mapas y notas cubrían la mesa, mientras su equipo de seguridad trabajaba frenéticamente para
guntó con voz firme a
a llamada a un almacén abandona
abrigo y, con un gesto, orden
cualquier cosa. N
el miedo que por el frío. Había tratado de mantenerse tranquila, pero las palabras de Luo
firmación de algo que siempre había temido: que no era
urmuró para sí misma, su
apareció nuevamente, co
a Qin? ¿O necesitas más ti
, esforzándose por mantener la com
ncogió d
eñora. Solo estoy
de motores acercándose llenó el aire. Lu
é es
eleraba. Algo estaba pasando,
señalando a los hombres p
ntable. Salió del auto seguido de sus guardias, cada
e importa lo que pase con los demás -dijo con
zado por uno de los hombres de Zeyan. En cuestión de segundos, la situación se volvió caótica. Los golpe
tro al escuchar el ruido, su
emás. Encontró la puerta trasera del almacén y la abr
ola rápidamente y abrazándola con
ndo que todo el miedo y l
endrías... pensé q
e para mirarla a los ojos, s
a algo. Eres mi esposa, An.
er, Luo apareció detrás de e
con sarcasmo-. Pero es
mente, colocando
toma a alguien m
ó una ca
se trata de dinero o pode
n apareció y desarmó a Luo con un movimiento rápido. En c
ó Zeyan, su tono l
a su habitación. Aunque ella insistió en que
esto -dijo An en voz baja, mient
a ella, tomando su
olveré esto. Pero necesito saber algo,
as de Luo, las insinuaciones. Sus labios s
l final, incapaz de traicionar di
n seriedad, pero
ien sea, pagará por
dida por la intensi
qué haces tod
a ella, sus ojos a
Y porque me importas más
moronarse nuevamente. Por primera vez, una c
ían que Mei no se detendría
Zeyan había insistido en que descansara, pero el peso de los recientes acontecimientos seguía oprimiendo su pecho. Mientras se sentaba en la cama, abrazándose a
estido con una camisa blanca desabotonada en el cuello, dejando entrever su clavícula. Sus ojos os
ve, pero no había reproche en ella, solo una preocupac
r -respondió el
he y se sentó junto a ella, su peso hacie
pasó hoy. Me prometí que nunca permiti
ente, sacudiendo la cabeza-. T
con cuidado, como s
No importa quién esté detrás de esto, me as
ágrimas. Ella trató de apartar la mirada, pero Zeyan la s
n tono suave, pero cargado de emoción-. Sie
intiendo que su co
ar de todo esto. Tú eres..
An. Eso es lo ú
fue al principio suave, como si le estuviera pidiendo permiso. An se quedó inmóvil por un inst
su cuello y finalmente se detuvieron en su cintura, acercándola más a él. An sintió cómo toda la incertidumbre y el m
labios, su voz ronca y llena de
apenas audible, pero lo sufic
de la cama. Su mirada nunca dejó la de ella, como si estuviera busc
ida. Cada movimiento era pausado, como si quisiera grabarse cada detalle de ese momento. An sentía
an se inclinó para besarla nuevamente, esta vez con más pa
rmuró mientras la acariciab
abía temido, todo lo que la había atormentado, parecía desvanecer
undizando el vínculo que habían comenzado a construir. Para Zeyan, no había
yan la sostuvo con fuerza, susur
s de mí, An. Lo que sea que v
o en ellos una sinceridad qu
en un susurro, dejando que una
iando su lágrima con un be
lgo dentro de ella cambiaba. Tal vez, solo tal vez, podría permitirse creer