ia de las tendencias europeas. Había sido una experiencia inolvidable, pero regresar a casa tenía un sabor especial. Extrañaba a su familia, a quienes adoraba con toda su alma. Sin embargo, h

lejos, temiendo arruinar la amistad o que él solo la viera como la "hermanita" de

s padres. Estaba radiante, con un vestido sencillo, pero elegante

á -saludó con entusiasmo

ves hermosa hoy -respond

dre, observándola con o

ondió Avy mientras comenzaba a servir un poco de café -Por c

sus planes de negocio. Sus padres la escuchaban con atención, cada vez más impresionados p

hacía falta esa complicidad entre hermanos que siempre ha

o. Al entrar a la oficina de su hermano, se encontró con una imagen que la dejó sin alient

Avy, esforzándose por

dió, dirigiéndose a El

ntó la vista,

que vendrías. ¿

s a todos -respondió ella, ac

isa encantadora que siempre hacía que

mosa -dijo, dándole un abrazo y

as se sonrojaban, pero disi

ien. Ese traje azul te queda perf

mos a comer? -propuso Eliezer

vy, mirando fugazmente a Marcus a

ijo Marcus, recogiendo sus cosas. Al pasar

frío recorrer su cuerpo al

ando momentos de su infancia. Avy se sentía feliz de recuperar esa conexión con Eliez

ar y quería que todo fuera perfecto. Mientras trabajaba en sus diseños, su mente viajaba inevit

, con su perfume embriagador, no dejaba de rondar su mente. Desde que la conocía, siemp

había quedado de desayunar con su amiga Kelly. Se encontraron en su café fav

empre estás ocupada -

Siempre viajando por el mund

n, Kelly notó algo q

rar -dijo, señalando discretam

intió cómo su corazón s

erdad? -preguntó Kelly

te -respondió Avy, nervios

os. Amiga, tienes que hacer algo

migo de mi hermano. Solo me

s, ¿quién puede resistir

responder cuando escu

ver -dijo Marcus, acercándose a

que el aire

ervino Kelly, notando que su amiga es

uí y las vi. Quise saludarlas

invitarte a unirte a nosotras -sugirió K

na reunión en un rato.

-respondió Avy, finalme

n placer verlas -dijo Marcu

os antes de mirar a Avy c

vas a dejar pasar

elly. Es c

es que sigas suspirando

ocupada por aquel breve encuentro con Marcus. En algún lugar, una chispa de

or para confesar lo que sentía. Lo que no sabía era que, en ese preciso momento, Marcus también pens

dudas y anhelos, soñaban con un futuro que