Ella corrió hacia los vestidores y se quitó la ropa para poder cambiarse. Llamó a Joe para que viniera a
olocaba su blusa. Se sentía humillada y enfadada. T
creía q
patillas. Guardó la blusa y la falda en una bolsa y
vo un m
la había visto haciendo semejante acto y probablemente lo regañarían por contratar a
puesta a irse. Frente a ella estab
dónd
omentos no estaba en condiciones para pod
e vas no t
Asher Myers y poner en ridículo a los demás. No merezco el
Joe me está esperando afuera
Kevin y a Ava con preocupación y la joven supo de inmediato que se trataba de la chica a quien Kevin besaba hasta hace unos minutos. Ava
omo me las arreglo. Será mejor que vuelvas. Y lamento de antemano que tendrás problemas por mi culpa - Se
o que sucedió fue que la joven entró en llanto. Joe se asustó ya que la joven lloraba como si no hubiera mañana, pero al final la dejó ser. Intentó calma
ntir vergüenza por lo que hizo. -¡Maldición! Ava eres mi ídola. Siempre su
que hi
endiste de un idiota
para la operación de mi madre. Comenzó a llo
estarte e
tu v
s importante
o Jo
rtió. Ava la miró como un cachorro perdido y luego la abra
u asiento mientras Joe se
r unas cervezas, porque e
garon a un Pub para terminar beb
a su dedo índice por la boca de su vaso. Joe colocó su cabeza
ntado pedi
n d
estrellas se cumple lo que pides. - Ava
una es
pedir un deseo a las 11:11- Ava negó para nada agradecida con es
e. Yo una vez pedí un deseo a l
ncid
y notó que eran las once con diez minutos. -Intentalo, igual no pierdes nada. - En eso si tenía razón. Ava no podía creer lo que estaba a
dad y la calma! - Joe la mi
de algo más específico antes de que de
borrachas y salieron del pub sin saber qué hacían. Aunque Ava estaba más consciente que su amiga así que la envió en un taxi y ella caminó hacia su casa, ya que no estaba lejos. Se agarró bi
rte. Casi cae en un charco, pero logró esquivarlo y continuar con su c
r un momento creyó que se trataba de una rata, pero al escuchar un maullido supo que no era eso. Se levantó y abrió la caja dándose cuenta de que un gato negro, con una mancha blanca en el lo
e lleve a casa, no puedo dejarte aquí. - Lo cubrió con su chaqueta y corrió ha
quedando en interiores. Sacó un par de toallas y prendió su calefactor. Tomó
arlo con la toalla, sin embargo,
la terminaba de secarlo. Finalmente, se levantó para quitarse su ropa interior mientras el animal soltaba un gran maullido como si estuviera espant
oalla en la cabeza, se acercó al animal q
colocó ropa vieja para
orejas. El gato soltó un ronroneo y ella sonrió. Se le
su puerta. No quería levantarse, pero debía hacerlo. Al abr
as. - Salu
a joven abrió sus ojos de par en par. H
ndo la puerta para correr a su bolso y sacar el dinero de su monedero. Lo contó y era la cantidad e
uceder Ava, tendré
señora Davies. - La mujer susp
date
errar la puerta sintiéndose aliv
caído en su habitación. La chica se levantó recordando que había re
ría sus partes nobles con una almohada. Ava se quedó mirándolo perpleja. Analizó su rostro, cejas pobladas, nariz respingada
rito y comenzar a lanzarle cosas mientras el
ja de lanzarme cosa
al espejo. La joven logró ver los glúteos del chico en el reflejo. Ella miró hacia otr
dándose cuenta de que sus posaderas quedaban al aire libre. Tomó la chamarra de la cama y la envol