dos buscando una respuesta, ¿de dónde venían esos gemidos?, fue hast
r la preguntas de Bruno, una pregunta fuera de lug
¿qué te pasa? -cuestionó
ionando tal situación, ya que Alejandro sí sa
annia estaba consternada por lo que estaba pasando, este debía ser el día más feliz d
Bruno má
aquel hombre, que ahora tenía sus ojos bien abiertos, y un gol
sintió morir, cuando miró a su
a y evitaba llorar, no quería humillarse an
o en aquella grabación, tapó su boca con s
har aquellas palabra
esa era su maldita voz, era la voz de Bruno con la sup
es lo que parece, déj
hacer o que cara poner, ahí estaba ella frente a una igl
uién sabe desde cuándo: -No quiero que
igas se acercaron a ella e intentaban abrazarla, pero quitaba sus man
aba preocupada en ser descubierta, nadie debía saber que ella y Bruno hab
has dado Laila, lástima que ho
do intentaba no derramar lágrimas, quería ser fuerte, no quería demos
devolvió y acertó un golpe, un puño cerrado en el rostro de Bruno, jus
timado de esta manera, hubiese dado mi vida por ti, ahora, solo eres una
iglesia y las manos de su padre la detuvieron por la cintura, se acurrucó en su hombro como una niña y rompió en
atrás de ella iba Bruno suplicante, ambos negaron y decidieron sali
o explicar, no pienses mal de mí, déj
le importaba que tuviera que decir, había estado con otra u otras mujeres y aún así se atrevió a culparla de
l trasero -le habló Marc furioso, apunto de golpea
uién más lloraba, escuchó un golpe y su padre, Roger, estaba a su lado
sas, das vergüenza Bruno, das vergüenza -soltó con furi
iban directo hacia Antonio y Alejandro, qu
an herido de esa manera, no merecías esa canallada, pero te aseguro q
erza, se alejó de él e hizo una reverencia
hasta el auto donde estaba su padre, quitó su tiara
iero irme, llévame lejos d
su padre la llevara solo quería salir del radar de t
sa? -preguntó ofr
ambiarme
uitó su maquillaje en medio de un llanto, ya que de verdad se veía hermosa e
s por una pareja y ya no se podía hacer nad
en los viejos tiempos -le dijo su padre tratando de restarle
acostarme un rato y dormir, ¿
arraba por dentro, se preguntaba si alguno de los que estaban en la iglesia lo sabían, quería preguntar si alguno sabí
esando, no era esto lo que como padre quería que vivi
muchas cosas y que no estaba seguro de su relación con él -me dijiste muchas veces que Bruno no me con
a le resultaba, ni siquiera las car
te sucedió esto, pero más adelante encontrarás la
los invitados, me siento burlada, padre, te juro que me siento que todos se
tan frío como para burlarse de algo tan cruel como lo que te hizo Bruno junto co
lor disminuyera, pero al menos lo tenía a él, quien siempre había sid
a? -preguntó M
ó y devolvió la sonrisa, una que disfrazaba
bre no merece siquiera llamarse hombre, sé que esto duele y mucho, sé que vas llorar y está bien, pero te vas
vantar como siempre lo he hecho, pero ahora
a era su fiel compañera de vida y regresar