ofreciéndomelo para que lo tome. ¿Es en serio? ¿Quier
acia su rostro, buscando algo que me ayude a entender su petició
cerle? ¿Qué se hace en este caso? Pero si digo algo,
yo mientras me guiaba fuera del salón, hacia donde estaban mi madre y su compañero. N
a recibido minutos antes. Se sentía pesado, como una carga, y tenía la impresión de que Marco me había marcado
abandonadas. Una vez que encontramos el vestido adecuado y dejamos instrucciones sobre dónde debían enviarlo y cuándo, como había indicado mi madre, nos dirigimos a una joyería. Se suponía que también de
entre ellos unos de oro dorado y blanco, mientras yo me quedaba a su lado. Si las pe
xigirme que mostrara algo que no podía dar. Siempre pensé que si algun
azalete; el collar es hermoso, pero no -inf
comprar una gargantilla de oro blanco con diamantes? La vi completamente embelesada por es
a atrás de mí. Abrí la boca para pronunciar una palabra, pero mi intent
-dijo en voz baja, enviando
r; no solo había un juego de joyas, sino que había más, y podía de
negarme, pero mi
en todo eso; solo un jue
ba a dar algunos obsequios -La forma en que dijo "mi prometida" me hizo te
¿No es así, hija? -me animó, o más bien me obligó a que le siguiera. Y cu
spondí,
, enfocando su atención en una joya brillante q
ió y sacó la hermosa pulsera de su pie-. No es nec
probación, sugiriendo que la tomara, y no sé por qué obedecí. Me llevó hasta un asiento para que me se
í sin moverme. Solo sentía cómo el brazalete acariciaba mi piel,
raño de su parte porque no parecía el tipo de hombre que hiciera regalos o fuera atento con una mujer. Pero, no sé
para levantarse, acomodándose el
itándome a que yo avanzará p
os volvió hablar, solo nos fuimos de allí como un par
staba dejando de razonar correctamente, pensando en una únic