or
verla, por algún motivo que desconozco al entrar en el salón sentí una mirada penetrante en mí, miré a
go! -le mentí y tome asiento, p
elanie mi hermana menor qui
n la revista trabajando -res
- dejé la carta sobre l
o tienes que preocu
i siquiera que hace ahora tu
esta mañana desperté cerca de las once del día, me
e de ti? -me pregunta
de rosas como en esos libros q
rque aún no tienen hijos -me reprocha
re lo mismo una y otra
í, el hijo de Lautaro
no los tenga, apenas cumplí el mes pasado 35 años -notaismo, ya e
r el momento no espero tenerlo, mi prioridad es
años? -me reí al es
n bebe o un niño más gra
iorella, para eso t
gradecí, al terminar el almuerzo ella se retiró y nos quedamos con Mel a charl
mamá te presiona t
rá como paso con Cin
te! Ella no puede
-le dije y beb
ni en pareja
a universidad? -cambie de asunto y le
istración de empresas, además conseguí un puesto de trabaj
! Pero cuál e
ue cambie nacionalidad
problema! Eres joven y ad
mamá ¿Quién c
a apoyar, siempre estuvimos las tres para todo -e
ad? -nos interrumpe un hombre y
su cara me parecía familiar,
hace un año, te ayudé con tu empren
ue no lo reconocí! -mire al otro hombre que estab
e ayudo ¡Mi amigo! -lo señalo y él me sonrió tan bonito que ahora yo no podía despe
iro su mano y la tomé, en ese acto se
mi cama y fui hacia la cocina, me serví jugo y al mirar la hora ya era muy tarde y Lautaro aún no regresaba, entonces decidí ir y darme una ducha, a lo mejor fue a comprar para cenar, al
dice al día siguiente Laura quien me ha
es tan grave -d
e viaje y mucho menos no puedo creer la poca comunicación
les en la
tar juntos, no hay amor, di
r a Marina, necesito ayu
para darle fin -al oír sus palabras supe que tení
aje de mi marido, no podía creer que aun ni un mensaje me envió, decidí olvidar esto por un rato y me concentre en leer, pero la puerta de uno de los consultorios se abrió y cuando levante mi vista estaba él, quien no hab
alió de su consultorio y salió hacia la calle
-dijo él y al mirarlo me perdí en
o sé porque me puse nerviosa,
esposa -al oírlo me sentí mal y
que más decirle, en ese momento mi celular vibro y cuando lo saque d
rovoco que el tocara mi mano y me encendiera, rá
ijo sin quitar s
ias! -lo reci
ice Marina, quien ya había regresado, me levanté tan rápido q