r la parte de haber visto al Alfa transformarse y bañarse desnudo. Sabía
ierna no era lo único que me había arruinado en mi aventura nocturna. Las frías aguas del estanque, y las horas que pasara sin
a regañadientes los caldos pestilentes de Tea, temblando, ahogándome, gimiendo cada
consciente, perdida en ese duermevela de fiebre que parecía llenarme la cabeza de nubes calientes. A pesar de todo, la forma en que me acarici
r. Tomarás un té que te hará dormir, y no
ntir, ignoro
. Me senté en el jergón y sentí el leve peso de una delicada cadenilla en torno a mi cuello, de la que colgaba un dije liviano y frío. Lo alcé agachando l
acercándose-. ¡Aguar
y lo inspeccioné con mis dedos. Era una p
pied
l, pasando a mi lado para colgar u
ar? -exclamé
mbros, enfrentándome
ionaba contigo. De modo que le ped
s como platos, y tardé un m
? ¿Acaso querías matarme? ¿O te
con un pie en el otro mundo, así que no perdía nada con intentarlo. Te tr
. Y la sorpresa me inmovilizó una vez más
mi voz-. ¡Está todo nevado! ¿Qué día
-respondió Tea c
sé dos meses
a a la cara. -Y por qué crees que me ar
, al paisaje invernal sumido en el silen
é sobresaltada-. ¡La Luna
izo olvidar el calendario.
ndida y Tea revol
ate y vístete. Debes prepararte
Ni que fuera
tas. Iremos juntas, a cerciorarnos de que n
y su sonrisa se sumó a la
n junto con sus dos amiguitas, y
sus dos amigas incondicionales eran la principal fuente de agresiones y calumnias sobre mí. Tal vez Tea estaba en lo cierto, y después que ellas s
tre que era mi cabellera, has
abelludo dolorido-. Deja
a crítica. -No es mala idea. Corto será
forma de luna creciente, mirando sin ver
visitó el otro
a con tijeretazos enérgicos. Mi cabello era lacio y sedoso, y d
s meses. ¿E
oda y se inclinó par
niendo a preguntar precisamente por ti? Como
me salvó del león?
bosque llam
s los lobos consideran suyos el bosque y el Valle. Porque así es, les pertenece. Y no