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El amor en Riley nunca fue bueno, tuvo romances tóxicos, vergonzosos y hasta lastimeros, no creía más en el amor, solo quería alejarse de todo aquel que le coqueteara. En cambio, Payton siempre tuvo lo que quería y como lo quería, la relación perfecta, la familia perfecta, las notas perfectas. Pero lo perfecto no existe. Toda la vida de Payton cambio, gracias a aquella chica de pelo platinado y callada, quería hacerle ver que ella si podía contra el mundo. Pero en aquel transcurso sucedió algo más. Algo inesperado. ¿Que será de Riley, cuando Payton esté predispuesto a conquistarla? ¿Que pasará cuando Riley se deje querer por Payton? ¿será al fin su momento feliz? ¿O seguirá sufriendo? Quédate para descubrirlo.
Riley y Payton eran personas bastantes distintas, polos opuestos, él era perfecto, ojos perfectos, relación perfecta, familia perfecta, notas perfectas, pero ella se sentía muy imperfecta, padres separados, hija única y con falta de amor.
Podían cruzarse mil y uno veces pero ninguno se daba cuenta, ellos estaban en su mundo, quien diría que su mundo, haría que se juntaran un día y de ahí en adelante, jamás se separen.
Abril, 26 del 2021
Rhode Island-Newport
Riley estaba leyendo un libro en el pasillo del colegio antes de que sonara el timbre para entrar a su próxima clase, cuando por casualidad alguien derrama un vaso de jugo de mora sobre ella manchando así el libro, risas resuenan en todo el pasillo, ella levanta la mirada encontrándose con la rubia que mas odiaba, maddi monroe, amiga de su peor enemiga.
Riley se levantó del suelo y gran parte del jugo se escurrió, no hizo ninguna cara, solo tomo su libro y su mochila, y camino hacia el baño, a lo lejos oía burlas hacia ella, no era la primera vez que sucedía, ni sería la última, no habia un día en el que ella no maldiciendo todo lo que le pasa, deseaba no ir nunca a la escuela, pero con padres estrictos, borrachos y separados, no podía hacer nada, era ir o tendrá consecuencias, las cuales no quiere volver a descubrir.
Al llegar al baño tiro con rabia la mochila a una esquina y se agacho tapando su cara, las lagrimas no tardaron en salir, llevaba una de las camisetas favoritas de su madre y la Mora no es fácil de quitar, escucho a alguien entrar al baño, pero no le dio importancia, sin mirar a los lados, se levantó del suelo y se lavó la cara. No traía ropa extra, ni nada con que quitar esa mancha que queda, solo salió del baño y camino hacia el salón, se tendría que quedar así hasta llegar a casa y afrontar las consecuencias que tendría si su madre llega a ver esa gran mancha.
***
Se encontraba en las gradas nuevamente leyendo un libro, cuando una prenda negra se posó frente a sus ojos, levantó la mirada, encontrándose con Payton, el capitán del equipo de fútbol americano, el popular de la escuela y el novio de su enemiga, se quedó mirando con curiosidad la presa frente a ella, hasta que él habló.
- póntela, te ves horrible con esa mancha - ella negó y volvió la vista al libro - no soy como maddi o como sus amigas, lo hago de buena manera.
- no necesitas tus cosas - murmuró Riley - ya tengo muchos problemas con tu novia.
- ella no se dará cuenta - movió la prenda frente a ella insistiendo - tómala de verdad.
- has venido más de cinco veces a la escuela con ese polo, se darían cuenta de que es tuyo - Payton se sentó a su lado y soltó un suspiro.
- Bien, si no lo aceptas me quedare aquí - Riley paró su lectura, no muy decidida tomo el polo y lo entro en su mochila - ¿Porque eres así?
-... ¿así como?
- tan callada y reservada, he visto como las amigas de mi novia te humillan y tu solo te vas sin reclamarles - ella levantan la mirada y ve el bosque frente a ella, la escuela quedaba un poco lejos de ma ciudad por lo que todo su alrededor era puro bosque.
- que responda o no, no va a impedir que dejen de molestarme - Payton a penas la escuchaba, la voz de Riley era tan bajita que no se le escuchaba bien, solo ella se entendía.
- aún no entiendo porque te molestan, porque digo, llevo saliendo con Ansley desde que iniciamos la secundaria y no he visto que tú hayas echo algo para que te odie así.
- nos conocíamos desde preescolar, ocurrió algo y me dejó de hablar, fue una ñoñería ni siquiera se porque aún con diecisiete años lo recuerda.
- ¿podrías decirme qué pasó? - preguntó Payton y ella negó
- por favor, nunca quiso hablar del tema.
-... cuando estábamos en cuarto de primaria, me besé con su novio - respondió, Payton se quedo callado y poder creer lo que le había dicho - si se que es una tontería, pero si hubiera imaginado que las cosas serían así, no lo hubiera hecho.
- te besaste con su novio de cuarto grado... de primaria - Payton suelta una carcajada y Riley sonríe leve - pero... que edad tenían.
- nueve años, éramos unas niñas - la risa de Payton se intensifica.
Era la primera vez en años que ellos tenían una conversación tan larga, Riley no lo creía y Payton se divertía con ella, la conversación siguió, hasta que el timbre sonó y tuvieron que separarse.
Riley al llegar a casa y empezar a sacar sus cosas para hacer su tarea, vio el polo de Payton y sonrió leve, ese era un recuerdo que aquella conversación que ambos disfrutaron y deseaba que volviera a pasar.
----- Primer capítulo y ya es la primera conversación de Riley y Payton, continuará su pequeña amistad o finalizará, ansley no se deja vencer.
¿Que esperan que pase en el próximo capítulo?
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Mi familia era pobre y tenía que trabajar medio tiempo todos los días solo para pagar las cuentas y estudiar en la universidad. Fue entonces cuando la conocí, la chica bonita de mi clase con la que todos los chicos soñaban salir. Era muy consciente de que ella era demasiado buena para mí. De todos modos, reuniendo todo mi coraje, le dije que me había enamorado de ella. Para mi sorpresa, accedió a ser mi novia. Me dijo, con la sonrisa más bonita que he visto en mi vida, que quería que el primer regalo que le diera fuera el último iPhone de gama alta. Un mes después, mi arduo trabajo finalmente valió la pena. Pude comprar lo que ella quisiera. Sin embargo, la pillé en el vestuario besando al capitán del equipo de baloncesto. Incluso se burló despiadadamente de mis defectos. Para colmo, el tipo con el que me engañó me dio un puñetazo en la cara. La desesperación se apoderó de mí, pero no pude hacer nada más que tirarme en el suelo y dejar que pisotearan mi orgullo. Cuando nadie lo esperaba, mi padre me llamó de repente y mi vida cambió. Resulta que soy el hijo de un multimillonario.
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