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¿Qué harías si de la nada tu novio te confiesa que lleva seis meses siéndote infiel? ¿Cómo te sentirías y que decisiones tomarías? A Miranda le paso. Y llevada por la ira y sus impulsivas decisiones comienza a vivir la vida de una forma alocada y descubre una nueva versión de ella. Todo comienza con una decisión y una noche de sexo casual. Continua con intriga y un poco de culpa, pero una determinación a disfrutar lo que llevaba oculto dentro de ella. Hasta que se convierte en la persona que siempre quiso ser y no lo sabía. _____________________________ >> Casi termina la canción y un chico bastante alto se me acerca y me pregunta si me puede invitar un trago, me sorprendo un poco y a pesar de que estaba por irme acepto, vuelvo a la barra, pero esta vez acompañada de este lindo chico. Me pregunta mi nombre. – soy Miranda, mucho gusto – le respondo. – Mucho gusto Miranda, yo soy Alexander - Dice el muy cortésmente y nos damos un beso en la mejilla. Después de un par de tragos le pido que bailemos, entre canción y canción cada vez se acerca más hasta que terminamos bailando muy pegados. Volvemos a la barra y al poner mi bolso encima torpemente lo empujo con mi mano y se me cae al piso. Alexander muy caballeroso se agacha a recogerlo, pero cuando lo toma se abre y se salen los preservativos. Me pongo toda roja y me rio nerviosamente al ver que los levanta y me los entrega en la mano. A él le da risa mi reacción. Siento un calor que me recorre todo el cuerpo, no puedo evitar morder mi labio entonces alexander se me acerca y al oído me dice que si quiero salir de ahí y asiento con la cabeza... ...Subimos al elevador y sin más nos volvemos a besar muy apasionadamente, me recarga sobre la pared y siento como su cuerpo esta excitado, la verdad yo igual lo estoy, sus labios son tan suaves que es muy agradable besarlos, el me carga y enredo mis piernas sobre su cadera, me tiene sostenida de las nalgas, ¡quisiera desnudar aquí mismo a este hombre!, no paramos de besarnos hasta que las puertas del ascensor se abren en su departamento... <<
En el segundo en el que le dije a jordán que si quería ser su novia imagine toda mi vida con él, nunca cruzo por mi cabeza que esto tendría fin y hoy heme aquí con el corazón destrozado, Él se ha marchado después de haberme confesado que me ha engañado con otra desde hace seis meses...
Estoy sentada en la barra del comedor con una botella de vino frente a mí, casi me la he bebido completa y las lágrimas no logran salir por mis ojos, sé que tengo el corazón desecho por la noticia, pero entre más pienso porque me hizo esto, siento una ira que recorre todo mi ser.
Jordán ha sido el único novio que he tenido, el único hombre a quien he amado y entregado completamente a él, no pasaba un día en el que no imaginara el resto de mis días a su lado, sé que no merecía esta traición de su parte, siempre lo hablamos dijimos que cuando nos sintiéramos tentados hablaríamos para no caer y estar siempre juntos, vaya ilusa al parecer esas cosas solo las pensaba yo.
Mientras todas estas cosas pasaban por mi cabeza, una idea cruzo por mi mente;
¿y sí salgo esta noche solo con la intención de acostarme con alguien que no conozca?
¡NO MIRANDA!, me digo en voz alta, pero nuevamente la idea viene y me susurra;
Debes darte la oportunidad ahora que estas soltera, nunca has tenido sexo con nadie más que jordán...
En mi vida he estado con alguien más que con mi ex y para ser muy sincera es una idea muy tentadora salir y acostarme con alguien que probablemente no volveré a ver, lo medito unos minutos doy un sorbo a mi copa y me levanto directo a mi guardarropa a seleccionar que ponerme.
Estoy indecisa, por un lado, quiero verme sexy pero no vulgar, que no piensen que soy una zorra, aunque quizá lo sea si me voy con alguien que tenga una relación, ¡rayos! Que difícil, tomo un respiro, me veo al espejo y me digo " vida solo hay una, sexy sí eres y tenemos derecho a equivocarnos por una noche", me doy una enorme sonrisa y cojo el vestido de satín que había comprado para usar en mi aniversario de novios con Jordán, es rojo arriba de la rodilla y con espalda descubierta, me tomo un segundo más para reconsiderar la locura que estoy a punto de cometer y lo hago, me pongo el vestido acompañado de unas sandalias de tacón, me hago unas onditas en el cabello, tomo mi celular para pedir un Uber y termino de complementar mi look con un make up nude, labial rojo al tono del vestido, tomo mi bolsa con lo básico, mi celular, un labial, perfume y unos preservativos que tenía jordán en su cajón.
Subo al Uber y le digo que me lleve a un antro que se encuentra en la zona más nice de la ciudad...
Llegando al antro voy directamente a la barra a pedirle al bartender que me sirva un Cosmopolitan. Qué raro se siente venir a un sitio como este sin nadie, obviamente no sé qué hacer, así que me siento a beber mientras observo la cantidad de chicos atractivos que hay en el lugar.
Ha pasado un rato llevo ya alrededor de 5 cosmos y me siento un poco desanimada a parte de mareada, el ambiente está muy bueno, eso no se puede negar, la música me parece buenísima, pero creo que no fue una buena idea venir solo por despecho, así que decido terminarme mi trago y retirarme.
Helen Fonseca, es una chiquilla tierna, dulce e inocente. Tras la enfermedad de su madre se verá obligada a casarse con el CEO de una empresa. Un hombre despiadado, arrogante y mucho mayor que ella, que, además está atado a una silla de ruedas. Podrá Helen cambiar el corazón de ese hombre? ¿O un matrimonio por contrato no permitirá que lleguen a amarse?
Madisyn se quedó de piedra al descubrir que no era hija biológica de sus padres. Luego la verdadera hija de esa familia le tendió una trampa, haciendo que la echaran de casa y se convirtiera en el hazmerreír de todos. Creyendo que era hija de campesinos, Madisyn se sorprendió al descubrir que su verdadero padre era el hombre más rico de la ciudad y que sus hermanos eran figuras de renombre en sus respectivos campos. Todos la colmaron de amor, solo para enterarse de que Madisyn tenía un próspero negocio propio. "¡Deja de molestarme!", dijo su exnovio. "Mi corazón solo pertenece a Jenna". "¿Quién te crees que eres? ¿Mi mujer siente algo por ti?", reclamó un misterioso magnate.
Durante siete años, Jillian estaba enamorada de Bryan con pasión inquebrantable, pero él permaneció distante, con sus emociones herméticamente selladas. Descorazonada, ella se marchó al extranjero tras graduarse de la universidad. Tres años después, Jillian, ahora una abogada de éxito, se sentó provocativamente en el regazo del hombre. Con una sonrisa juguetona, le espetó: "¿Qué te pasa, Bryan? ¿Eres impotente?". Bryan ya no podía contenerse. Con un rápido movimiento, la tomó en brazos y la arrojó sobre la cama. A la mañana siguiente, cuando él se despertó, Jillian esbozó una sonrisa traviesa. "Solo es una aventura, ¿de acuerdo?".
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".
Adamaris Campabell, sufre un accidente automovilístico, dónde su estado mental debido al golpe en la cabeza, pasa a ser el de una niña, aunque es consciente de algunas cosas, sus incoherencias avergüenzan a la familia Campabell, en especial a su padre. Quién ocultó aquella tragedia para que la empresa y la familia no se viera afectada siendo ella la heredera de la gran fortuna que dejó su difunta madre. La traición azota el corazón de Adamaris, quien al recuperar su estado mental se percata de los más vil, su hermana y ex prometido tiene un romance que ha sido aceptado por su propio padre, solamente por él beneficio social entre familias. Humillación, enojo y venganza, sentimientos que se despiertan en el corazón de la hermosa e inteligente Ada, por aquel falso amor de su prometido, por la cruel envidia de su hermana. Adamaris aprovecha la oportunidad que le ofrece la vida, cuando el destino coloca en su camino al hombre multimillonario y cruel que necesita una esposa que le dé un heredero. Adams Grey es prepotente, pero cauteloso en cada paso que da y Adamaris fue su ficha clave para contraer matrimonio y así, no permitir que su tío y primo tomarán posesión de la industria METALGREY. La cual deja grandes sumas de dinero y ha incrementado, gracias a él. Adamaris Campabell y Adams Grey se unieron por beneficio, él juró ayudarla a vengarse de los que le hicieron daño y ella, darle un heredero. Sin embargo el fingir amor complica la situación, el caos se desencadena cuando los que los rodean no quieren perder y aquel beneficio matrimonial se torna confuso y más para Adamaris. Su ex infiel la quiere recuperar ¿Será que Ada lo perdonará? ¿O Adams Grey se robó el corazón de Ada?
Belinda pensó que, tras el divorcio, separarían sus caminos para siempre: él podría vivir su vida como quiera, mientras ella podría dedicarse a disfrutar el resto de la suya. Sin embargo, el destino tenía otros planes. "Cariño mío, estaba equivocado. ¿Podrías volver conmigo?". El hombre arrogante, al que una vez ella amó profundamente, bajó humildemente la cabeza. "Te ruego". Belinda apartó con frialdad el ramo de flores que él le había regalado y respondió fríamente: "Es demasiado tarde".