ada Elizabeth junto a un Matías algo normal, pero con los labios hinchados. Toco la ventana
. En estos caso es lo mejor, además de que quiero
a es lo que menos importa, la cuestión es no irme con Wade. Giro hacia
miro fijamente sin parpad
sera y entro rápidamente. Balbucea algo q
caminar hacia el a
exy, lastima que no m
la vía. Puedo ver hacia atrás a un Wade jalando su cabello, el cabe
puede que mujeriego y tú tienes la intención de preguntar s
S MI MENTE, NO MI MA
ta de que te estás d
.
del hielo, sabe
vill
i alrededor, detengo mi vista en la casa a
odo queda e
rovisor-Como no respondiste en tod
e me
e y es
no me dices qu
ncia y ya pre
ídos ante tal grito de
r no se note
u madre. Está no es mi casa, pero es donde vivo y como ustedes no tienen camas ni do
quiero ahorita es pelear co
aquí hubo empezado desde ahí y estaría bien, ya
me inte
argumentos de que no lo haría. Me estiro y jorobo con pereza, ellos bajan y caminan a la entra
de ropa, solo espera aquí que llevo a tu madre al cuarto y regreso por ti-asiento.
o h
en, quiero d
lguien de mi categoría podría comprar algo así. Camino hacia las gigantes ventanas a mi izquierda y obs
, no pue
dormir -Matías apúrate, deja de hacer cosas con mi madre -bajo mi cab
o mis ojos. Lo sigo escaleras arr
s manos en las rodillas y lo veo cruzado de brazos-¿Qué? Como y no engordo, tampoco hag
egra con dorado y una figura de un lobo aullando en oro en la parte de arriba, él abre l
uerme co
sarás -me da unos pantalones de
y reboto en ella, mi vista se dirige a un cine en casa y los lentes 3D en la mesita al lado de la cama, el techo es color blanco, tengo puertas a mi derecha y a mi izquierda, los condu
ncuentro es con un armario enorme lleno de ropa y zapatos de hombre, todo tipo de relojes y pulcer
grande de brazos si él no
o de este, las abro y me encuentro con afeitadoras, depiladoras, una máquina de cortar cabello, en otra encuentro con toallones, me voy a el armario
ongo un boxer que encuentro envuelto dentro de la ropa, luego los pantalones y de último la franela, agarr
e duer
debe estar en su casa durmiendo plácidamente s
sando en
sentidos, el frío y ese olor encantador me hace
.
ulo c
a grande, amplia y suave, con sába
pesar de haber dormido mucho tiempo, sient
ño. Mi corazón late rápidamente y la idea de que un fantasma ronde por el cuarto me pone la piel de gallina; abro la puerta cuidadosamen
va a dar un