era un holgazán. Exigía demasiado trabajo y él hacía poco, encima de que me encargaba hacer su trabajo a la par con el
en los que tenemos que trabajar. Bien sabemos que eso solo s
a mi novio para salir por ahí juntos y pasarla bien. Ya hacía mucho tiempo que no nos veíamos
í, a las cinco de la tarde. Dieron las cinco y media y las seis y no llegaba. Entonces intenté llamarlo y no hubo respuesta. Entonces pedí un taxi pa
n. Algo me indicaba que me estaba mintiendo. Mientras subía las escaleras, solo podía pensa
n. Ya había pasado tanto tiempo que había olvidado que la tenía. Abrí la puerta y, al entrar, no vi a nadie. Supuse que seguramente estaría en su habitación. No
de coraje y dolor empezó a formarse en mi garga
graciado! No
ro no logré hacerlo lo suficiente como para que no me alcanzara
azón, ¿a
ada en ese momento. No era que no quisiera, sino que no
por mi bienestar mental y por mantener la paz y tranquilidad del lugar, me fui sin decir ni una
dejó venir con fuerza. Estaba lejos de casa, por lo que caminar hasta allá no era una opción. Vi una cafetería y m
to y es que me hacía sentir bien. Su sabor dulce de la mitad glaseada combina
entrar a un joven apuesto, alto, moreno, con ojos hermosos. En cuanto entró, nuestras miradas hicieron contacto, por l
eda sentarme a
iese tenido un gran día y no es
haría bien, mientras hacía tiempo para que el clima mejora
e llamas?
ría reflejada en su cara;mientras
Valentina Ca
cuenta, ya había parado la lluvia y aparentemente ya podía regresar a casa sin problemas
nción en volumen bajo y muy poca gente dentro. Precisamente cuando salimos, había un charco enorme de agua entre la banqueta y su auto. Él quería subirme al asient
atractivo, pero no necesariamente por su físico, sino por su personalidad. Era amabl
al edificio dond
, no te
puerta y tomó mi mano para ayudarme a bajar cuidadosamente. Por una parte, no quería subi
s posible entrar al baño y mirarme al espejo. Esperaba que al día siguiente, cuando tuviera que entrar al sanitario, la horrible pesadilla que había tenido por la mañana se hubiera disipado. Tratando de evitar cruzarme con mi reflejo en aquel bañ