de boxeo mientras sus pensamient
no podía "atar" el cabo suelto. Me
ó Lucían-, Nuestro
, estaba siendo paranoico. Nadie má
o par
o nuestro padre no
tió lo estúpido de su pregu
ejaba del gimnasio, podía escuchar los puños de Lucían azotand
y eterno rival, Marco, estaba recostado en el umbr
una llamada, ah
mbién te
que éste siempre lo superaba en todas las pruebas de entrenamiento. Enko lo quería, quería a to
padre, había adoptado a todos estos niños en su beneficio, creó su propia escolta y asesinos a sueldo. Este hombre adoptaba niños pequeños, entre tres años de edad o máximo una edad de cinco años, p
optado fue Enko con un año de edad, un bebé en brazos a penas, pero para su padre, solo una navaja más que afilar. El tercero fue Lucían, él tenía 3 años cuando por fin lo llevaron a la mansión, pe
iños y diez niñas. Eran siete hombres adultos y cuatro mujeres adultas que ya estaban en acción. Los únicos en la mansión de esos adultos eran los cinco mayores; Marco, Enko, Lucían, Vanessa y Sam. Los restantes ocho adultos en acción, estaban alrededor
como a mis hijos". Cosa que solo era un dicho, este hombre no sabía nada del amor y menos del ser padre. Ir por
escuchó a su padre desde
al unísono. Esperando las órdenes
migo en España y enviarle mis saludos. Y Enko, sé que te di esta semana libre, p
es molesto, no necesit
ezó a hablar Marco- creo que
o cr
, p
e cuándo tienes
prohibido dudar, juzgar, preguntar y
istirá, lo hará -contin
e -dijo Marco ba
o que necesitan a su computador. Los quie
e -dijeron amb
co le lanzó una mir
usano -lo amenazó y continu
hermanos menores, pero esto jamás había sido posible. Como los dos mayores, siempre estuvieron en constante comp
su amigo" era una amenaza más golpiza. No sabían por qué su padre les mandaba a hacer esto, usualmente cuando mandaba sa
tima en verlo con vida -decía Madison a su amiga Jess-. Me pregunto ¿por
la cafetería. Pasó el día encerrada en su habitación hasta que su amig
qué insistes en el tema? Es lo mejor del mu
enten
e -pidió Jess mientras dab
or medio. Se supone que el día de mañana debía ir a su casa donde me iba a entregar un sobre cuyo co
bsurdo, si de eso dependía su vida debía
soramiento legal, no, literalmente me dijo que yo debía guardarlo. Cómo si debía mantenerl
lo que tenía que decir -No pudo terminar el trámite. ¿Crees que el señor Farrell haya estad
u amiga era muy inteligente, lo que decía ten
que tú escondieras un sobre por él -miró a Madison y aún estaba nerviosa-. Por favor cálmate, la ignorancia es tu mejor arma. Si, fuiste la
e disparada fuera del edificio -recordó a su amiga la nueva información de
no se qué decirte para calmarte, pero si la policía
pañarme mañana
los ojos
mpañaré, pero al medio día debo irme a ver a una
ta que de pronto pensó en Enko, él era testigo de verla marchar en un t
r a verlo y no tenía
ron con el paso cortado. Ella explicó que podría ser de ayuda para
ra, manténgase alejada. Hablamos con el socio del señor Farrell y quedó en
no estar en la mira, se fue tranquila a su departamento a d
esto-. Tu misión era quedarte callado
o estaba furioso con él con buenos motivos pues, al principio Enko había permanecido call
me, de ahora en adelante espera ser leal a m
n. Este hombre estaba relacionado con Farrell, debía hacerle unas
contra...? -no podía menci
lo queríamos amenazarlo para sacarle un poco de dinero, él sabía que nosotro
. -con su hermano aún en el piso, decidió dar por termi
mirada, sabía que lo que había hecho estaba mal, pero no se
o. Nunca en su vida había estado tan nervioso y solo buscaba respuestas
untó Enko colocand
e cuándo haces preguntas? Sabes lo
uego y sacar información a golpes pero no se pudo resistir en el momento, había actuado por mero impulso y
por favor b
zó contra el con otro puñetazo mien
é yo mismo de que tu existencia en este mundo termi
, el hombre era de seguridad. Genial, lo que les faltaba,