UNO:
Nada sale de la nada, nada se destruye ni nada se
ciencia, pueden hacerlo a través de su energía
Un mito o leyenda. Puede darle poder e inmortalidad, pero
ntes desde lejos y las coníferas llenaban los caminos con sus hojas, que habían cambiado de color. El ve
, luego de un verano lleno de ilusiones, se
y el agua congelada que jamás dejaba de sorprenderla. El hielo y el frío cautivaban su alma desde que había nacido, y con entusiasmo, rendía honor a su nombre, controlando el hielo, a
én la ciudad. Sus ojos celestes pálidos y con una pupila bien definida, como la de un perro siberiano, pero dulce e inteligente, se encontrab
ra y amiga del Circo, Almendra, quien se había acercado hast
que se le pasaba a Crista por la cabeza, pues, a pesar de que miraba el tiempo con anhelo desde que la conocía, sus ideas y pensamientos variaban. Algo b
compañera, se quitó con un suave impulso de sus poderes alquímicos las hojas que l
asta la carpa, luego de pasar la fila de cabañas de madera e
, rojo y naranja, haciéndole honor. A su vez, un gran cartel anunciaba el nombre del Circo en letras grandes y el lugar estaba adornado de guirnaldas con luces, que de noche se prendían para iluminar el ambiente, dándole colorido con pequeños cristales de colores frente
dentro de la parte trasera de las carp
sta, mientras revolvía en su cajón de madera q
sma decidiste ponerlo ahí para no tener que buscar en tu gran
hombros sin responder
nción estaría
rendieron centrándose en el maestro de ceremonia
un espectáculo que fascinará a cualquiera que haya perdido la alegría y hasta a quienes aún la sigan conservando co
sentada desde una silla dándose los últimos retoques de s
estrenaba ese espectáculo del Circo. Sin embargo, para Crista ningún d
o Couleurs, por su gran control de las flamas en el escenario, pues, su habilidad residía en
mirada, segura, de color ámbar, mientras su cabello castaño r
ás claro, de las y los adolescentes que se dejaban deleitar no solo por sus ojos y habilida
on una sonrisa y luego
emonias en una voltereta hacía atrás desaparec
o a Crista que vestía un hermoso vestido de bailarina clásica, de color blanco, con pequ
ontaña de hielo, la cual salía de una pileta llena de agua que ella estaba congelando en el momento. Los violines comenzaron a sonar
tobogán de cristal se abrió paso frente a ella. Bajó mientras daba vueltas sobre sí misma y casi llegando a
ionaron con fuerza, mientras las pequeña
rotagonista, mientras actuaba sobre el escenario defendiendo a las pe
ielo que él esquivaba en saltos, mortales y volteretas, mientras la música de l
anzarle ataques a Feuer con sus ráfagas de viento premedi
parramó por la carpa y cayó en la cabeza de todos los que all
a la ayuda de Almendra quien con sus plantas acurrucó a las niñas y trat
metal fundido, se posó sobre el escenario entre, Crista y Feuer, que luchaban con sus ataques mient
miraba con atención el espectáculo mientras apreta
s fue en iguales partes y el resplandor de las llamas encandiló a los espectadores. L
se acercó hasta ella. La tomó de la cin
parte cercana al escenario y luego
raron y saludaron con
fijarla sobre un espectador en particular. El cual, al notar su atención pos
de la carpa, pero lueg
sat
s de Crista, su nueva en
ligeramente ante
tras se sumía en el bosque, a la espera, co