úsica de los Beatles, el silencio tocaba una melodía extraña. Estaba en una oscuridad silenciosa con el pe
as, más como un hombre lobo que como un lobo. ¡Increíblemente alto! Sus ojos brillaban como llamas azules. Ella retrocedió. U
baño. Se encerró en el baño, sacó el teléfono
es su emergencia?-,
ar en pánico. -Hay un lobo salvaje o un híbrido de lobo af
ha at
ida enfermedad era poco común en Estados Unidos, había visto suficientes casos en paíse
recció
emos, s
llames al contr
rulla. Me quedaré e
jo de la puerta, las luces se encendieron. Inclinó la cabeza. Pasos
cerrar la puerta trasera después de sacar la bas
obo, s
manos. Un
la calma
on fuerza y asintió,
el intruso y el lobo o estaban escondidos en la oscuridad, listos para abalanzarse sobre
s golpes en la p
demasiado tarde. La policía derribó la puerta
s brazos. -Yo s
sted bie
embló.
habitaciones
preguntó: -Dígame
a de mi cocina y luego, cuando me escondí en el
reguntó: -¿Estás segura de que e
ventana era un lobo. Reconozco un lobo cuando lo veo. Sin embargo, l
ial regresó. -E
tan gr
tuvieran tratando con una loca-. Quiero decir, de pie, tenía esa altura. -Mary esperó a que le preguntaran si h
ial Dugas revisará afue
stro fangoso de grandes huell
do él iluminó con su lint
ó haberse ido cuando
creerme. Mary a
resó. -No hay huella
la cabeza. -Qué raro-. Ha
que a un hombre, descalzo y vest
o es Hal
vo en Nuev
hace tres
estas de Año Nuevo. Créanme, después de
a abierta. Genial. Debería haber ido con Maggie. Era su primera noche sola y te
. -Huel
i pizza se quemó. -Al menos no provocó un incendio. Un robo asustaría a Maggie, pero si la casa de su abuela se hubiera incen
e aconsejaron que mantuviera todas las puer