pero impresionante a la vez, dejaba ver sus piernas largas y tonificadas, tenía u
sus flores favoritas de manera encantadora, se acercaron en dirección hacia su auto, para así ir a
ítu
rando a que la mesera tomara su pedido, se miraban fijamente, igual de enamorados que en el p
stante cerca del local en el que estaban, era bastante tranquilo y con poca luminosidad, perfecto para la ocasión. La pareja caminaba tomándose de las manos, yendo hac
ó el momento para hacerle la propuesta que llevaba maquinando en su cabeza durante meses atrás, hasta la actualidad. Fue entonces, cuando con los nervios de punta,
or, ¿aceptarías
o, sin esperárselo ni creer que fuera verídico lo que estaba sucediendo, se
laro que qu
su dedo anular, abrazándose y diciéndose lo mucho que se amaban, fue un hermoso momento combinado con el entorno de su alrededor, desde ahí, Matilde c
fin había llegado su gran día, y cada quien andaba en sus asuntos, Matilde, por su lado, con su mejor amiga, Charlotte, quien iba a ser la madrina, estaba a
a este punto solo por brindarle Macarrons, siempre recordaba esa tarde con felicidad, comparándola con la actualidad, fue entonces cuando se dio cuenta que dar el primer paso
res blancas, cintas satinadas, globos de un color marfil, vestían el arco, alrededor de un gran arco en el altar. Todos los familiares, amigos y
ese mismo día. Franco, al verla, se admiró de tanta belleza, sus ojos brillaban mucho más con la luz del sol, es la indicada, sentía que su vida iba muy de prisa con la boda, pero eso era lo que deseaban ambos. El cura, Francis
guiendo el ritmo de la melodía nupcial, al llegar junto con su
ando que usted la respete, la ame y la tenga siempr
o a su hija, seremos uno solo. Pierda cu
acercarse un poco más, dijo unas palabras a los futuros esposos y de
por esposa a la señorita Matilde Fou
ranco besando s
usted por esposo al señor Franco D
tó Matilde con u
empre! porque lo que está unido por Dios, no lo separa el hombre. -Al no haber impedimento alg
sta alianza como prueba de todo mi amor -poniendo en su dedo anular derecho -Matilde, recibe esta alianza como prueba de todo mi amor -Franco colocó el anillo en
s, se notaba el acuerdo de su amada hija con la decisión tomada del matrimonio. Franco se acercó a sus pad
" les comentaron casi
e de luna de miel a Inglaterra, pues los padres de Mati, le obsequiaron la estadía en unos de l
on, levantaron sus copas y les desearon muchas felicidades en esa nueva vida ya de casad
las invitadas solteras, se puso en posición de lanzamiento dando la espalda a todos y zas... el bouq
e lo esperaba, ¡a
d de aperitivos, las copas se mantenían siempre llenas. Los padres de Matilde son los dueños de los viñedos: Vigne du Fournier cerca de París, aquellos viñedos son inmensamente grandes, se pierde a la vista, las bodegas dó
ara que todo marche perfectamente con los trabajadores del viñedo. Le gu
, tomó el vuelo a Londres, el viaje tardaría más o menos una hora veinte minutos. Es un vuelo corto, pasaran cinco días hos
estaba adornados con colores entre fuertes y suaves, le daban un toque a la imaginación, todo el servicio estaba a disposición de los esposos Dubois, Matilde no dejaba de admirar el lujo del lugar, siempre pendiente de los viñe
velas daban una tonalidad color naranja suave. Matilde se acercó a su esposo y lo acarició y besó con mucho
n hechas para sentir el placer, sumergirse en el éxtasis de la pasión desenfrenada. Franco acariciaba a su amada por todo su cuerpo, esa mujer delgada de hermosos ojos y de piel tan blanca c