img El desprecio por ser embarazada  /  Capítulo 8 MENTIRITAS | 14.81%
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Historia

Capítulo 8 MENTIRITAS

Palabras:1593    |    Actualizado en: 03/10/2024

l aparcamiento del Manhattan Mall y lueg

quieres i

gí de h

enseñó a no ser exigente, y no es que co

ntonces y parar en las ti

pejarme y a escuchar su conversación. Como usaba el teléfono del coche, oí todo lo que le decía a su ayudante, que se llamaba Shawn. No hablaban de nad

plan -dije, est

ial y la primera tienda que vi fue Emporio Baby. Sonreí y la señalé. Bal

do entramos-. Esta es

visto tanta ropa de bebé en un sol

bebé ni

pondí con

a y empezamos a mirar los jerséis. Empecé a ojear la sección y Baldo soltó una carcajada. Lo miré con el ceño fruncido y luego

las manos y se la ense

nr

orque algunos decían cosas como "La princesa de papá, el ángel de papá" y muchas más frases similares. Me entristeció porque ella nunca co

ldo. Tenía una camiseta blanca en las manos qu

r

a compr

. No pude evitar sonreír cuando lo

o de que Baldo me resultaba atractivo. Él estaba fuera de mis límites, y yo estoy emba

son muchos ase

es un asesi

alté al oír su voz tan cerc

miré sus o

tás

en

ando en ropa d

son

lugar correcto. Puedes

a en mis manos

o todo lo que

e tenía en las manos, se

cinco y seis veces al día. Todavía no tenemos camison

bebés. ¿Había h

de mi cara, respondi

ué un poco esta mañana antes de i

. -intent

ó la c

e sepas que mis intenciones son puras al cien por cien y seguirán siéndolo. Mi madre

si

staba muy a la defensiva. Quería protegerla de ellos. Entiendo por qué eres tan protectora contigo misma y con tu b

con la

sí, lo

con la

mos a necesitar unas cincuenta prendas m

servaba con una sonrisa en la cara. Fruncí el ceño, pero seguí comiendo. Hicimos una pausa en las compras del bebé porque e

Fruncí el ceño cuando siguió limpiándose la inexistente comida de la cara. Sacudió la cabeza y cogió mi servilleta. Se inclinó sobre

ré cuando termi

llevarse la siguiente

Cuando tuve la boca llena, volví a meter el bocadillo en el envoltorio y me limpié la cara. Sabía que Ba

en cuando está comiendo -afirmé masticando una patata fr

reírse de alguien cuando está com

e que está bien -me sonrojé ante sus palabras, avergonzada-. No te avergüences tanto, parecía

se la lancé. Él la cogió con la

s por l

ayoría de los de veintiocho años no se comportaban tan gu

y luego le saqué la lengua. Infantil, pero diver

ios por hac

a. Nadie me roba las patatas

gí de h

de los idiomas que se habla en Bélgica es el francés, y las patatas fritas fueron

abeza y solt

lugar, pero sí, sé que las patatas

ranceses tienen qu

ó las

no lo

nr

aprendi

con la

ancia te puedes ca

ño y negué c

erría alguie

ro tu prometido, el amor de tu vida, muriera,

con la

se es el sentido del "hasta que la muerte nos separe". Está muerto, nos hemos sepa

n ella, si te lo estás pr

con la

untara dónde está mi marido? Diría, h

r

gan decir eso

e vuestra ley o cultura -dije con c

ablar de leyes francesas?

gí de h

volví a levantarla con una s

s patatas f

í la

os ad

soy. ¿L

comida. Técnicamente soy adulta, pero también soy adole

verdadera edad o s

unca ha hecho

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