de irse y llevarse a Rose, no podía hacerlo, ya no tenían a donde ir, John lo había dej
la vida de Rose en sus manos y permi
uestiono John derrotado-¿Ahor
traré que el único dueño del corazón de Emily era yo y q
l ceño y negó
es algo a
hombre tan estúpido, no podía creer que la chica de sus sueños lo había elegido por
nciar su nombre-impugnó John s
a vuelta, pero antes de irse lo miro de reojo-prepara tu equipaje,
uáles eran las intenciones de Elías al decir que no pretendía dañar a su hija, pensó que seguramente era m
es matar a tu propia hija, yo no te detendré-Los labios de Elías formaron
do encontrarlo quizás para no perderse o tal vez para hacerlo entrar en razón, pensó en hacer muchas cosas, pero al final
ara de que su voz hubiese sido escuchada por él, pero Elías lo había escuchado fuerte y claro, así que un
staba acostumbrado, la sumisión, mostró una sonrisa blanca y no dud
pronuncio de tal forma que John sintió como si le hubiese lanzado una daga al pecho y que había comenzado a desangrarlo, sus ojos se llenaron de lágrimas, enfadado consi
car sobre los ventanales y las pisadas de Elías que se alej
pesadilla que había planeado durante dieciséis años. Camino con elegancia hasta regresar a la
volver al pasado y volver a ver a esa joven universitaria que le había robado parte de sí mismo para no devolverla jamás. Cuando se dio cuenta de su presencia
ue su hija se preocupara, pero por mas que tra
lo frente a ella y al dirigirle la mirada sus ojos se llenaron de lagrimas,
la última vez que la vería, no sabia que era lo que Elías estaba planeando, pensó que tal vez se la había q
e que permanecía parado observándolos. Entrecerró los ojos desconfiando de aquel tipo, la vibra que emanaba
llanto, pero Rose no se dejó engañar fácilmente, sabia que algo había
se pasado entre ambos hombres, era seguro que no lo sabría, su padre no e
ba satisfecho sabiendo que Rose no sufriría si es que Elías cumplía su palabra, pensó que si su
agradecerle por todo lo que había hecho esos dos últimos años, pero sintió que en ese momento nada le haría cambiar de parecer. Sus ojos se nublaron de l
adre alejándose levemente de e
é? ¿
lías quien observaba y escuchaba con interés esa conversación-debo trabajar para pagar todo lo que
, él únicamente asintió, pero lo hizo más por cortesía hacia la chica que
cto públicas, no porque le resultaran asquerosas sino porque eran incómodas de ver, prefería ver a chicas besándose en una discoteca o a una pareja follando en un rincón
hacerlo sufrir. Se levantó de su lugar siguiendo la sugerencia, aunque más que sugerencia John ha
con la intención de separarlos. Rose frunció el ceño alarmada por la idea,
su padre y nadie más, se sintió renuente a dejarse llevar por alguien ajeno a ella, pero antes
estaba acostumbrado, a las golfas que vestían mini faldas y un escote pronunciado, del tipo de mujer que se arriesga a salir aunque sabe muy bien que por como va vestida puede ocurr
ien para sobrevivir, frágil y testaruda no era su tipo de chica, pero al tenerla entre sus
o de voluntad hubiese impedido que ese desgraciado tocara a su hija, pero no tuvo la fuerza, s
no estaba bien, el comportamiento que había tenido su padre no era propio de él, quería mantener sus pensamientos alejados de lo que estaba ocurriend
ciones sobretodo porque su mano sujetaba firmemente su pierna. Rose llevaba puesto un pantalon grueso, pero aun asi pudo sentir como el calor que em
frir, respiro hondo y luego solto un suspiro lentamente creyendo que tal Elias haria o diria algo al haber inhalado
le habia dado una orden ya que el anciano solo asintio con la cabeza, dio media vuelta y
or instinto mientras su mente estaba perdida, no parecia ser el mismo hombre animado que ansiaba