testigo de una verdad oculta. Marina y Javier se reunieron en el acantilado, lejos de las miradas del pueblo y del caos que Antonio había desatad
ada de Javier, la forma en que evitaba mirar directa
omo si cada palabra pesara una eternidad-. Dijiste que estabas separad
se la frente con gesto impaciente. Se escuchaba
enzó a decir, pero
que estabas separado, si la verdad es otra?-preguntó
a noche parecía inte
, pero la verdad... la verdad era que estaba en un limbo. Pensé que si te lo decía, te alejarías. Y no podía soportar la idea de pe
Los recuerdos de la pasión, de aquellas promesas susurradas
tura momentánea? ¿O una excusa para limpiar tu co
cio por un largo instant
ro hay cosas que no se pueden cambiar de la noche a la mañana. Te lo conté de esa forma porque temía perderte, porque creí que, de alguna manera, podr
torbellino de emociones. Mientras el eco del mar golpeaba la orilla,
tó entre sollozos-. ¿Continuar amándote cuando sé que
el viento. Javier bajó la mirada, consciente de que c
ahora me doy cuenta de que mi propia confusión me ha llevado a engañarme, y a mí mismo-dijo, con vo
r contigo qué harás?-preg
Yo nunca quise terminar el matrimonio, a ella le metieron ideas en la cabeza y terminó crey
aron mirando la inmensidad del mar, cada uno
ra de traición y desilusión. Javier, por su parte, se enfrentaba a un abismo personal, entr
mientos e
ri
uro juntos? He entregado mi corazón, pero ahora cada latido me recuerda que fui engañada. ¿Seré ca
vi
te también me he traicionado a mí mismo. ¿Cómo enfrentar este caos? ¿Cómo limpio la estela de engaños y vuelvo a ser el hombre que te
e el camino por delante estaría lleno de decisiones dolorosas y recompensas inciertas. Quizás, en el sil