stos, dirigiéndose nuevamente al interior de la casa o simplemente la habrá abandonado atravesando el portón abierto como lo hizo hace unas semanas. Tampoco sé porque me
idos que dan una pequeña caminata en la cual sus zapatos solo se encargan de pisar todo lo que tienen por delante. Su ignorancia y la falta de un cartel que diga "no pise el césped" me indignan y las horas de esfuerzo de Luisa con esas flores
o la tela de mi vestido, me dispongo a subir las escaleras. Cuando finalmente me encuentro en el segundo piso me dirijo al lugar don
saparecer y deja
cerrar la puerta detrás de mi), e
lo ima
raro. Dice que no
dedos sobre la tel
Si, c
a convincen
e tu chape con Agustín. ¿Ahora se te
celos a él (suspiro)
a de es
gustín dó
uía sangrando un poco p
.
, al parecer mi padre lo había acordado así para que
formas geométricas se dibujan y se deshacen solas gracias a pequeñas franjas de luz que ingresan por la ventana e iluminan un poco el interior de esas cuatro paredes. Luego de permanecer un largo rato mirando el techo como una estatua, acepto el hecho de no poder dormir y que casualment
lular y me propongo como objetivo escribirle un mensaje largo explicándole, pero me quedo en blanco. Finalmente logro un "Necesito que
e desconecta, haciéndome perder todas las esperanzas. Suspiro, indignada y vuelvo a dejar el celular deba
é que está delante de
se forme en mis labios, similar a la de una niña a la que le han rob