tulo
ié Kin
endo enseñar una lección. Y por muy dolorosa y des
es. Los rayos ultravioletas del sol iluminan mi camino sin necesidad de velas. Atraviesan cada ventana en fila, hac
me tiempo, mis fosas nasales se inundan de un desagradable perfume. Al alzar mi mirada, un hombre robu
ando puñetazos en su p
l. Me contraigo en asco y levanto, con impulso, mi rodilla hasta su entrep
madera y, en un movimiento repentino, golpeo su cabeza. Mi desesp
ate, apartando mis cabell
á. Intento controlar mis respiraciones, calmar mi pecho que sube y baja sin
uiero guardias por todo el castillo -entre dos lo toman de brazos y piernas y, se lo llevan. Me dirijo a Yosu, quie
ted diga,
, me desvío y entro a uno de los baños para mojar mi cuello, masajear mi cerviz y mis brazos. S
eguridad se trata, proteger el único aliento que me quedaija, abren las compuertas a mi paso y, una vez dentro, las cier
os, mis hermanos también.... ahorita mismo mi única lu
a ella siento la fuerte presencia de su
la vida por esos ojitos rojos de pupilas dilatadas? Su aura me es tan pacifica, s
carcajada- Magia estelar... laaa lluuuvia cae... y tú nombre te dirá.
empo se par justo ahora. Bella y radiante como el capullo de una rosa con un
os, con muecas de llorar, pero al ver a su tía solo se tira en mi pecho, fati
nos, flexionando sus rodillas com
ho y abrazo a Mitsi-. ¿Po
ú estabas deprimida. Vine a animarte y pasar tiempo contigo -me sonríe, de
a Mitsi en su cuna y le susu
e la cama, dando palmadas sobre la superf
o de hace un rato solo me ha deprimido más. Creo que, si
ra de más, sob
varan y a mi lado no estaba mi príncipe para abraz
aires antipáticos- ¿no debe
jos, antes
da viene a despedirse de su hermano -Min hace gestos incrédulos, decepcionada o algo que ahorita mismo no puedo percibir por mis poderes-. Además, dijo
tema ahí-. Disculpa -se acerca a mí y besa mis mejillas, apretándolas justo como mamá l
-reflexiono rectificándola-. Mitsi es mi única razón de seguir en pie aquí porque sinceramente s
r a mí lado, llamándole la atención- no digas eso -repite está vez en un susurro
observo sentada en su cuna, jugando con la muñeca que le regaló Keng. Me mira, mordiendo su dedo y me sonríe, haciendo sus
pelito? -me pregunta,
sus poderes y creo que... ese br
iéndola reír-. Ay, esta beba hermosa de ojos rojos -llena sus m
stro maltratado del trasnoche. No tengo palabras para describir a Shim y cuánto sus el
l hombro de su tía-. Mi sobrina es, literalmente, la niña más guapa que mis ojos han vist
nr
-vocaliza Mits
lo
en brinquitos mecedores, Minshee-.
cuatro meses era hermosa, ahora e
us celos
por unos segundos-. La tía Minshee no tiene celos -ríe al unísono co
¿Verdad, mi amor? -abrazo el pequeño, suave, dulce y oloroso cuerpecito de mi be
ca la lengua y carga a Mitsuki ante
arqueando mis ceja
itio de antes, frente
a entra de inmediato, junto a su gemela-
nde sus brazos para
ohei hace una revere
ar. Ponte tus zapatos y péinate, te espero afuera -sale apresu
n la niña y Matilde entra c
dió -los deja enfrente mío y se ma
ahora? -comento, pon
orita Minshee es una mujer con mucha alegría en su interior
nfrente de ellas, besando a Mitsi-. Pórta
-habla por lo baji
rticula con voz dulc
o más, mi amor -la abrazo-. No
eso a la
e Minshee acercarse- la niña
omamos el sendero hasta el puente que une la ciudad de Nashima con el castillo. Y cruzarlo, desviándonos por el este, dónde nadie escucha
na vez llegamos-. O al menos, conmigo, te puedes desahogar y llor
zos en jarra, arrugando mi n
co, dándole un
y mamá murieron en ese te
er de rodillas, sin fuerzas. Y tú rom
o aquí, a este lugar en específico -recalca con sus
e pienso un
sonríe, ali
El
ente con sus ojos bien a
fuño, soltando su
o en la garganta Kin -insiste con segu
Ha
lmada, miránd
a convencerme-, confía en mí -le nieg
a dije
-le asiento- vine yo solita a este lugar y le grité todo lo que no
desconocimiento a ese hec
hora, grita y te se
e Minshee -le advierto negando nueva
, ella es la que está gritando- todo ese dolor y angustia que sientes por dentro ¡Sácalo!
o a mí misma y doy dos pas
u dolor al mar. Grita lo tanto que te due
mis nervios. La maldita ha logrado llegar a mi punto débil-. No, por
te! ¡Libera tu ira! ¡Tu alma! ¿Acaso no lo amabas? ¡Hazlo! ¡Grítale
radio de tres metr
-me digo a mi mi
ar como pisando hormigas- ¡Grita o te juro que me tiro de