EL
opa, recuerdos, platos, sábanas, utensilios, comida, y un poco más. También estaba mirando a mi madre quién parecía llorarle a s
queño jardín del
is hermanos a sus 32. El día de hoy tiene 45 y su rostro aún luce joven. Sólo que descuidado. Pero de eso me encargaría luego, haría que mi madre bri
perlas y un collar de perlas
apoya su cabeza en mi hombro. Escucho
lista-mentiras, aún no mandaré a hacer
to fal
i. La tumbará
o la t
taba haciendo de mi vida feliz al ver a mis pequeños hermanos felices. También a m
aves. Era el final, nos estábamos mudando. Me di la vuelta
Qu
stantine ladeó una sonrisa que me pareció
ge sus hombros
o c
a al barrio que se estaba perdiendo, le di la última mirada a la casa en la que había crecido. Y me di cuenta que p
iloto, y mis hermanos me
¡Dinos,
saber en dónde
quédense quietos-espetó mi madre y el
arto más grand
rodé m
ización donde viviríamos ahora. Owen y Mary se quedaron boquiabiertos al ver casas hermosas, lujo
pero me sentía
y bajó primero que nosotros para ayudar al m
Podemos bajar ya?!-gritó Mary viendo
ntern
Ma
boca entre abierta de la segura impresión. En su rostro había un rastro de lágrim
reerlo-espeta palabr
ra-termino
ién lo hicieron, corriendo directamente a la casa sin cuidado alguno. Abrí la puerta del lado en el que ella es
ntro. Mis hermanos habían dado la vuelta y seguro estaban mirando la piscina. Saco las llaves de mi jeans, y abro la puerta princip
imenea apagada, el televisor que cubría el tamaño de la chimenea encima,las ventanas que dejaban a vista a la piscina, los niños co
eal y mágico, que se me fue difícil entender que ya mi vida estaba repuesta, que ya no e
ro, cruzó sus rodillas y pa
... to
en? ¿perfectamente? T
estro alrededor
e g
e dud
estoy acostumbrada a e
una m
mpoco,
s al mism
... bueno contigo-l
l. Porque está siendo bueno conmi
í.
a otro mis hermanos están dentro de la
mosa! ¡M
o más cool, Stella!-
abello. Toco su nariz con mi dedo,
er las habitacio
onstantine las di
?-Owen tiene el
uido todo ésto?-
detenemos frente
, yo s
oz suena de
a, sí
sus hombros y seña
lemas, ¿sí? Ya
s, pero a mitad de las escaleras
xclaman al mismo tiempo
un suspiro
aci
adea una sonr
es ibas
iba a decir que era tu asist
al, Stella-t
ie
e ra
ros y observo detalladamente a Constantine Aga
é opina tu ma
un paso despacio y él me sigu
mos acostumbrados a los lujos Consta
n acostumb
el
no conmigo-me rio, hac
rcado su rostro muy cerca del suyo. Casi puedo sentir su respiraci
é ha
o contigo
suena. Pero es imposible cre
has dad
rimera vez desde que
s hechos
no estés haciendo ésto