/0/5844/coverbig.jpg?v=067861c016be6795035e1dc1f8f9d12f)
Emily es una chica humilde, ella estudió contabilidad, por cuestiones de la vida termina trabajando como secretaria, su madre sufre de tres enfermedades diferentes, para las cuales se necesita mucho dinero, su jefe multimillonario Jacob le ofrece ser su esposa, a cambio de ayudar a su esposa, algo a lo que ella accede, sin imaginar que luego conocerá la tentación, y de ella el verdadero amor, sin embargo conoce a Andrew quien le muestra que el amor verdadero existe. ¿Podrá Emily resistir la tentación, de sentir atracción hacia el hijo de su esposo?
Abro mis ojos y lo primero que veo es el rostro de mi esposo, Jacob siempre se ha caracterizado por ser un muy buen hombre, debe estar tan cansado.
Llevar una vida de negocios no debe ser nada fácil, además en realidad lo hace muy bien, cada vez tiene más dinero, por algo es multimillonario, aunque no me importa su dinero me ha servido de mucho para las enfermedades de mi mamá, renal crónica y diabetes, pero lo que más me da tristeza es la demencia, que hace poco le descubrieron, la extraño mucho, desde que vivimos en los ángeles, me he apartado mucho de ella, solamente le envío dinero, eso me hace sentir muy mal.
-¿Qué haces? Me encanta verte tan concentrada, mirando hacia un punto fijo, me es inevitable no pensar en lo afortunado que soy, al tener una mujer tan hermosa a mi lado. -Él se acerca, me toma de la cintura y empuja mi cuerpo hacia él, agacha su cabeza y me besa muy sensual mi cuello.
-No solo tú lo eres, yo también lo soy, quería preguntarte algo espero no pasar por indiscreta. -Lo miró fijamente a su rostro, mientras muerdo sutil y muy sensual mis labios, coqueteándole para conseguir lo que quiero.
-¿Qué quieres? sabes que con un simple movimiento de esos labios que me enloquecen, obtienes todo lo que quieras. -Él se quita su camisa, toma mi mano y la lleva hacia su pecho, roza la palma de mi mano por sus pectorales, mientras su mirada me va expresando que las palabras en este preciso instante sobran.
-No me estás entendiendo, necesito que me escuches. -Suelto mi mano de la suya, e impulsivamente sin pensarlo empujó a Jacob. -Quedó completamente estática, observó cómo él se levanta y refleja con su mirada molestia por lo sucedido.
-No has cambiado en nada, sigues siendo la misma mujer débil, a la cual le hice un favor, no te debes quejar, estas casada con él hombre más rico, un privilegio único, nunca estuviste a mi mismo nivel, acaso no recuerdas que eras mi secretaria y terminaste en mi cama, recuerda que todo esto lo estás haciendo por dinero, así que si no tienes como pagarme todo el dinero, continúa con tus deberes -él me habla con mucha ironía, mientras por dentro sus palabras me lastiman.
-Es la manera en la que te escudas, no es la más inteligente, tus palabras no me lastiman, sabes estoy acostumbrada a que me lastime tu actitud e indiferencia, debiste conseguir una mujer de tu misma clase, en realidad soy muy diferente a los prototipos de mujer, que estás acostumbrado. -Camino de lado a lado muy impaciente, mientras mi mirada se desliza hacia Jacob y noto como acaricia su arma favorita con sus manos.
-Suficiente, para mi lo eres, aunque seas terca y no sigas las órdenes, siempre sigues tus instintos, pero ellos te fallan, la verdad tu simplemente me encantas, y esos labios rojos y carnosos con una forma perfecta, es mi infierno y quiero seguir quemándome en el, Emily. -Él se levanta camina hacia mí y coloca su arma en mi cuello, resbalando de arriba a abajo, mientras mantiene una mirada inquietante.
-No juegues, no entiendo cual es tu obsesión con las armas, me produce pánico que se active por accidente en cualquier momento. -Mi respiración comienza a acelerarse, mientras mi piel se comienza a erizar rápidamente.
-¿Qué es lo que quieres pedir? pensé que era suficiente todas las comodidades que te doy, que más quieres, explicame, no es suficiente todo, sin embargo siempre te doy mi consentimiento de que puedes tener total libertad, para hacer lo que se te antoje, eres afortunada con tantos privilegios. -Él sonríe mientras me habla, al parecer ni él mismo cree sus palabras.
-Voy a ser muy directa con mis palabras, y exijo que respetes mi opinión, no es un permiso que te quede muy claro. Quiero retomar mi vida, volviendo a trabajar, te aviso para que no sientas que te apartó de mis decisiones. -Lo observo con atención.
-Crees que eso es negociable, primero deberías cumplir con tus obligaciones de esposa, porque esos deberes nunca los llevas a cabo, te acostumbraste a ser mediocre, no puede ser que te tenga todo a tus pies y me pidas eso ahora, no te lo permito, definitivamente necesitas una lección, no puedo parar de reprocharme, todo esto me sucede por ser tan dócil, has cambiado mucho, ahora pareciera que nada te importa -él me habla con un tono de voz muy fuerte, mientras empiezo a tener una cantidad de emociones mezcladas.
-Si, he cambiado y mucho, la mujer que conociste era completamente dócil a tus órdenes, no hacía nada que te pudiera molestar, en el momento acepte tener una relación contigo, lo hice muy segura, ahora estoy dudando de todo, está relación no está nada sana, por el contrario es una relación enfermiza, tus actitudes me hacen sentir en un laberinto en el que no encuentro la salida, eso me produce desesperación. -Me lanzó al suelo, y comienzo a llorar, tapando mi cara con mis manos, mientras mis ojos se inundan por completo.
-Es tu manera de manipular, te he entregado lo mejor de mi vida, contigo dejo de ser ese hombre fuerte al que todos le obedecen, y así me pagas realizando todo a tu antojo, tal como te gusta, lo que haces es muy egoísta, pretendes cambiar todo por nada, estaría siendo completamente minimizado mi nombre al tener a mi esposa trabajando como los demás, tú no estás para eso, debes dar órdenes como yo, no me hagas quedar en ridículo. -Jacob camina hacia la puerta sin mirar hacia atrás, la cierra muy fuerte y se va muy molesto.
No sé a cuántas horas de estar encerrada la cabeza empieza a fallar, y el mundo se comienza a voltear, llevo seis horas aquí metida, en total oscuridad, no me interesa ni mover la cortina de la ventana para que entre Luz, prefiero ahogarme en mis propias decisiones, aunque muy duras que sean, fue un sacrificio que hice por la salud de mi mamá, solo espero llegar amar a Jacob.
Sara es una chica inteligente, que piensa que por haber nacido sin dinero está perdida, por eso busca la forma para conseguir sus objetivos, sin importar a quien deba llevarse por delante. Sin contar que en el camino se cruzará el amor verdadero, algo totalmente diferente a lo que ella busca. ¿Será capaz de dejar su ambición a un lado por amor? Sebastián es un chico inteligente y bondadoso, él verá en Sara algo que nadie más ve y le demostrará que hay muchas formas de ser feliz.
Sara es una joven estudiante universitaria que huyó de su casa, conoció al anciano Rafael Moretti y este le brindó su protección a cambio de que se casara con su nieto. Tres años después Sara seguía sin conocer a su esposo y una noche bajo los efectos de una droga terminó durmiendo con un desconocido que resultó ser su propio esposo. Hugo es un joven empresario que ama disfrutar de la vida y las mujeres, solo hay tres tipos con los que no se mete, menores edad, novias de sus amigos y mujeres casadas, Hugo odia a las mujeres infieles, la ironía de la situación es que él siempre que le es imposible es infiel a su esposa. Hasta que conoce por casualidad a una chica poco femenina y de carácter fuerte que termina siendo la mujer con la que lleva tres años de matrimonio. Ambos quieren divorciarse debido a malos entendidos pero el anciano Rafael Moretti no se lo permitirá hasta que pasen un año conociéndose y conviviendo juntos. ¿Qué les depara el destino? ¿Después de 1 año juntos sus planes aún serán los mismos?
Madisyn se quedó de piedra al descubrir que no era hija biológica de sus padres. Luego la verdadera hija de esa familia le tendió una trampa, haciendo que la echaran de casa y se convirtiera en el hazmerreír de todos. Creyendo que era hija de campesinos, Madisyn se sorprendió al descubrir que su verdadero padre era el hombre más rico de la ciudad y que sus hermanos eran figuras de renombre en sus respectivos campos. Todos la colmaron de amor, solo para enterarse de que Madisyn tenía un próspero negocio propio. "¡Deja de molestarme!", dijo su exnovio. "Mi corazón solo pertenece a Jenna". "¿Quién te crees que eres? ¿Mi mujer siente algo por ti?", reclamó un misterioso magnate.
Dos años después de su boda, Ximena perdió el conocimiento en un charco de sangre durante un parto difícil, olvidando que su exmarido se iba a casar con otra persona ese día. "Nos vamos a divorciar, pero el bebé se queda conmigo". Estas palabras resonaron en su mente. Sabía que él no estaba allí para ayudarla, sino para quitarle a su hijo. Ximena preferiría morir antes que ver a su hijo llamar madre a otra mujer. Posteriormente perdió la vida en la mesa de operaciones con dos bebés en su vientre. Pero ese no fue el final para ella... Años más tarde volvió a encontrarse con Ramon, que ha cambiado mucho. Quería quedársela para él a pesar de que ya era madre de dos hijos. Y cuando supo que ella se iba a casar de nuevo, irrumpió como un loco. "Ramon, ya morí una vez antes, así que no me importa volver a morir. Pero esta vez, quiero que muramos juntos", gritó ella, mirándolo con angustia en sus ojos. Ximena pensó que él no la amaba y estaba feliz de estar fuera de su vida. Pero lo que ella no sabía era que la noticia de su inesperada muerte le había roto el corazón. Durante mucho tiempo lloró de dolor y agonía. Siempre deseó poder retroceder en el tiempo o ver su hermoso rostro una vez más. Todo esto fue demasiado para Ximena, cuya vida estuvo llena de idas y venidas. No sabía si debía volver al lado de su exmarido o seguir adelante con su vida. ¿Cuál elegiría ella?
Lucía Balstone pensó que había elegido al hombre adecuado para pasar el resto de su vida, pero fue él quien acabó con su vida. Su matrimonio de diez años parecía una broma cuando su esposo la apuñaló con una daga. Afortunadamente, Dios nunca está ciego ante las lágrimas de las personas. Lucía tuvo una segunda oportunidad. Ella renació a la edad de 22 años, antes de que sucedieran todas las cosas terribles. ¡Esta vez, estaba decidida a vengarse y dejar que aquellos que la lastimaron pagaran! Hizo una lista elaborada de sus objetivos, y lo primero en su lista era casarse con el peor enemigo de su exmarido, ¡Alonso Callen!
El día de su aniversario de boda, la amante de Joshua drogó a Alicia, que acabó en la cama de un desconocido. En una noche, Alicia perdió su inocencia, mientras la amante de Joshua llevaba a su hijo en el vientre. Desconsolada y humillada, Alicia pidió el divorcio, pero Joshua lo consideró una rabieta más. Cuando finalmente se separaron, ella se convirtió en una artista de renombre, admirada por todos. Consumido por el remordimiento, Joshua se acercó a su puerta con la esperanza de reconciliarse, solo para encontrarla en brazos de un poderoso magnate. "Saluda a tu cuñada", dijo este.
Sabrina tardó tres años enteros en darse cuenta de que su marido, Tyrone, era el hombre más despiadado e indiferente que jamás había conocido. Él nunca le sonrió y mucho menos la trató como a su esposa. Para empeorar las cosas, el regreso del primer amor del hombre no le trajo a Sabrina nada más que los papeles del divorcio. Con la esperanza de que todavía hubiera una posibilidad de salvar su matrimonio, le preguntó: "Tyrone, aún te divorciarías de mí si te dijera que estoy embarazada?". "¡Sí!", él respondió. Al comprender que ella no significaba nada para él, Sabrina finalmente se rindió. Firmó el acuerdo de divorcio mientras yacía en su lecho de enferma con el corazón hecho pedazos. Sorprendentemente, ese no fue el final para la pareja. Fue como si Tyrone despejara la mente después de firmar el acuerdo de divorcio. El hombre que alguna vez fue tan desalmado se arrastró junto a su cama y le suplicó: "Sabrina, cometí un gran error. Por favor, no te divorcies de mí. Te prometo que voy a cambiar". Sabrina sonrió débilmente, sin saber qué hacer…