Sinopsis: Ginebra LeBlanc, lleva una vida muy tranquila como una mujer de negocios, hasta que su madre decide casarse por segunda vez, luego de llevar años como viuda. Nada de eso parece anormal, solo el hecho de que, una noche, cuando se entera que su novio le es infiel, sale de copas con su amiga y conoce a un hombre que le hará perder la cabeza dándole una noche de pasión y llena de placer, como su novio era incapaz de dársela, pero ese hombre era Jordan Sinclair, un despreocupado Don Juan, que lo único importante en su vida, era salir fiestas, así como las mujeres, y le fue presentado en la boda de su madre como su hermanastro. Sabían que no podían dar rienda suelta a la pasión y la luju*ria que los unía, pues la familia y la sociedad entera los señalaría con el dedo. ¿Podrán evitar entregarse el uno al otro?, dos casi hermanos... ¿qué puede salir mal? ADVERTENCIA: Es una historia difícil de leer, pero los hechos son fundamentales para el desarrollo de la trama. -PASAJES HOT -LENGUAJE SOEZ -CONTENIDO SE*XUAL EXPLICITO -ROMANCE -EROTISMO
Capítulo 1 -Una chica con novio
Narrador:
Y allí se encontraba, Ginebra LeBlanc, recorriendo el borde de la copa con su dedo, se mantenía sumergida en sus pensamientos, mientras que a su alrededor una multitud de personas disfrutaban su noche.
-¡Ginebra, por favor! Cambia esa cara, en lugar de estar en una fiesta, parece que estuvieses en un funeral -Golpeando el costado de su cuerpo, Fiorella, su mejor amiga, intentaba animarla, mientras que los males del corazón no la dejaban disfrutar del magnífico ambiente.
-¿Cómo quieres que esté, Fio? Brian lo hizo de nuevo, y esta vez no solo fue una conversación, fue una reservación de hotel, a la que asistió con Melanie -Dejando que la tristeza se reflejara en su rostro, la heredera confesó su mal, despertando la empatía de su amiga, que la abrazó.
-Te lo he dicho, Ginebra, deja a ese idiota, él no te ama, él solo ama tu herencia -Apretando sus labios la chica dijo una gran verdad que en el fondo Ginebra sabia, pero que no quería aceptar -Es tiempo que quites esa cara, y por esta noche celebres, no todos los días cierras un contrato millonario, además, si miras a tus espaldas, tienes a un montón de hombres observándote desde que llegamos
Mirando a sus espaldas, un par de caballeros agitaron sus manos en forma de saludo, y rodando sus ojos, esta soltó una bocanada de aire, cansada de la insistencia de su amiga en ceder ante la tentación.
-Yo no soy como tú, Fio, sin ofender, tú estás acostumbrada a saltar de bragueta, yo soy mujer de un solo hombre, y tú, mejor que nadie, sabes que ese es Brian -La chica bufa al escuchar enseguida a Ginebra, quien era tan tonta que no veía la verdad de su relación.
-Y eso está bien, Ginebra, si él fuera hombre de una sola mujer -tomando las manos de la castaña, la rubia intentaba hacerla entrar en razón -Entiendo que él es el único hombre en tu vida, el primero, a quien amas, pero no es bueno estar atada a alguien que no te respeta, que no te valora... Date la oportunidad de mirar a tu alrededor, tal vez conozcas a alguien, que sea más interesante que él.
Adorando por completo a su confidente, LeBlanc agradeció su apoyo incondicional, y retomando la ronda de tragos, dejaron por esa noche a Brian de lado, y se dispusieron a disfrutar.
-¿Qué estás mirando, Jordan?-Preguntándole a su amigo, uno de los hombres de la barra, quien parecía muy interesado en un par de féminas a escasos metros de ellos, Patricio llevó el vaso de licor a sus labios.
-Nuevas presas, esas carnes, nunca las había visto frecuentar el lugar -Sin dejar de mirar a sus próximas víctimas, Jordan respondió.
-Seguramente son unas ni*ñas malcriadas y ricas, que lo único que están buscando es un poco de emoción -Haciendo un gesto con su mano restándole importancia, Patricio continuó como si nada.
-Y yo pienso dárselas, por lo menos a una -Relamiendo sus labios con su lengua, Jordan se imaginó las mil y una forma de complacer a una de ellas, quien cubría su cuerpo esbelto y delicado con un una falda negra y una blusa blanca, casi transparente, que dejaban ver su brasier de encaje ne*gro, y que moría por deslizar por su sedosa piel.
-Te apuesto a que no te da ni la hora -Pensando que este no lograría nada, Patricio lo retó.
-Yo te apuesto a que, no solamente me da la hora, sino que me la llevó de aquí -y seguro de sí mismo, Jordan accedió.
-¡Hecho! -estrecharon sus manos, y el par de amigos confirmaron el pacto.
Jordan había puesto sus ojos en Ginebra y para Fiorella, eso no había pasado desapercibido, ella era una hábil cazadora, entonces reconocía a los suyos de lejos
-Ginebra, aquel hombre no deja de mirarte -Refiriéndose a otro hombre, que se hallaba en la barra, Fiorella le susurro a su amiga, la cual tomó un sorbo de su bebida antes de mirarlo
-Y reconozco que es lindo -dijo regresando la vista a su amiga -pero yo no estoy buscando nada, Fiorella, y tú lo sabes
Recalcando su posición de seguir fiel a Brian, la mujer se negó a ceder, algo que respeto su amiga.
-Tienes razón, perdona, vayamos a bailar.
Y Arrastrando a Ginebra de la mano, Fiorella la llevó a la pista a bailar, empezó a hacer dar vueltas y vueltas y vueltas, así se fue acercando hasta el joven de la barra, que se hallaba en medio de la pista disfrutando con su compañero. LeBlanc había comenzado a marearse y cada vez lo estaba más. Hasta que casi cae, pero unos fuertes abrazos la sostuvieron
-¿Estás bien? -le preguntó el muchacho, que parecía interesado en su salud
-Sí, solo un poco mareada, pero estoy bien -y se soltó del agarre de Jordan, pero casi vuelve a caerse, así que volvió a tomarla, pero con más fuerza.
-Yo creo que no, deja que te lleve afuera, para que tomes un poco de aire
-Yo no te conozco, como para salir contigo
-No vas a salir conmigo, yo te voy a acompañar afuera a tomar un poco de aire, para que se te vaya el mareo o puedo soltarte, dejar que te caigas aquí, en la pista, y que todo te pisoteen
Muy a su pesar, sabía que él tenía razón, ahí estaban todos muy bebidos, muy drog*ados, como para que reparar en que ella se había caído. Así que asintió con la cabeza y se dejó guiar hasta fuera del edificio. Una vez fuera, aspiró un par de bocanadas de aire, como si se tratara de un buzo al que se le pinchó el tanque de oxígeno. Él solo la miraba y sonreía, pero sus ojos tenían un brillo malicioso.
-¿A qué se está mejor aquí fuera?
-Sí, gracias, perdona, no tenía que haber sido tan grosera contigo, solo querías ayudarme
-Por supuesto, solo estaba preocupado por tu bienestar, nada más, ahora que ya estás mejor, vuelvo con mis amigos
Se dio media vuelta y la dejó parada, prácticamente en la calle, y volvió a entrar a la discoteca. Ella quedó desconcertada, porque pensó que él estaba coqueteando con ella, pero se dio cuenta de que no y que, aparentemente, sí, su único interés, era que estuviera bien, así que una vez que se despejó, volvió a entrar a la discoteca. Trató de bailar con sus amigas, pero otra vez, comenzó a sentirse un poco mareada, así que se sentó en un rincón oscuro. Estaba por quedarse dormida, cuando sintió una mano sobre su pierna.
-¿Te sientes mejor, desconocida?
Al abrir sus ojos, se encontró con los penetrantes ojos del joven, que le había llevado a la calle, para despejarse
-Sí, muchas gracias, pero aún estoy mareada
-Lo que tú necesitas es un café
-Sí, creo que sí, muy cargado -y sonrío, era la primera vez que le sonreía a un chico que no fuera su novio
-Conozco un lugar donde sirven los mejores cafés, para quitar la resaca de la ciudad.
-Tengo novio -le soltó de golpe
-¡Wow! ¿Y qué?, ¿no se le puede invitar, a una chica con novio, a tomar un café? ¿O estás pensando otra cosa? -le dijo, acercándose peligrosamente hacia ella y apretando la mano que tenía en su pierna
-No, claro que no, solo te lo aclaraba.
-Bien, ya está aclarado, ¡vayamos por el café!
Y, sin que ella pudiera negarse, la tomó de la muñeca y la arrastró fuera de la discoteca, paró un taxi y prácticamente la tiró de cabeza dentro. Le indicó al taxista lugar donde llevarlos.
-Al hotel Hilton, por favor.
-¿A un hotel? -preguntó ella sorprendida
-Sí, allí es donde sirven los mejores cafés para la resaca, pero si no quieres, puedo llevarte a tu casa
-no, no, sí, sí quiero
-Perfecto -y sonrío mientras se mordía su labio inferior
Sinopsis: Dorian Langdon es un influyente político de 43 años, conocido por su carisma y su habilidad para navegar en el complejo mundo de la política. Su mejor amigo, Gideon Marlowe, es un empresario exitoso que ha construido un imperio desde cero. Ambos han sido inseparables desde sus días en la universidad y han compartido muchos logros y fracasos juntos. Elektra, la hija de Gideon, acaba de cumplir 20 años, vivía sola con su madre, desde el divorcio de sus padres. En un accidente fallece la madre y vuelve a vivir con su padre. Pero ya no es una niña y Gideon no lo entiende. Así que, finalmente, se fuga para buscar independencia y nuevas experiencias, comienza a trabajar en un exclusivo club nocturno, donde se convierte en una de las bailarinas más populares. Este club es frecuentado por diversas figuras del poder, incluido Dorian. Quien, al no reconocerla, se interesa en ella y al descubrir que es la hija perdida de su amigo, se debatirá entre hacer lo correcto o lo que su corazón desea.
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Charles tenía novias diferentes cada día del año, nunca salía con la misma chica. Su nombre había sido vinculado a innumerables mujeres. Autumn, por su parte, se vio obligada a casarse con Charles sustituyendo a su hermana, quien se había escapado. Su único deseo era divorciarse después de un año. Ninguno de los dos había esperado que se enamoraran el uno del otro. Tampoco esperaban que el mundo entero los desafiara. Una ex novia quien causa problemas cada dos por tres. Una hermana fugitiva quien regresa con la intención de recuperar a Charles. Una suegra que siempre se entromete en sus momentos íntimos. ¿Te gustaría leer más? ¡No dudes! ¡Vamos allá!
Cuando volvieron a encontrarse, Jason dejó a un lado su paranoia y su orgullo y abrazó cálidamente a Chelsey. "Por favor, ¿vuelves conmigo?". Durante tres años, ella había sido su secretaria de día y su amante de noche. Chelsey siempre había cumplido sus deseos, como una obediente mascota. Sin embargo, cuando Jason declaró sus planes de casarse con otra, ella optó por dejar de amarlo y dejarlo ir. Pero la vida dio giros inesperados. El inflexible cortejo del hombre, el bebé que ella estaba esperando y la avaricia de su madre la llevaron poco a poco al borde del abismo. Al final, sufrió mucho. Cinco años después, cuando regresó ella, ya no era la mujer que había sido. Sin embargo, el hombre había hundido en una espiral de caos de cinco años.
Scarlett se casó con un hombre al que nunca había visto antes. Un año después, finalmente solicitó el divorcio a su misterioso marido, con la esperanza de llevar una vida pacífica como mujer soltera. Pero aparentemente el destino siempre tiene sus propios planes. Se decía que Elias, el gran jefe de una empresa millonaria, era un hombre que no tenía ningún interés en las mujeres. Curiosamente, prestaba mucha atención a Scarlett. No pudo soportar tanta pasión del hombre, Scarlett le mostró su certificado de matrimonio y le dijo: "Soy una mujer casada. ¡No puedo salir contigo!". Este tomó el documento y sacó una foto mientras sonreía. "¡Aún mejor! Ya es hora de que me presente. ¡Hola, soy Elias Roberts, tu querido marido!". Scarlett estaba conmocionada. ¡No podía creer que su misterioso marido fuera en realidad el CEO de una importante empresa! ¿Cómo sucedió esto?
Joelle pensó que podría cambiar el corazón de Adrian después de tres años de matrimonio, pero cuando se dio cuenta de que ya pertenecía a otra mujer, ya era demasiado tarde. "Dame un bebé y te liberaré". Sin embargo, el día en que Joelle se puso de parto, Adrian viajaba con su amante en su jet privado. "No me importa a quién ames. Ahora ya he pagado lo que te debo. A partir de ahora, no tenemos nada que ver el uno con el otro". No mucho después de que Joelle se fuera, Adrian se encontró suplicando de rodillas: "Por favor, vuelve conmigo".
Durante dos años, Bryan solo vio a Eileen como asistente. Ella necesitaba dinero para el tratamiento de su madre, y él pensó que ella nunca se iría por eso. A él le pareció justo ofrecerle ayuda económica a cambio de sexo. Sin embargo, Bryan no esperaba enamorarse de ella. Eileen se enfrentó a él: "¿Amas a otra persona y siempre te acuestas conmigo? Eres despreciable". En cuanto ella firmó los papeles del divorcio, él se dio cuenta de que era la misteriosa esposa con la que se había casado seis años atrás. Decidido a recuperarla, Bryan la colmó de afecto. Cuando otros se burlaban de sus orígenes, él le dio toda su riqueza, feliz de ser el marido que la apoyaba. Eileen, que ahora era una célebre CEO, lo tenía todo, pero Bryan se encontró perdido en otro torbellino...
Rhonda era una chica que amaba demaisado. Después de que su novio de varios años perdiera su trabajo, ella no dudó en apoyarlo económicamente. Incluso lo mimó, para que no se sintiera deprimido. ¿Y qué hizo él para devolverle el favor? ¡Engañó a Rhonda con su mejor amiga! Ella estaba tan devastada. Para hacer que su ex infiel pague, aprovechó la oportunidad para casarse con un hombre que nunca ha conocido. Eliam, su esposo, era un hombre tradicional. Él le dijo que él sería responsable de todas las facturas de la casa y que ella no tendría que preocuparse por nada. Rhonda se rio de él y concluyó que era uno de esos hombres a los que les gusta presumir de su habilidad. Pensó que su vida de casada sería un infierno. Al contrario, Eliam resultó ser un esposo cariñoso, comprensivo y hasta un poco pegajoso. Él la animó a ascender en la escala profesional. Además, la ayudaba con las tareas del hogar y le daba carta blanca para decorar su hogar. No pasó mucho tiempo antes de que comenzaran a apoyarse mutuamente como un verdadero equipo. Eliam sabía cómo resolver los problemas de la vida. Nunca dejaba de acudir en ayuda de Rhonda cada vez que ella estaba en un aprieto. A primera vista, parecía un hombre común, por lo que Rhonda no pudo evitar preguntarle cómo podía poseer tantos conocimientos acerca de diferentes áreas. Pero Eliam siempre ha logrado esquivar esta pregunta. En un abrir y cerrar de ojos, Rhonda alcanzó la cima de su carrera gracias a la ayuda de su esposo. La vida les iba bien hasta que un día, Rhonda encontró una revista de negocios global. ¡El hombre de la portada se parecía exactamente a su marido! ¡Qué significaba eso! ¿Eran gemelos? ¿O le estaba ocultando un gran secreto todo este tiempo?