ítu
rañable amiga del padre de los dichosos días de su paso por Lyon, en Francia. Ella era una mujer burguesa y millonaria, perteneciente a una de las familias más prestigiadas de todo
Pelusa. Todos soñaban con algún día poder viajar en un barco así. R
pasa
s a enojar
me enojaría?
ando a Federico a un callejón -
o molesto y le iba a dar una bof
te trajera. Él no quería pero yo lo c
s lo que
ar con
a hablar contig
obre C
iquillo pendejo? - gritó Federic
no te mentí cuando te avisé que mi
ndó el viejo marr
yo estoy aquí, y si se entera m
te
o sé que es pero va a intentar algo para des
.... ¿Tú com
que te pase a ti me
a salir con que t
umplí con
pues ahor
a a intentar hacerle daño a su hermana. Fuera como fuera él no lo iba a permitir. S
militares llegó aparentemente de improviso, arrestando a todos los niños. Federico fue separado del resto y llevado a una mazmorra, donde uno
Carmelo - dijo don Mercedes al general Avitia
Mercedes. ¿Dónde
ger de mí? ¡Si eres un pobre mocoso...! ¡La voy a encontrar y tú
a, pero fue abofeteado por el general ha
uscaron a Clara por todo el puer
n poblado cercano, por lo que se vio en la necesidad de liberar a todos los presos, incluyendo a los
ras su hermana estaba a salvo donde el viejo
pidió de favor a su entrañable amiga francesa, llevarse a Clara como su criada de compañía. La mujer benevolente aceptó. Y justo cuando los militares buscaban a la niña por
dad que tendría una mejor vida y que sería feliz donde fuera. El niño aunque estaba
pues: Claridad Domeq Feure-Dumont. Que se educaría en casa, con maestros particulares como correspondía a una jovencita de su clase. Aprendería la lengua, modales y tendría una vid
icio no descansó en su búsqueda. Pero con los años perdió totalmente la esperanza de verla de nuevo.