ndo en el despacho de su padre con
uelta y la encaró co
As
l cuello de su padre con los brazo
suspiró e
rás y la miró fijamente a los ojos. Su rostro sólo contenía fas
la mano. Olfateando, se bajó de su regazo y se sentó en el suelo, miránd
í. Ahora vete a tu habitación. Estoy ocupado-. La miró con d
ayeron las lágrimas, pero esta vez era por cómo la trataba su padre últimamente. D
uzó con la de ella y la miró con dureza. -Aprenderás a llevarte bien con
do y mucho menos llamado mocosa. Siempre le decía
ese lado de su padre y e
ra, pero no hacía nada para que desapareciera. En
biertos y llenos de miedo, pero su padre seg
ambi
se le llenaron de lágrimas y cuando llegó, se tiró en la cama a llorar. Todo
pudiera hacer para evitar que
do de la comida masticada durante la cena.
alment
za en la palma de la mano. Sus ojos seguían rojos e hinchados por la sesión de l
e su padre resonó
el plato. Levantó lentamente la vista
dijo con voz s
iró fij
go que deci
eció en ella cuando vio el brillo travieso en
llá de su fachada, apar
a. Se volvió hacia Asley y le guiñó un
silencio que
bajo la mesa y sonrió
ones de esta mañana- recitó las palabra
y-. Dijo Samuel
an difícil?-
mirada. Se levantó y emp
a vivir con n
cayó sobre el plato, ha
cabas d
idamente y jugó con el d
vista, sintiendo que la confianza se disparaba en ella, y miró fijamente
limitó a mirarla. Al cabo de un rato
inguna hija mía desagrade
la y corrió a su habitación. Solo u
o
io sonrió a Asley y se volvió hacia las escaleras. -Puedes pensar qué c
ntió con
pá-, murmuró
e él que sabía que las cosas nunca volverían a ser com
olvieran a la normalidad. Que el
fuera
. Él había notado su gesto de dolor cuando lo hizo y se apartó lentamente. Ocultó s
s escaleras, pero se detuvo cuando se dio cuenta del problema. Su habitación
da presión sobre
papá-,
dio la vuel
¿
ó y le mir
n la maleta? No pued
ndida. Se acercó a el
, ¿por qué no puedes?-. Le pregun
ban a veces y su cara se llen
azada-, dijo
etuvo y la m
ra a cara con una foto suya de bebé y le sonrió suavemente. Sus ojos se desviaron h
iempo?-, s
minando sin mirar atrás para ver si él la seg
viste
s años-. Murmuró. -No
iar en ti para contárte
y otra vez en su mente como un disco rayado. No podía detenerlos por mucho que lo intent
jarla ir? No era la mujer que él creía que era. Era mal
levantó la vista para ver a su madre
ella, besándole la mejilla. Su mad
s que hablar-.
tó a su lado y giró e
. Ella
nombre. Un ceño fruncido se
acordado no volver a menci
Amaia me había llamado esta mañana para decirme que para cu
jos y se recostó en el asiento. Los recuerdos de ella siguieron s
or, madre-
n en la voz de su madre y Dalton sabía que le
míos-
qué estás
torvamente a su madre, que lo
n míos
tuyos-. Dijo su madre c
me divorcié de ella-. Volvió a enterrar