ojos se oscure

ienes una cena con Franco Gambino y su protegida. No puedes hacer semejante desplante. -S

is propios pensamientos, pero con la imagen

img

Contenido

Capítulo 1 Lo que una vez fui Capítulo 2 Jugando con fuego (1era. Parte) Capítulo 3 Jugando con fuego (2da. Parte) Capítulo 4 Jugando con fuego (3era. Parte) Capítulo 5 Un pacto arriesgado (1era. Parte) Capítulo 6 Un pacto arriesgado (2da. Parte)
Capítulo 7 Un pacto arriesgado (3era. Parte)
Capítulo 8 Un paso más cerca de ti (1era. Parte)
Capítulo 9 Un paso más cerca de ti (2da. Parte)
Capítulo 10 Un paso más cerca de ti (3era. Parte)
Capítulo 11 Un paso más cerca de ti (4ta. Parte)
Capítulo 12 ¿Un error o un acierto (1era. Parte)
Capítulo 13 ¿Un error o un acierto (2da. Parte)
Capítulo 14 ¿Un error o un acierto (3era. Parte)
Capítulo 15 ¿Un error o un acierto (4ta.Parte)
Capítulo 16 Lo que sentimos (1era. Parte)
Capítulo 17 Lo que sentimos (2da. Parte)
Capítulo 18 Lo que sentimos (3era. Parte)
Capítulo 19 Lo que sentimos (4ta. Parte)
Capítulo 20 Propuestas, charlas y más (1era. Parte)
Capítulo 21 Propuestas, charlas y más (2da. Parte)
Capítulo 22 Propuestas, charlas y más (3era.Parte)
Capítulo 23 Propuestas, charlas y más (4ta.Parte)
Capítulo 24 Abriendo el corazón (1era. Parte)
Capítulo 25 Abriendo el corazón (2da.Parte)
Capítulo 26 El rostro del enemigo (1era. Parte)
Capítulo 27 El rostro del enemigo (2da. Parte)
Capítulo 28 El rostro del enemigo (3era. Parte)
Capítulo 29 El rostro del enemigo (4ta. Parte)
Capítulo 30 Las cartas sobre la mesa (1era. Parte)
Capítulo 31 Las cartas sobre la mesa (2da. Parte)
Capítulo 32 Las cartas sobre la mesa (3era. Parte)
Capítulo 33 El infierno desatado (1era. Parte)
Capítulo 34 El infierno desatado (2da. Parte)
Capítulo 35 El infierno desatado (3era. Parte)
Capítulo 36 El infierno desatado (4ta. Parte)
Capítulo 37 Mi vida contigo (1era. Parte)
Capítulo 38 Mi vida contigo (2da. Parte)
Capítulo 39 Mi vida contigo (3era. Parte)
img
  /  1
img
Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY