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Italia 1807 El papa Pío VII tiene un nuevo capricho casar al hijo díscolo de los duques de Milán, con una señorita de intachable virtud. Cuál es su sorpresa al conocer a Francesca hija de su mayor proveedor de vino, ella es la indicada, católica, bella y obediente. El trato es claro o accedé a casar a su hija con el futuro Duque o se quedará sin trabajo. La cosa es simple. Que opinara el joven Alesso Sforza de su pronto matrimonio, nadie nunca ha desobedecido una orden papal. Se atreverá el a desafiar a la mano de Dios en la Tierra. Se avecina tormenta: • Un matrimonio impuesto • Nueva vida • Miedo, desconfianza, celos, traiciones y sobre todo mucho amor.
Ciudad del Vaticano, mayo de 1807
Dos días han pasado desde que padre y yo saliéramos de nuestra casa en Florencia y llegáramos hasta la ciudad del Vaticano. He terminado mis estudios así que de ahora en adelante podré viajar siempre a su lado.
Y algún día seré yo la que se encargue del negocio familiar, papá no está por la labor pero soy su única hija y desde que murió mama no ha estado con otra mujer o al menos que yo tenga conocimiento.
El negocio de hoy es simple, mi padre lleva años siendo el proveedor de vino de esta pequeña ciudad con techos de oro y mucha promiscuidad, nunca pensé que el clero pecara de lo que tanto predica. Pero quién soy yo para decir nada, después de todo solo soy una simple mujer.
Que primero debe servir y obedecer a su padre para después hacerlo con su esposo. Él no lo sabe pero no quiero casarme, no necesito a un hombre en vida ya tengo uno y para mí es el mejor. Me hubiera encantado conocer a mi madre, mi padre dice que somos iguales en el físico y en el carácter.
Siento que por traerme a mi a este mundo ella tuvo que morir, papá nunca me ha culpado pero no hace falta, ya lo hago yo por él.
Entramos a la residencia papal, como es costumbre yo me quedo en la entrada esperando a que resuelva todos los trámites, este en uno de los pocos lugares en el que no tengo permitida la entrada.
Hoy se está tardando demasiado, pienso mientras suspiro aburrida. Me asomo por una de las ventanas y observo el trasiego de los clérigos.
- Francesca hija mía, su santidad quiere conocerte.- dice mi padre sacandome de mi ensoñación.
Como que su santidad quiere conocerme? esto no puede ser bueno, seguro que quiere que ingresé en un convento, pero porqué? Qué he echo yo para merecer esto.
Acompaño a papá en silencio hasta el final del pasillo, paramos en la entrada de una habitación, delante de ella hay dos guardias. Está debe de ser la habitación en la que se encuentra el pontífice.
La puerta se abre para nosotros, coloco el velo sobre mi cabeza y camino con la cabeza gacha. Me acerco al pontífice hago una reverencia y beso su anillo.
- Había escuchado que eras bella pero los comentarios de la gente no te hacen justicia pequeña. Tu padre me ha contado que hablas varios idiomas y eres una fervientemente católica.-
- Si, su santidad al menos lo intento cada día.- digo bajito.
El papá es un hombre de unos sesenta y cinco años, impone mucha autoridad.
- Podéis marchar en paz, Paolo recuerda que en un mes se oficiará la boda, espero no haya ningún inconveniente.-
Salimos de la residencia de su santidad, papá está algo raro no ha abierto la boca en todo el camino de regreso a la casa de huéspedes.
Supongo que estará cansado por el viaje solo nos queda atender un negocio más aquí y podremos regresar a Florencia y está vez será por varios meses.
Después de la comida será nuestra siguiente parada. Termino de comer y subo a mi habitación para cambiar el vestido. No tardó demasiado en estar lista, bajo a la zona inferior y busco a mi padre. Este no está por ningún lado. La señora que regenta este negocio se acerca y me entrega una nota. Desdobló el papel y comienzo a leer.
Francesca siento haberme marchado sin despedirme, asuntos importantes reclaman mi presencia en Milán.
Tu viaje ya está arreglado, yo te alcanzaré en unos días.
Cuidate mucho y ten cuidado.
Te ama tu viejo padre.
Algo malo debe de suceder, nunca me ha dejado tirada y menos sin despedirse.
**
Tres días han pasado desde mi regreso, en cambio de papá aún no recibo noticias. Si tan solo supiera donde a ido, iría en su busca de inmediato, he revisado todo el despacho, ninguno de nuestros socios vive en Milán, supongo que debe ser uno nuevo pero no entiendo la razón de no haberme llevado a su viaje si siempre que tenemos un cliente nuevo me lleva con él.
Pasan otros cuatro días hasta que por fin vuelve. Llevo un total de diez días sin verlo. Así que en el momento que veo el carruaje llegar que bajo corriendo a recibirlo.
- Niña cuidado o caerás por las escaleras, recuerda que ya eres una dama.- dice mi Nana desde el fondo del pasillo.
Llegó hasta la puerta, mi padre ya ha bajado del carruaje, me quedo helada cuando veo que ayuda a bajar a una dama del carruaje. Esta le sonríe y lo agarra de la mano.
Siguen cogidos de las manos hasta que mi padre nota mi presencia.
- Hola pequeña cómo has estado? Siento la demora te presento a Margherita ella es mi esposa.-
Siento un nudo en la garganta, no soy capaz de articular palabra, claro que soy feliz si el lo es. Lo que no entiendo es porque me lo habrá ocultado.
Paso detrás de ellos al interior de la casa, papá presenta a Margherita al servicio, ella es la nueva señora de la casa. Esas palabras sin querer herirme, me hieren profundamente en lo más profundo de mi alma.
A media tarde Margherita sube a descansar, papá y yo nos quedamos solos, este me indica que lo acompañe hasta su despacho.
- Toma asiento, hay cosas que debo explicarte y no quiero que me interrumpas hasta que haya terminado.- dice papá indicando el lugar en el que me debo de sentar.
- El pontífice me pido desposarme con su sobrina, se que parece joven pero tiene ya venticinco años. Ella me hará compañía cuando tú me faltes y quién sabe si Dios me dará la dicha de concederme un heredero...-
Porqué desea casarse ahora y no antes? Se que no es justo que yo desee que pase su vejez solo, pero es que yo estoy con él. Se sirve una copa y continua hablando.
- Iré al grano no quiero dilatarme demasiado en mi discurso. En veinte días se oficiará tu casamiento en Milán, te desposaras con Alesso Sforza próximo Duque de Milán. Mañana te acompañará Margherita a la casa de modas para que puedas comprar el vestido y el ajuar.-
- Si quería deshacerse de mi, podría haberme mandado a un convento, nunca espere eso de su parte. Cuando usted siempre me dijo que el día que me casará lo haría por amor. Ahora me manda casar con un desconocido y lejos de usted. Le deseo felicidad en su matrimonio y que Dios les conceda muchos hijos varones.-
Hago una reverencia y subo a mi dormitorio a llorar, como me ha podido hacer esto a mi?. Siempre he sido correcta, educada y he obedecido sin objeción. Ahora simplemente me deshecha. Siento un sentimiento de rabia crecer en mi interior.
En menos de un mes dejare de ser Francesca Conti para convertirme en Francesca Sforza.
Mi vida siempre ha sido normal, demasiado normal se podría decir. Siempre ha sido igual, sola en el colegio, sola en instituto y sola en casa. Desconozco la razón pero nadie nunca se ha acercado a mi. Así que el día que mi madre me dijo que nos mudaríamos a un pequeño pueblo en Alaska no dije nada. No dejaba a nadie atrás ni a nada. No podía imaginar lo mucho que mi vida cambiaría pocos meses después. Yo el alma gemela del Rey de los hombres lobo. sí solo con decirlo suena broma.
Lord William Cárdigan tiene la obligación de casar a sus tres hijas, ha concertado los matrimonios desde su niñez y aunque ellas lo desconocen no es algo a lo que puedan objetar. Ser mujer en esta época no es la mejor de las opciones, Solo sirves para servir, obedecer y criar a tus hijos. Olvídate de pensar y sobre todo de conocer el amor. Con suerte si te toca un buen marido puedas a crear una amistad.
Después de tantos años simplemente dejé de buscarla. Pero aquel día lluvioso un pequeño bulto chocó contra mí. Ella poseía un aroma exquisito, estaba claro, ella era mi mate. Cuando quise mirarla vi que estaba muy mal herida. Y si esto ya era malo lo peor de todo es que ella era humana.
Serenety Moore vive una vida tranquila junto a su abuela hace casi diez años sus padres murieron en el ataque de la manada. Desde entonces vive a las afueras con su abuela. Su vida es tranquila no se relaciona con nadie de su raza, ella estudia y trabaja en un pequeño pueblo habitado por humanos. Pero como no todo puede ser tranquilidad, ni felicidad un día reciben una notificación de la manada, se celebrará un censo y tienen que acudir, no es una invitación más bien es una obligación. Allí descubrirá quien es su mate y no se tratará de uno cualquiera sino de Caleb Lewis, el Alfa más aterrador de toda América. Ella se negará y lo intentará rechazar. Por nada del mundo quiere que su vida cambie y menos al lado de un ser sanguinario y cruel. O al menos eso es lo que ella cree.
Alessandra siempre ha cuidado de su familia aunque por su edad no le pertenecierá hacerlo, cuidar de dos hermanas menores y un padre enfermo es lo que le ha tocado vivir. Acaba de cumplir diecinueve años ella tiene ganas de vivir y de volar alto, pero sabe que ese es un sueño que quizás nunca pueda alcanzar. Un día al regresar del mercado, su padre le comunica que la ha prometido, con el dinero que le han ofrecido podrán vivir mejor. Ella no se puede negar sus hermanas tendrán una vida mejor. Su mundo ha cambiado en apenas dos días se marchara de casa y su mundo no volverá a ser igual. Quién será su prometido? Y por qué ella es la elegida? Solo sabe que su futuro esposo es un duque y ella una simple plebeya.
Evangelina así es como me llamo, de todos los nombres posibles en el mundo, mis padres tuvieron que optar por este. No existe ni un día en toda mi vida que no haya sido objeto de burla a causa de mi nombre o de cualquier otra cosa. Nunca he tenido tiempo de hacer amigos, siempre moviendonos de un sitio a otro. Según mis padres este será nuestro último traslado. Aunque el cambio no me hace feliz, estoy emocionada en tres días cumpliré dieciocho años, ese será el día de mi primera transformación. Ya nunca más estaré sola. La tendré a ella, a mi loba. También está la parte de los compañeros, se que seré rechazada, no soy precisamente lo que se dice una belleza, a ver no es que sea fea pero tampoco guapa, soy del montón! Si por casualidad encuentro pronto a mi mate, seré rápida y seré yo la que le rechace. Oh eso espero. Nuevo comienzo, nueva manada, nuevo Alfa. Espero que tenga ya a su Luna. no quiero ser la típica mujer lobo que llega a la ciudad y resulta ser la maté del Alfa. Todo es muy bonito y patatin, patatatan. Sé que los cuentos de hadas no existen, ningún príncipe vendrá liberarme de la bruja malvada, me besara y seremos felices para siempre. Solo pretendo se normal, pasar desapercibida y con suerte conseguir una amiga. Lo del amor es indiferente, ya lo he aceptado, nadie nunca ha querido estar cerca de mí. Solo he sido objeto de burlas y humillaciones.
Ibiza fue invitada a un evento importante de la empresa para la que trabaja y allí se encontró con una desafortunada situación. Sin que se dieran cuenta le suministraron un fuerte afrodisiaco, el cual la hizo pasar la noche con un hombre supuestamente desconocido. Sin embargo, aquel hombre resultó ser uno de los hijos de su jefe, pero todo se tornó complicado cuando producto de esa noche ella quedó embarazada. ¿Qué sucederá cuando un padre rechace a su bebé sin haber nacido y encima de eso pretende que lo aborten? Esa es una buena pregunta si resulta que años después regresas en busca de perdón para enmendar el error que jamás debió de haber sucedido.
Corinne dedicó tres años de su vida a su novio, pero todo fue en vano. Él no la veía más que como una pueblerina y la dejó sola en la boda para estar con su verdadero amor. Tras ser despechada, Corinne recuperó su identidad como nieta del hombre más rico de la ciudad, heredó una fortuna de mil millones de dólares y acabó llegando a lo más alto. Pero su éxito atrajo la envidia de los demás, y la gente trató constantemente de hundirla. El Sr. Hopkins, famoso por su crueldad, la animaba mientras ella se enfrentaba uno a uno a esos alborotadores. "¡Así se hace, cariño!".
Kaelyn dedicó tres años a cuidar de su esposo tras un terrible accidente. Pero una vez recuperado del todo, él la dejó de lado y trajo a su primer amor del extranjero. Devastada, Kaelyn decidió divorciarse mientras la gente se burlaba de ella por haber sido desechada. Después se reinventó, convirtiéndose en una cotizada doctora, una campeona de carreras de auto y una diseñadora arquitectónica de fama internacional. Incluso entonces, los traidores se burlaban con desdén, creyendo que ningún hombre iba a aceptar a Kaelyn. Pero entonces el tío de su exesposo, un poderoso caudillo militar, regresó con su ejército para pedir la mano de Kaelyn en matrimonio.
Dos años después de su boda, Ximena perdió el conocimiento en un charco de sangre durante un parto difícil, olvidando que su exmarido se iba a casar con otra persona ese día. "Nos vamos a divorciar, pero el bebé se queda conmigo". Estas palabras resonaron en su mente. Sabía que él no estaba allí para ayudarla, sino para quitarle a su hijo. Ximena preferiría morir antes que ver a su hijo llamar madre a otra mujer. Posteriormente perdió la vida en la mesa de operaciones con dos bebés en su vientre. Pero ese no fue el final para ella... Años más tarde volvió a encontrarse con Ramon, que ha cambiado mucho. Quería quedársela para él a pesar de que ya era madre de dos hijos. Y cuando supo que ella se iba a casar de nuevo, irrumpió como un loco. "Ramon, ya morí una vez antes, así que no me importa volver a morir. Pero esta vez, quiero que muramos juntos", gritó ella, mirándolo con angustia en sus ojos. Ximena pensó que él no la amaba y estaba feliz de estar fuera de su vida. Pero lo que ella no sabía era que la noticia de su inesperada muerte le había roto el corazón. Durante mucho tiempo lloró de dolor y agonía. Siempre deseó poder retroceder en el tiempo o ver su hermoso rostro una vez más. Todo esto fue demasiado para Ximena, cuya vida estuvo llena de idas y venidas. No sabía si debía volver al lado de su exmarido o seguir adelante con su vida. ¿Cuál elegiría ella?
Después de que Ellie recuperara su verdadera identidad, se encontró en un inesperado matrimonio con el Sr. Thorpe, un hombre lisiado que era despreciado por todos. Su exnovio infiel aguardaba su arrepentimiento, mientras los demás la miraban con sorna. Sin embargo, para Ellie, su aclamado bar no era más que un proyecto secundario. Su vasta colección de joyas parecía trivial. Los mejores diseñadores estaban a su disposición. Poseía autos de lujo, grandes mansiones e incluso islas privadas. Tenía el poder de ganar prestigiosos premios y vengarse de su infiel ex y de la amante descarada de este. No obstante, para los extraños, su vida parecía aburrida, ensombrecida por la discapacidad de su marido. Un día, el Sr. Thorpe se levantó de su silla de ruedas, incapaz de mantener la fachada por más tiempo. "Ya no puedo seguir fingiendo. Mi mujer es demasiado extraordinaria", declaró. Ellie, con las manos en la cintura y los dientes apretados, se enfrentó a él: "¿Y el divorcio que prometiste?". Tocándole suavemente el vientre ligeramente abultado, el Sr. Thorpe respondió en voz baja: "¡En tus sueños!".
Madisyn se quedó de piedra al descubrir que no era hija biológica de sus padres. Luego la verdadera hija de esa familia le tendió una trampa, haciendo que la echaran de casa y se convirtiera en el hazmerreír de todos. Creyendo que era hija de campesinos, Madisyn se sorprendió al descubrir que su verdadero padre era el hombre más rico de la ciudad y que sus hermanos eran figuras de renombre en sus respectivos campos. Todos la colmaron de amor, solo para enterarse de que Madisyn tenía un próspero negocio propio. "¡Deja de molestarme!", dijo su exnovio. "Mi corazón solo pertenece a Jenna". "¿Quién te crees que eres? ¿Mi mujer siente algo por ti?", reclamó un misterioso magnate.