padre seguía sentado y añadió-: Por favor, papá. Quiero irme. El trauma de las últimas semanas, la confirmación del embarazo por parte del médico esa tarde y la ironía
cibiendo finalmente su verdad
ejo Ford. Las lágrimas le nublaban los ojos, pero no est
ar el acuerdo. A los pocos días de la partida de Román, se había dado cuenta de que no lo amaba. Como miles de chicas antes que ella, había sido cegada por un ideal romántico y había cometido un estúpido error. Fue solo cuando comenzó a sospechar que podría estar embarazada que se dio cuenta de la enormidad de su error. Aun así, decidió que no había forma de que se casara con Román. Su plan había sido e
s de la muerte de la madre de Clara, su padre se había mudado de Londres y había alquilado la casa de campo de Low
había vuelto durante un mes en verano antes de ser destinado al extranjero. Había invitado a Clara a salir tres veces en total, y ella supo
alta cuando el recuerdo volvió para atormentarla.
había cambiado cuando él había bailado con ella, la había inundado de bebidas y le había jurado que
a cama diciendo: "Necesito un trago" y salió de la hab
habría sucedido. Hacer el amor no fue nada como ella esperaba; de hecho, s
travesaba la habitación. Se incorporó rápidamente y se envolvió con la sábana, deseando ha
estoy de humor esta noche. Ve a vender tus produ
ba dispuesta a quedarse allí para averiguar quién era. Bajó los pies al suelo, desesperada por esconderse en cua
os oscuros observaron la ropa de cama arrugada y el evidente estado de desnud
cesitaba: un extraño sofisticado que presenciara su caída. No se detuvo a responderle,
bitación y encuentra a una jovencita que, obviamente, bueno... -Sus ojos oscuros se entrecerraron, su boca firme se torció en una mueca de desprecio-. Estoy seguro de que
e eres? -preguntó, y su miedo dio paso a la ira. Se sentía como si estuviera en una pesadilla y en cual
ente. Soy Raúl Orbert, medio hermano de Román, a tu servicio. -Por el brillo cínico de sus ojos, ella supo qu
blando de que la hayan pillado en flagrante delito», pensó con una sonrisa sombría. Nunca se
rando tu explicación. ¿O tal ve
o, obligándose a mirarlo a los ojos-. Es perfectamente normal para las parejas comprometidas
r qué en mi cama? Quiero respuestas y tú
que era suya, pero ella no iba a decírselo a este hombre. Así que en l
se trata de mí -dijo secamente-. Pero ¿qué pasa con este compromiso? No puedes tene
da. Su altura y su aspecto juven
años tiene? Casi cuarenta. Podría
o, se soltó de Raúl y corrió hacia el baño. Algo se enganchó en la sábana que la cubría y se quedó congelada por un segundo, completamente desnuda, c
as ella continuaba su huida precipitada por la habi
presentado a su medio hermano en la fiesta de la iglesia. Nunca se le había ocurrido que pudieran ser parientes, uno tan rubio y el otro
. Esperaba que también le viniera bien haber desaparecido. N