her

habría pensado que vendría hasta la empresa y mu

aunque no la conociese, podría ver claramente dibujado el miedo en sus ojos. No miedo a mí, si no al hombre q

vista del apuesto, pero sucio chico-. Está bien, es un... amigo -le

ocar contra mí. Preguntando a todas luces si estaba segura de ello, aun

? -le pregunto una vez que estamos a so

o su nombre, me mira un tanto conmocionado, asiente y se

alto mi pregunta y de pronto provocando una gran ofensa en mí. No sé si

da, pero, de pronto, recuerdo que lo necesito y lo peor de todo es que él lo sabe. Una sonrisa arrogante, que de buena gana le borraría de un bofetón

ito a

es tu e

ilia -cont

¿tu oferta

amiento po

tarás el

iendo un poco la pacien

osibilidad de que no tiene tanto poder sobre mí, como él creía cuando entró por las puertas de mi despacho. Noto d

ro el brazo, alcanzo el teléfono de

chico frente a mí me contempla extrañado, su cara es un verdadero cuadro mi

ha importado en mi vida además de mi familia, todo por lo que he luchado y me he dejado

menzando a levantarse, pero lo

, un momento antes de soltar un suspiro agotado y sentarse de nuevo-. De todas formas, no hubieses llegado más allá de las puertas de

tar que me fuese de aq

an preparados para retenerte antes de llegar a

la mafia o

un poco de vergüenza, no puedo evitar reírme como

lo que esfuerzo y trabajo significa y, desde luego, no tiene ni la menor idea de llevar una empresa ni algo por el estilo. Quizá sea mala idea haber dicho a alguien como él mi situación, por suerte no lo sabe todo. Tal vez debería buscar a otro, alguien... mejor, pero no me puedo arriesgar a que los rumores comiencen. Si lo llegan a saber muchas personas, o peor aún que alguien disperse información falsa, empeoraría la situaci

os carpetas negras y su maletín de siempre. Mañana le compraría uno nuevo, mi hermoso amigo se en

uando la verdad es que nos hemos visto hace apenas una hora. Pero lo amo, es mi mejor amigo y siempre puedo contar con él, al igual que él cuenta conmigo. Será el único, además de mi loca am

greso a mi asiento, no sin antes quitarle de la

lguna duda te lo explicaremos -le dig

en voz alta, e

acción de convertirse en esposo. En dicho contrato se estipulará que no debe hablar, ni revelar información, de la señorita Katherine D'Luca, su empresa o familia, ni

conozca llega a oídos de nuestros rivales, sería nuestro fin.

que opta

e hecho, aún no me lo has

lamo

mbre, yo m

vitar sonrojarme un poco, tras un momento en silencio, en el que nuestras miradas no se han

tante -murmura Brian, entregándole una cop

ase sobre el papel que le acaba de extender Brian-, además luego ten

empresa que le pueda pertenecer debido a dicho enlace -otro asentimiento de su parte -, al finalizar esta relación profesional, el aspirante recibirá cinco mil euros y una propiedad a su nombre que pertenecerá de por vida a su familia -otro pequeño movimiento de ca

quejas? -dice alzando ambas

stra diversión ni picardía cuando vuelve a hablar. -Eres una aburrida -

sa satisfecha

ñame. -Recojo mis cosas y salgo de mi despacho con u

y le digo que posponga todas mis reuniones del dí

kenzie's. Envía los contratos que te di esta mañana a la sucursal de México e Italia para que los firmen y que te los devuelvan.

ormular su pregunta ya que la miro entrecerrando

gas todo listo y en mi mesa puedes irte a

esta

a y en seguida recuerdo aquel vestido que le vi en una cena de empresa el año pasado- formal, aquel vestido negro que usaste en la cena del año pasado, ¿sabes cuál te digo?

ente roja y da un pequeño

ué diablos

ón horrorizada, acto que provoca que estalle en una sonora e incontrolable ol

tú, pero no te animabas. Agradéceme haciendo lo que te he pedido y esperand

a a los demás por su aspecto o nivel económico y, a pesar de tener ya el dinero suficiente para terminar de trabajar y poder vivir tranquilamente, él siempre dice lo mismo: "Me quedaré mientras vea que me necesitan". Adora a nuestra familia y formar parte de ella, porque sí, aunque sea el chófer de la familia, también es parte de nosotros porq

ajo la mirada de desconcierto total de Jayden, le pido a una de las mujeres, la más mayor, que tome sus medidas y que mande a hacer tres trajes: negro, gris claro y gris oscuro. La mujer asiente y se lo lleva adentro, mientras

mente, me lo estoy pasando genial, yendo de compras y lo mejor es que, Jayden tiene que acatar lo que yo diga y no se puede quejar. Lo sé, soy muy mandona y algo controlad

rmenegildo Zegna y pedimos varias camisas de distintos tonos; en Channel compramos algunas corbatas y encargamos en Ángel Infantes varios pares de zapatos hechos a ma

Calvin Klein, cuando me di cuenta de que no tendría nada de ropa hasta que la recogiésemos el lunes por la mañana, ya que debían hacerla y tardarí

fina camiseta negra de manga corta que lleva puesta; se adivina un cuerpo bien trabajado y se pueden apreciar unos brazos fuertes y musculosos; es alto; y su pelo oscuro, que ahora se encuentra mojado y revuelto, le da un aire aún

do, ya que después de casi dos minut

sonríe satisfecho y un tanto engreído y, lejos de soltar algún comentario jocoso sobre lo que acaba de pasar, se acerc

s veces cuando "comenzamos el noviazgo" -digo haciendo comillas con los dedos-

ndose, y es una risa súper linda, u

e eso al arquitec

luso el jardín. Cuando terminamos el tour nos sentamos en la barra de la co

fueras así -

sí

tural, agradable y dive

rtado con tu secr

pregunto pensativa, casi por inerc

ntan como una empresaria,

e decir que sea una bruja. -Me defiendo molesta

Me mira arrepentido-, no

ntos esfuerzos a lo más alto. No soy para nada como me dibujan. Por eso también quiere que tenga alguien en mi vida que me quiera y sea mi par

quiere eso? -preg

dre -c

o haces

S

? Lo siento, mamma, no estoy inte

tan fácil -di

n le ves?, ¿qué t

a tener que hablar del tema, es frustrante ver que todo mi esfuerzo de años se puede ir a la mierda en un solo segun

perderías

s una idealista que quiere para su hija lo mismo que ella tiene. El amor de su vida a su lado, pero n

porque si no te quitará la empresa -t

ntesto

, hace que levante la cara para que lo mire. En cuanto nuestros ojos

quila, no llores -dice enjuga

. En ese momento me doy cuenta de que había comenzado a llorar. Vuelvo a

en cuerpo y alma por esa empresa, si descub

ada -me interrum

xy acento británico, que por cierto me confirmó que era de Inglaterra y que tiene familia por aquí pero no quería contarles el hecho de que vivía en la calle, para no p

una vez que llegamos a l

go señalando un pasillo que hace una rara "L", desde donde nos encontramos-. Y tienes un

sonrisa. Un ligero sonrojo tiñe mis mejillas ante el dulce e inesperado gesto. Antes de que pueda hablar, abre la pue

"Mañana será un día largo", me recuerdo a mí misma viendo que no logro dormir. Un rato desp