no es de extrañar después de una noche en distintos bares acompañada de su gente, disfrutando, sobre todo, la velada junto a la multitud, e
cían ver como toda una diosa, imponente, aquella dictadora, estaba teniendo una migraña y eso le hacía enojar mucho más. Tomó el teléfono a un
al tipo de ayer? -sonríe burlón, asomando su cabez
tengo una jaqueca de la mierda. -bosteza cansina y satisfecha. -Ni siquiera sé a qué horas lo sac
ingo es para descansar, pero claramente te lo tomaste muy en serio como para olvidar que tienes compromisos hoy
xo y tabaco, hipnotizada, con labios secos y entreabierto, buscando algo de aire, ¿respirar en aquel lugar? Eran imposible, se sentía flotar
ra, espérame afu
a, esp
tener problemas antes, eso es lo que pasa". Enfurecida lanza las sillas hacia la pared, destrozando las mismas, llena de cólera. Acaricia su cabello abundante y recientemente corto, un poco más de la mita
limpia. Sin duda aquella mujer durante su juventud fue la mujer más hermosa de aquella zona de ricachones y así mismos los secretos qu
ura y sin perder la perfecta postura de sus hombros, entró y empezó a recoger toda la ropa sucia del piso, incluyendo ropa interior de
ual? -pregunta tranquilamente, c
e que acompañarlo, tus hombres pretendían burlarse de él y los golpeé a cada uno con una varilla en la espalda. -rechista, ir
er
ice, cerrando la boca entre refunfuños a la joven de cab
ira aún parada en la
s a llevarle la contraria, a no ser que sea muy, pero muy necesario de hacer", es son las palabras de su padre, Vladímir Viktor Zaytsev Tarasov, anterior patriarca del Clan Romanóv. Luego de heredar todo a su hija, decidió retirarse al bosque, a unos 20 kilómetros del castillo de la familia, literalmente era otro mundo en aquella pequeña cabaña, a veces el silencio desesperaba a Duscha cuando le va a visitar, causando carcajadas en su padre que la observa y suspira, "Cuando aprendas a hacer paciente, ent
uéter con cuello de tortuga negro, combinando a la perfección con su traje grisáceo, con costuras a cuadros ligeros, ajustados a sus brazos musculosos, realzando sus glúteos trabajados y realzando su figura depor
bueno
e la cocina. -No quiero ninguna pelea, les recuerdo que por mucho que les pique el culo, los japoneses son nuestros aliados. -los observa cuidadosamente, a lo que estos asienten. -Jasha, es en serio, no quiero tu humor de porquería en la reunión, juro que, si provocas a algunos de los miembros, yo misma te dejaré en coma. -dice con ojos, opacos, tomando de su taza de café. -Jasha, también apodado "El callado", asiente y arruga la nariz, molesto por el llamado de atención. -De ac
o el maldito día! -se deja caer sobre el asiento, lamiendo una pal
mucho antes, los veo en
encontrarse con el de cabello verde, sonriendo como niño contento con su palet
qué noche
porquería, ¿a excep
hay que cumplir con la agenda. -bosteza. -Clan Inu Yasha, vamos a hablar... Vamos