a inexplicable, a pesar de no conocerla en absoluto. No solía dejarse
a mejor vista de la joven, quien continuaba disfrutando del viento en su rostro
e giró hacia él, dándose cuenta de que
ubierto, y desvió la mirada hacia el me
neradas de su círculo de amigos, con el objetivo de que él eligiera con cuál de ellas se casar
a esa chiquil
una sorpresa -murmuró para sí mismo. Dec
ción de la joven, qui
e estaba allí pa
ue no estaba seguro de ir, creo que sería la oportu
involucrada empezaría tan pronto. Pero mientras más rápido comenzara
de ac
o, debes verte mejor que todas ellas -una sonri
, sin entender a qué
line se impactó ante la imagen que tenía al frente, se veía notablemente diferente con aquel costoso vestido rojo ceñido a su
audia, visiblemente sorprendida
ía era llamar más la atención de la que ya recibía debido a su aspecto peculiar y único. Ser pelirroja
nerviosa por la larga noche que le espera
tió y comenz
das se cruzaron. Celine se sintió cohibida ante la profundidad de sus orbes grises, que sin ningún disimulo la repasaron de pies a cabeza, llenos de impresión. ¿Cóm
n color ámbar. Además de sus esparcidas pecas que adornaban su rostro pálido, con facciones sencillas. Su nariz era pequeña y salpicada de pecas, resaltando su belleza natural. Sus labios, de un
imera vez usando aquel incómodo calzado y apenas podía mantener la postura que le había enseñado Claudia. Aunque los minutos que estuvo ex
un reto caminar con esto -alzó un poco de su v
observándola detenidamente, grabando a fuego aquella imagen en su m
e asi
esto le robó el aliento a la pelirroja, los latidos de su desbocado corazón le impidieron reaccionar y al darse cuenta, era arrastra
a dañaba, que no la volvía añicos. De pronto lo miró por el rabi
aclarando su garganta con disimulo. Mientras que e