dor de sus lágrimas. Sus ojos, enrojecidos y vidriosos, miraban hacia la oscuridad, como si esperara encontrar allí una r
como un cuchillo al rojo vivo. Aquel dibujo... su retrato, hecho con tanta delicadeza, con tanto amor. Mathias la había plasmado en el papel con la m
o llevara. Sin embargo, cuando nadie miraba, lo recogió. Y lo gua
lo "el gordo grasiento" había sido una de las peores cosas que pudo haber hecho. Pero en ese momento, ser p
ones, y cerró los ojos con fuerza. Su corazón latía con
puerta del ba
La voz de Mathias l
muy abiertos. No esperaba verlo allí. Él h
scuros y profundos, la analizaban con una mezcla de cansanci
hablar, pero s
ó, como si est
ventar excusas. No me
ió una punzad
s -dijo en voz
sentía? ¿Qué quería retroceder el tie
hasqueó l
o creí en ti. Pensé que tal vez tú... -hizo una paus
ó Samantha, con los o
rio si
so ahora. No d
ncio tenso e
atoraban en la garganta, que no importaba cuánto inte
tó de repente,
frunció
é co
ó un papel arrugado. Lo desplegó con cuidado y, aunque e
s parp
r qu
año, pero fui cobarde. Porque tenía miedo de que me
apretó l
tir mejor? ¿Qué guardaste un
cabeza, las lágrimas
o. Pero tenía
na mano por el ca
mí, Samantha. ¿Qué t
saliva con
dones. Solo... quería
viento frío los envolvía, pero el calor de
athias dio un
era de perdonarte a ti misma.
, se dio la vue
do, con el dibujo entre sus man
rdido la única opo
había vue
da, su corazón golpeaba con fuerza contra su pecho, y las lágrimas amenazaban con v
antes. No había ternura en su mirada, so
ción y dejó caer su mochila al suelo sin importarle el ruido. Necesitaba desahogarse
etadas y garabateadas con desesperación. En él estaban las palabras que nunca se atrevió a decir, lo
asó las páginas hasta ll
a
a y lo vi. Me estaba dibujando. No sé si lo supo, pero me estremecí. Me miraba con el mismo detalle con el que plasmaba cada traz
sintiendo cómo las lágrimas escapa
bía amado.
no cuando más lo necesitaba,
con frustración y p
a
s ojos. Vi cómo bajó la mirada. Quise correr, abrazarlo, decirle que no era verdad, que era el chico más increíbl
o con un golpe seco. No
, observando la calle desierta. Mathias había re
su perdón. Cuest