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Historia

Capítulo 4 HUYENDO

Palabras:1669    |    Actualizado en: 28/02/2023

XAN

ue la reunión se posponía para otro día, y estaba por colgar cuando de lejos escuché como Tyler me gritaba “por supuest

—espeté

dejarla en el hospital, supuse que se encontraba dormida porque tenía la cabeza

a, además se encontraba con la boca ent

nsamientos se fueran hacia otros lugares que no quería,

, no, puedes dejarme por aquí y tomaré

ndo esta mujer, además cuál era su problema por ir al jodido

qué tipo de droga te dio y te aseguro que no será nada bueno, adem

ruborizó— le rogaría que me follara —habló demasiado rápido y con lo intoxicada que estaba, apenas le en

stá haciendo efecto; no sé qué hacer, no quiero fo

qué me siento así? —cada vez

í, parecía que trataba de resistirse al efecto de

iba subiendo poco a poco, me tensé

da de ceder; mi autocontrol, con esta chica, es

hablara, al parecer se había dado cuenta de nuestra interacción en la parte traser

ontra mí para tener más fricción. Puso sus manos en mi cuello y me besaba al mismo ritmo que yo. El oír sus gemidos hacía qu

s llegado. La bajé del auto cargándola, con sus piernas abrazando mi

sobre todo necesitaba subir a mi recámara. Vivo junto con los chicos, cada uno tiene su espacio, lo único que compartimos es la sala común, la cocina y el centro de

s? —pareció pen

es un nombre ordinario y

lvieron a abrazar la cintura y la ll

aún tenía mis pantalones puestos. Me iba a besar,

redondas y sus pezones saltaron al contacto con el frío, cintura estrecha, caderas anchas y ese culo, me divertir

encanta esa inocencia, aunque sus ojos

donde estaban mis manos, lo desabroche y me baje todo de golpe, se

piernas —la quería probar, así q

etas y me quedé ahí un momento, chupándole el pezón y amasando la otra teta, con una de mis manos; seguí ba

ntí su sabor en mi lengua, quería oírla gemir más, quería oír cuánto le

zó a balancear sus caderas, colocó su mano en mi c

el envoltorio del condón, me lo coloque y la

estrecha, que sentí que

ta que sentí, que se apro

igual que ella, mi orgasmo ya se

alcohol que ya tenía en su sistema; por eso la dejé descansar, yo también neces

, se pegó a mí, me abrazo

NGE

s cien veces, además tenía un dolor de cabeza espantoso. Poco a poco fui abriend

dentro, ni tampoco sabía cuánto tiempo llevaba ahí. Salte de la cama y comencé a vestirme, no encontraba mis bragas, así que solo me puse el sostén y enseguida el vestido, bu

anoche, si alguna ocasión me ves por la calle, h

se abrió la puerta. Entro una chica, era hermosa, tenía los ojos azules y estaba muy b

aún me faltaba; la chica se me quedó viendo, y yo a ella, pensé que tal vez era la esposa del tipo con el que llegué anoche

entí que me quitaba un gran peso de encima cuando me dijo esas p

onrisa y un poco avergonzada, parecía qu

engo que ir —y salí como

puedo llev

esperando —salí de la propiedad y me subí

recordaba al tipo con el que me había acostado, ¿por qué no podía hacerlo?, lo único que recordaba er

su cuerpo, o su nombre. ¿Me habrá dicho su nombre?, ni siquiera

o mi número para que me llamara, pero... ¿Y si solo q

a, no quiero parecer alguien desesperada, además ni

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