na costumbre, Elena comenzó a hacer
er salir al pequeño niño, así que hizo lo
a quien le debo la vida, y agradecerle apropiadament
volverse, la comida conti
había faltado a una comida ¿Qué estaba pasando
en ese momento pudo escuchar un gemido de dolor atrás unos los arbustos cercanos. Y cua
aba por la nariz. De inmediato Elena lo cargó en sus brazos con
asta uno de los jardiner
ose al niño- ¡Déjalo donde lo encontraste!. Si alguien te
Qu
la duquesa? Pero si el niño er
a comer desesperadamente y ataviado así, era imp
una vez más, buscando a alguien que lo ayudara, pero todos se alejab
abitación y lo cuidó ella misma ha
se preocupaba por él, sirviéndole, llevándole comida, cuidándolo cuando
siempre mantuvo su papel de criada, cuidand
pre tenía una dulce sonrisa
saron ci
na llegó a captar la mirada del duque Alfred, quien los observaba des