da por el peso de la amenaza de Mei. La mansión estaba en completo silencio, lo que le dio un momento de resp
té en la cocina, una voz famili
a tan temprano, p
cina con una expresión burlona, como
rugar -respondió An en voz ba
de An y no perdió la oportun
e ayer fue demasiado para ti? O tal ve
la. Sabía que Ling buscaba provocarla, pe
urmuró mientras sostenía su
dad, notando algo difere
ro ahora vuelves a ser la ratoncita tímid
e su hermana. Intentó fingir indiferencia, pero
e lentamente-. Sabía que ella no iba a
esponder. Sin embargo, Ling no ib
edes decírmelo. Mei siempre ha tenido un talento especial para m
lencio, su corazón
tenía en ese momento-. ¿Te pidió que te alejaras de Zeyan?
irada, sus ojos llenos
así, Ling. No qui
ír, pero su risa
algo que no entiendes: Mei no es invencible. Ella tiene sus propios s
confundida y
quiere
ia ella, sus ojos b
uir obedeciéndola como un perro asustado, entonces nunca sabrás la ver
curiosidad. ¿Qué podría saber Ling sobre Mei? ¿Y vald
ada interrumpió su conversación. Ambas giraron la cabeza y vi
quí? -preguntó, su v
con una fals
o. Solo le daba a An un
o dirigió su mirada hacia An, qu
eguntó con una leve p
ada. Zeyan frunció el ceño, claramente m
o te importa -ordenó Zeyan con frialdad
manos en un ges
Solo estaba trata
salió de la cocina, dej
decirme, dímelo ahora -insistió
onfiar en él. Pero el miedo por Mim
-murmuró, evit
spiró, f
rda que, si algo te mo
a cocina, dejándola so
cia la invadían. Sabía que debía proteger a Mimi, pero ¿a qué costo? ¿Po
mente estaba dispuesta a descubrir los secretos de su hermana. Porque, quizás, la úni