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Kendall y Hannah han sido mejores amigos de toda la vida, es más, estudiaron juntos la universidad, y la misma carrera con el único sueño de ser dueños de uno de los imperios automotrices más grande de los Estados Unidos. Ese sueño ha sido logrado, Kendall es el CEO de la empresa, y Hannah es la directora comercial, ambos se sienten felices, y satisfechos de sus logros, salvo por que una cosa les falta en la vida; el amor. Kendall y Hannah están solteros desde la secundaria, ambos tuvieron pareja hasta que llegaron al último año, y sus relaciones terminaron. Ahora, están en la espera de poder encontrar al amor verdadero, sin saber que el amor verdadero está a tan solo unos pocos pasos de ellos.
Kendall Smith, nació el 24 de Septiembre de 1997, su mejor amiga, Hannah Sprouse, nació el 24 de Septiembre de 1997, salvo que ella nació tres horas más tarde que Kendall, y aquello lo convirtió en el mayor de los dos.
No eran de la misma familia, pero sus madres eran mejores amigas desde que, literalmente, estaban en pañales, y a pesar de todas las cosas que pueden vivir las mejores amigas durante su relación de amistad, ellas seguían siéndolo, y por tanto, Kendall y Hannah habían crecido considerándose no solo mejores amigos, sino que también, habían crecido considerándose hermanos.
Kendall siempre vio a Hannah como su hermanita menor, y siempre le había molestado que, cuando él la defendiera a ella, los demás niños les molestaban diciéndoles que eran novios, y eran niños que tenían en ese entonces, solamente, 11 años como para pensar en esas cosas de adultos.
Hannah también siempre le molestó esa situación, porque ella también veía a Kendall solo como su mejor amigo, pero aquello no les importó en absoluto, los dos prefirieron desistir de juntarse con los chicos que les molestaban con el tema, y seguir siendo amigos, hacían de todo juntos.
Ir a jugar a las máquinas del parque de diversiones era su pasatiempo favorito desde los 9 años que sus madres comenzaron a darles permiso para salir solos a donde fueran, y para ello tenían un lugar específico que era su favorito; el parque de diversiones.
Una noche de un sábado, el padre de Hannah les llevó a ambos a dicho parque, y gracias a él fue que conocieron el lugar donde enlazaron aún más su amistad.
Como costumbre, cada sábado en la noche se iban juntos al parque de diversiones a jugar a las maquinas, les encantaba el juego del baile en pareja, y el juego de carreras, y el juego de hockey de mesa.
Hoy es 24 de Septiembre de 2023, y ambos, están celebrando su cumpleaños número 25 con su familia enn el parque de diversiones.
"Chicos, de verdad que no los entiendo, ¿Por qué quisieron venir a celebrar su cumpleaños número 25 con nosotros en el parque de diversiones? Digo, ¿Por qué no mejor celebrar su cumpleaños con sus compañeros de trabajo en un lugar más juvenil como un bar?" dice la madre de Kendall al mismo tiempo que está viendo a los chicos jugar en el juego de lanzar balones de baloncesto a la canasta en el parque de diversiones.
Ninguno de los dos deja de concentrarse en lo que está haciendo por voltear a verla y responder.
"Mamá, sé que somos adultos, sé que trabajamos, que ya somos independientes, pero nunca se deja de ser niño en la vida, y nosotros dos, aunque a veces parezca que somos muy adultos y maduros, en realidad, somos 50% de mentalidad madura, y 50% de mentalidad infantil" le responde Kendall a su madre haciendo una encesta después de haber pasado el turno de Hannah quién no ha logrado hacer más de 3 encestas de 8 que ya tenía Kendall en su poder.
"Lo que dice tu hijo es cierto Jennifer, ven, ¿Por qué no me acompañas a buscar algo para jugar las dos y dejemos que los muchachos se diviertan a solas?" le sugiere la madre de Hannah a su mejor amiga apareciendo de la nada a su lado con un vaso lleno de gaseosa sujeto en su mano.
"De acuerdo, está bien, te haré caso, supongo que tienes razón, así que, andando, ¿En dónde quieres jugar?" le responde la madre de Kendall a su mejor amiga sin quitarle la mirada a los jóvenes de encima.
"Vi un juego en el que si logras explotar todos los globos con tu pistola de agua mientras que se mueven, te dan un premio de la tienda, el que quieras escoger, y hay unas pantuflas rosa divinas que quiero para mí, ¿Vamos a jugar? Aprovechemos que tenemos el parque solo para nosotros.
La madre de Hannah se comportaba igual que su hija y como su mejor amigo cuando la ocasión lo demandaba, y aunque aquello para la madre de Kendall era un poco infantil, decidió acceder porque al fin y al cabo se encontraban en una fiesta, y debían aprovecharla para pasarla bien.
Las madres de los chicos se alejaron del lugar, Kendall terminó por ganarle a Hannah, 11 encestas de 4.
Ella estaba furiosa, porqué además de que había competido contra su mejor amigo, había competido contra el mejor jugador de baloncesto de la secundaria y de la universidad, de hecho, gracias a ese talento deportivo, fue que Kendall consiguió entrar en la misma universidad que su mejor amiga con una beca que cubría el 100% de los gastos, y aunque sus padres pudieron haber hecho un esfuerzo para pagarle la matrícula, Kendall quiso aprovechar el honor de ser matriculado con esa beca en la universidad.
Hannah en la secundaria únicamente fue una animadora del grupo de porristas de la secundaria que, por cierto, fue considerada como una de las más bellas por parte de los chicos de la secundaria, y los chicos del grupo de baloncesto.
"Te odio, te crees mucho por haber sido el mejor jugador de baloncesto de la secundaria y de la universidad" se queja Hannah fingiendo estar muy enojada con Kendall.
"¡Vamos, Hannah! No te enojes, no seas tan amargada, simplemente acepta que no eres una experta en el baloncesto, y que no tienes forma de como competir conmigo"
Hannah voltea los ojos y se cruza de brazos a la misma vez que desde una pequeña ranura de la máquina sale una tira larga de papel, aquella tira eran más boletos que daba de premio la máquina cuando un jugador lograba ganarle al otro con más de 10 tiros en tan solo un lapso de tiempo de 10 minutos.
Kendall recibe gustoso su premio, y luego, vuelve a mirar a su mejor amiga, ella está haciendo pucheros, y al ver que en sus boletos hay uno en específico que sirve para reclamar un premio del que quiera escoger de la tienda de regalos del lugar, este decide regalarle ese boleto a su mejor amiga para hacerla sentirse mejor.
Ella le sonríe, y recibe el boleto cuando él se lo entrega.
"Ven, vamos a reclamar nuestros premios, aún es temprano, tenemos esto alquilado hasta las 10:00 de la noche que cierren, entonces, no perdamos tiempo"
Pero antes que ellos pudieran irse a reclamar sus premios, dos chicos de la misma edad de ellos, bueno, uno oscilaba tener 32 años, y el otro 34, se acercaron a ellos con toda la intención de hacerlo, les saludaron, y Kendall y Hannah se miraron extrañados de aquella situación porque la única y última relación que ambos tuvieron cuando eran adolescentes, y estaban en la secundaria, ambos habían sido los que se habían acercado a las personas que les gustaba para invitarles a salir, y no al contrario, como les estaba pasando ahorita.
"Hola chicos, él es Marco, y yo soy Edward, y bueno, queríamos ver si podemos jugar con ustedes un rato" pregunta Edward; era un chico alto, medía 1,80 centímetros, tenía cabello negro, ojos cafés, labios sexys, cuerpo sexy, y personalidad encantadora, era un coqueto de primera categoría, pero a Hannah sin importarle aquello que percibía de él, le llamó la atención.
Kendall sintió la atracción de Hannah hacía el chico, ella le miraba atenta, no dejaba de sonreír coqueta también, y hasta pudo notar que ella estaba muy nerviosa.
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