que le diría esta vez el médico tratante de su madre. Todos en el hospital la conocían por sus
más temprano. La hora de vi
er de mediana edad, l
e el Dr. Miller me pidió que lo vi
La enfermera tenía una mirada complicada en sus ojos, ella estaba al tanto de la situación de Vivían y
r. Miller te pidió que lo vieras, ento
eis meses para ser exactos, cada mes iba y preguntaba por la evolución médica de su madre.
con rapidez y le temblaban las manos, aunque su mamá tenía un diagnóstico fin
spero a que le indic
eada por el sol. El Dr. Richard Miller, había sido muy comprensivo y amable con ella desde que la conoció. La había apoyado en todo el proceso
una sonrisa amable.
bedeció y lo miro expectante. Ambos gu
ayudarte, soy consiente de tu situación económica
no dijo nada. Pero, podía adi
ncelar, si no lo haces en un plazo de treinta días... - el médico bajo la c
aba sin
inta
la ayudaría dándole tiempo para que ella cancelara las facturas pendientes, pero en seis meses, no había podido conseg
pación, l
in mencionar los constantes medicamentos que
iba a
o que impedía que fuera a ese lugar. El pensar en acostarse con un hombre que no conocía por dinero, hacía que su estómago se retorciera. P
icantes al hombre fre
tiempo. Por favor, no deje que saqu
corazón pareció haber sido flechado. Sin embargo, Vivían no había dado pie en ningún momento para
uir el dinero, las normas del hospital son muy claras, es
luego pregunto
es el mon
y dijo sin rodeos
ta mil d
s ojos sorprend
nta mil
mencionar los gatos del hospital. Ella está en una de la
enía razón. La salud era costosa en Estados Unidos y
e me hagas tiempo, conseguiré
estaba en su contra y que la vida era muy cruel con ella. Primero, dándole esta enferm
to de decir algo, pero sus palabras quedaron en sus labios, no tuvo el
...............
mol. La elegante propiedad tenía vistas a Green Park. Tras una reja de hierro forjado se alza
, una quietud vacía se extendía por todas partes. Los sirvientes activos y silencio
gustaba la música, así que poseía varios instrumentos musicales. Pero su favorito, era el piano. Era su orgullo y
e ofrecía ningún consuelo. Solía, escribir canciones y luego vendría
nversionistas; sin embargo, no
. La tenue luz de la lámpara iluminaba levemente su rostro, mostrando la f
rgo la mano para tomar el vaso de whisky. Alzo el vaso y examino e
or de s
de estaba cuando Brenda lo necesito. Ella había e
la joven esposa de Julius. Desde luego no había reaccionado de la mi
ojos en ella, no en la
rla y fue flechado por ella. Su dulce inocenc
iado
amarla. Demasiado t
omenzó a caminar de un lado al otro a lo largo de la habitación, los pasos aplastaban la alfombra de bajo
cuchado hablar de sus escándalos en el círculo y su reputación como don juan. Era un desp
e murieron su hermana y su cuñado. La potestad de sus sobrinos paso a él. Pero, si Brenda hubiera tenido un hijo, Logan no hubiera podido heredar el dinero. ¿
e investigara el asunto, pero decidió que era algo sumamente importante y muy
e Logan frecuentaba un club en la calla cercana al capitolio. Al parecer, se trataba de u
Julius, solo era una sospecha, no sabían a ciencia cierta si ha
sin base y menos sin nada que lo respaldara, acusaciones que implicaban la mujer de otro
en el senado. Su reputación como hombre íntegro se traducía en poder e influencia. Una pérdida de credibilidad o cualquier escándalo perjudicaría sus esfuerzos por lograr hacerse
s. La razón le dictaba que reconociera que existía una pequeña posibilidad de que
r sus principios a actuar con objeti
o. Tendría que investigar a Logan, tal vez incluso volverse su amigo, hasta que encontrara el modo de ponerlo entre la esp
a verdad de c
uestión de