r la cual todavía deseas seguir viviendo, una melodía que to
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ignorado por la joven estrella, la cual era custodiada por su
ella simplemente se alejó, pues debía irse ya de ahí, estaba
hacer así que espero que me disculpen – dijo la joven de larga cabellera
uerido dar declaraciones sobre su supuesto romance con el joven con quien se le ha visto en estos dí
da lenta y armoniosa, que se amenizó aún
un ritmo más rápido y la voz
era con la letra, mientras sonreía al ver como
l. El hombre de larga cabellera gris le miró de mala gana. pues
o. El joven rubio le miró con el ceño fruncid
ro, además, esas canciones no son tan buenas como para que
e dijo el viejo, a lo que el joven
tenían una oportunidad de brillar como querían. Él deseaba con todas sus fuerzas ser un famoso músico, pero por el hecho de que su padre
iera e insistiera en que no tendría ningún futuro si seguía por aquel
entro de esa enorme y lujosa limusina que lejos de hac
ía, incluso llegó a convertirse en una famosa cantante sólo con decirle a su padre que
de alcanzar su sueño y una vez que estuviera en la cima, le dedicaría todo eso a ella y era así como lo hacía, pero a pesar de
muy parecido a ella, sólo que su primo vestía de negro, pues estaba encargado de su seguridad. Él era un año mayor y ya n
sa -. Es sólo... que me incomoda tener que cambiar otra vez
y sólo tiene alumnos con buenas notas, seguro no te molestarán, y estarás aprendiendo bien –dijo Nahum
quiero... aunque sea una vez... – bajó la mirada,
por interés, primero porque era hija de un empresario famoso, reconocido y millonario, después porque era una famosa cantante que en estos momentos ocupaba
no para las palabras de aliento,
tomando su celular y alejándose de Hanalise, la cual sólo volvió a mirar por la ventana mostrando sere
ajo habí
s cosas. No le emocionaba irse caminando, pero su padre le había castigado de esta manera por haberse ido a presentar a u
ía un famoso guitarrista y demostraría que la música era su ca
ía hacia él justo cuando le quedaban sólo dos cuadras para llegar a su destino. Sintió
ó con fuerza, cerrando sus ojos, pero sólo pudo oír una ruido
ar a su primo Nahum cuando se bajó del automóvil apresurada a ver qué ha
que acaso no tenía ojos
co le miró con sorpresa, pero no la reconoció. Hanalise notó como éste abrazaba una
fijarse con quien estaba hablando, para él sólo era una chica maniática que lo insul
enseñaron a mirar la calle antes de cruzar? O por lo
es culpa mía –dijo el rubio levantando su mochila, la cual se había caído al suelo al momento de la impresión que se habí
quién soy –respondió Hanalise un tanto arrogan
culpado conmigo, niña loca –al decir esto último, el rubio retomó su camino, dejando
ue tomada por la de su primo, impidiendo que saliera corriendo detrás
talmente opuesta a eso, pues era realmente insoportable. Hanalise era presumida y malhumorada y odiaba que los medios la ent
vámonos, tenemos dos minutos de retraso –al decir esto, su
o el concierto en vivo de esa chica; era Hanalise Hernández, la idol más popular y famosa del último tiempo. Se detuvo un moment
Fuese o no Hanalise Hernández, agradecía ya
e, sin prestar atención a todos los suspiros que lanzaban la enorme cantidad de
úsica, pues su sueño era volverse un famoso cantante y dejar a todos con la sensación de
abello rojo y ojos de color aguamarina sólo les ignoró, pasándolas de largo mi
as enamoradas, pero no eran de su agrado para n
do y divisó a un chico de cabello azabache algo desordenado, el cual
aludo con su mano, mientras qu
sin mirar a quien le había hablado, pues él era as
en frente de él, mientras que sacaba un cuaderno
que su amigo había escrito, mientras que por la puerta entraba Neithan con cara
udó Sergio, también haciendo un gest
de brazos y dejando su mochila en el asiento junto a Sergio, mientras acomod
elirrojo, sin quitar su vista de aquella letra
e daba un golpecito con su codo a Sergio, el cual sólo se limitó a emitir un inexpresivo "hmp". El
lausos eufóricos llamaron la atención, tanto de los t
pero se sorprendió al lograr divisar sólo una limusina negra, porque era la misma de esta mañana. No entendía cómo es que él había llegado ant
presarle atención alguna a los cuchicheos que solta
a perfecto –respondió Guillermo a muy sereno, sin embargo, no pud
chica de verdad era la famosa Idol Hanalise Hernández y se dio cuenta de ello cuando la vio bajar de la limusina y al instante
na loca fuera del salón, para poder ver a su adorada estrella más de c
ocupada, el cual tenía el cabello negro tomado en una coleta desparramada que se asemejaba a una piña, m
de ir a ver a esa idol, mientras que la única mujer que había quedado en el salón era una joven de cabello castaño, que le
ergio, notando que el rubio se veía un poco fuera de s
ras tanto no les prestaba atención, pues ya había encontrado el ritmo perfecto
os tomarnos las cosas en serio –los otros dos lo miraron y asintieron co
transfirieron de escuela –dijo Neithan algo decepcionado -. De
toque bien, habrá muchas caras nuevas –comentó Sergio ahora, el cual se veía un poco fastidiado con
e año, nadie les convencía, lo bueno era que hoy por fin comenzarían con los clubs y ellos como sie
ntraba mirando por la ventana, se puso un poco inquieta, como temerosa, aunque e
clase distinta, hasta que por fin logró sacar el puntaje suficiente para ubicarse junto a él en la clase A, pensando en que por fin podría conocerlo y ha
les al parecer estaban bajo sus órdenes. Hanalise estaba en medio de los tres, siguiéndoles los pasos hasta que por fin pudo ingresar al edificio en medio
tros colegios en donde había estado, le daban ganas de gritar, seguro sólo duraría unas semanas y tendrí
les y un cuerpo bastante desarrollado. Aparentaba ser muy joven, así que a Hanalise le pareció raro cuando leyó en la plaquita que tení
Sanders, la cual hizo un gesto de mano y al instante unos cuantos prefectos comenzaron a dispersar a la multitud,
n los de deportes, artes y concursos musicales, al parecer en esta escuela tenían un buen club musical, lo que en cier
la puerta para ingresar a una oficina, la cual estaba
ue a ella no le interesaba que Hanalise fuera una estrella, lo que agradecía, porque en todas partes
mos a poner las cosas claras, para mí no existe ninguna diferencia entre tú o cualquiera de mis otr
car, insatisfecho con el trato que se le est
stro angelical y a su forma dócil de ser, Hanalise siempre terminaba siendo aceptada por todos, pero esa aceptación siempre era falsa, siempre todos los que se acercaban la veían como la estrella y no como la chica, incluso los h
quien los recibió y ojeó un momento. Tessa se puso de pie luego de esto y se encaminó hacia la puerta-. Ahora sígueme, te mostrar
re sí, lanzaban bolas de papel e incluso gritaban incoherencias, pues cuando su
sus dos amigos que comentaban sobre la letra de la nueva canción. El rubio, por su parte, seguía pegado a la ventana, no
era muy linda, tenía unos ojos preciosos, que la hacían lucir inocente y tierna, pero al parecer
ue siempre que veía se sentía alegre y feliz, le emocionaba el solo hecho de tenerla cerca de sí, de que ella le
e cabello. Sus ojos, eran de color verde jade, realmente hacían un bello contraste con ese cabello. Samanta era la única persona por
alegría, pero enseguida su rostro cambió al notar como Samanta desviaba s
omento puso una expresión triste en su rostro, pero a
mantenía interesado, sin embargo, por un momento sintió una especie de escalofrío y al voltear hacia su costado derecho, unos puestos más adelan
sólo siguió en lo suyo, seguro ella era una
os rubios y ojos azul cielo, muy parecidos a los del Harrison. Ino Wilson era su nombre, quien
n un susurro la joven, mirando de reojo a su mejor amiga. Nei
mbién los de su amiga por Sergio Bernal, pero para ella, eso era un caso perdido, Sergio jamás le haría caso, por eso ella también se había resignado. Hubo un tiempo en el que Ino estuvo muy enamorada de Sergio,
ación sentimental con un chico de su
llas dos extrañas líneas rojas, que tenían la forma de colmillos. Él se acercó, sentándose junt
nna –saludó a la joven,
iempre que le veía era así como se sentía. No estaba segura
de sacar algo de él, cuando de pronto su mirada se desvió hacia la puerta, por donde vio p
no, la hermosa joven que acababa de entrar tenía todo lo que siempre h
que no podía creer su mala suerte al tener que compartir el salón con aquella -según él- neurótica joven -. Bueno, como se habrán dado cuenta, hoy ha llegado una nueva alumna a nues
ejaban de ver a Hanalise con ojos de estrellas, incluso las
elegante ante todos, sonriendo como si fuese la persona más dulce sobre la tierra. Al instante, la mayoría de los chicos ahí pr
Hanalise Hernández, estoy muy feliz de estar aquí y espero llevarme bien con todos, gracias por aceptarme –dijo de manera dulce y ama
talmente desconcertado, fue Neithan. ¿Quién se suponía que era ella? ¿Acaso la misma chica de la mañana que
e fingiera tan bien
tu discurso de niña tierna, eres una mentirosa... –pensó aún un tanto
la chica castaña de ojos negros. Hanalise asintió con la cabeza, dejan
la ojiperla, logrando que las mejill
sentada a mi lado... s-soy Micaela... –se presentó la joven tímidamente, causando una sonrisa en
la Hernández sonriendo amablemente, pero esta vez su sonrisa no era fingida, no
do de unos pasos presurosos, al igual que el incesante jadeo de cansancio por haber corrido. En ese instante, la puerta se abrió de golpe, dejando ver a un ho
s guapos de la escuela, al igual que otros que había. El profesor de matemáticas, Bruzoo Eduard, quien
ceja, mientras todos los del salón excepto Hanalise -pues no comprendía nada por ser la nueva- reían levemente y con disimulo, ya que todos
unicó simplemente Tessa para luego salir y dejarlo frente
mente estos se cansaron y él pudo ponerse serio-. Bueno, alumnos, creo que es momento de comenzar con la clase, pero antes, veo
ía escuchado de la sub directora que esa jovencita tan popular estaría e
os los proyectos en grupos, escogeremos a los delegados de la clase mañana, y claro, también escogerán
almente Neithan, que gritó a todo pulmón lo feliz que le hacía la noticia. Por su parte,
las presentacion
el timbre para el receso, Hanalise había corrido como un alma en pena hacia la azotea de la escuela, pues había e
cante, tener un momento de paz en un lugar donde sabía que no tendría demasiada, todos la reconocían y sentía miedo de que -co
ió a la azotea de la escuela, pues ahí nadie le molestaría, pero al llegar, la hermosa imagen de Hanalise, con sus ojos
y una falda corta de color gris- le lucía realmente bien. Y estando ahí, parada y disfrutando del ambiente,
ese instante Hanalise caminó hacia el frente, topando con sus delicadas m
evitar perderse en la letra de esa canción, además... esa jamás la había escuchado, así que, sin pens
armonía. A Neithan le gustó aquella melodía que la voz de Hanalise provocaba, mezcla
tención del rubio, que no dejaba de apreciar aquella magnífica esencia que ella
Ella lo sacó de su bolsillo, mientras que Neithan aún pensa
ba a apagar la grabadora, decidió dejarla ahí por más tiempo-. ¡No, no diré nada sobre ese sujeto, ya he dicho que no es mi nov
peraba que una joven tan decente y educad
ón se descolocó totalmente cuando vio al rubio parado junto a la puerta, mirándola aún sorprendido
ández, esa que no era un ángel como todos pensaban, pero si alguien lo sabí
tament
ero muy buena idea, sólo que... jamás imaginó que a partir de este momento ya n