img La tentación del CEO  /  Capítulo 3 Un rato agradable | 5.17%
Instalar App
Historia

Capítulo 3 Un rato agradable

Palabras:1561    |    Actualizado en: 19/06/2024

ábamos hablando

ande aliado de los Hidalgo, por lo que le debían muchísimo a mis padres...

es de la marca ZP? —cues

interrumpió para p

ar? —preguntó, preparada para

a la señorita... —El moreno me

Caliente, con much

seg

o algo más. Hay variedad de de

¿Sabes quién soy? De otra for

s, ¿cómo es que sus expresiones eran capaces de causarme distin

olían ser muy amables co

ca, así te apodé —sonrió, ech

se transformó en una sutil carcajada que me hizo sos

era un poco extraño. Me intrigaba conocerlo, porque no

s codos so

ismo pasatiempo? Supongo que sueles acudir a la b

eña —expresó—. Leer es un

onectaba con alguien—. Pero... Nuestros padres son

casa para no tener que aguantar sermones de mis padres en "no

ia Zelaznog llevara una carga tan

n picardía—. Me agradas, pero todavía no

Hidalg

Los lujos era lo único rescatable, pero no servía

sp

bas manos sobre la mesa, sorprendido. Echó su

No sabía que eras una Hidalgo. Imagino que estás al tanto de que nuestras familias

, recordando—. Sé que pronto se dará un co

nos involucra a nosotros... —murmuró

ucho los detalles

es el momento —resopló, llevando ambos brazos detrás de su nuca—. Siento que me están ocultando algo, por eso e

rim

importante en f

adres cada vez que vas a la biblio

n? —cuestionó, halagado—. Podría

ué s

so —balbuceé, sintiendo

pensamientos. Era algo que me agradaba. Ojalá yo pudie

te tomes todo muy a p

en —habló

mesa para luego hacer u

más, no lo dudes —info

o más dinero q

staurante de la ciudad. En cambio, los Zelaznog tenían una marca que f

padres en el pasado. Siempre les pregunté cuál fue el motivo de arriesgarse con u

ía que una dama lo invite a comer —Se

—reí, bebiend

n Jean era reconfortante porque a pesar de que recién lo c

omprendidos por nuestras familias. Pu

.

mé me había dejado atrás, solo me faltaba guardar mis cosas, per

eso, luego me regañarían por l

ia rápidamente. Caminé a pasos rápidos con mis tacones, rogando pa

staba esperando con una postura firme y moviendo el pie re

a exacta de mi padre; cabello castaño y ojos azules. Tal para cua

abía salido la primera cana. Lo que sí sabía, es que tení

gas tarde otra vez? —inquirió

adre —Me incliné, pa

te en mi vida, no me trataba

la empresa y me dolería bajar de puesto a mi

una vez —sugirió Salomé,

semana dejarás de trabajar para los Hidalg

entara protestar, mi boca se quedó tem

se re

rabajando años para Salomé. Era su secretaria y no fall

y por eso le pidió a nue

menos para cumplir los caprichos innecesarios de su hija mayor.

odo mal. Me ahorras las molestias, pa

oficina —ordenó mi viej

o —tart

taña me saludó con la mano, j

egar a su oficina. Mi mente estaba nublada porque era imposib

argo y ser buena con todos ellos, a

ndome a que hiciera lo mismo. Apreté

eas una mala trabajadora —comentó

uedo mejora, prometo que

uso en forma de par

y asentí—. Hice un trato en el pasado con dicha familia, por los momentos solo te p

otra e

d con eso? —pre

lia y el primer paso es, entregarles una parte importante de nosotros. Un empleado

a expresión. No sabía si lo hacía para convenc

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY