/0/1419/coverbig.jpg?v=fbce2ec56788c042ea01accceeaad911)
Es verdad que todas las lobas quieren un Alpha, también es cierto que cualquiera daría lo que fuese por estar con uno, pero yo... No me considero de ese montón por tres simples razones, que son: 1. No creo en los típicos clichés. 2. Todo ese rollo de ser luna me parece aburrido. 3. Simplemente no me gusta nuestro próximo Alpha. Yo soy Jexi Dornam, la única chica de la manada que odia a nuestro queridísimo "Elián Dhall" o como yo le digo "El Chico Dhall".
Prólogo
-Jexi, ¿qué harías si un día empiezas a sentir ese olor característico de tu mate y al verlo finalmente sea el Alpha Elián o tal vez uno de sus hermanos? -mi mejor amiga Quero camina a mi lado por las instalaciones del instituto.
Alzo una ceja y remango mi bolso a la espalda, acomodo mis lentes de aros y me dispongo a hablar -Sabes perfectamente lo que siento por ese idiota y no es más que odio - llego a mi casillero y lo abro para dejar los libros que no necesito -¿qué lo defendería con mi vida de un ataque? Pues sí, lo haría, pero solo porque es el Alpha y nada más.
Recuesta su cuerpo en los casilleros desocupados -sinceramente no sé porque lo odias tanto-habla -pero eso no me importa, siempre y cuando me digas que no te gusta su hermano, Yannick -suspira y posa las manos sobre su acalorado rostro.
A ella siempre le ha gustado Yannick Dhall, y desde que un día él la salvo en plena cancha de un pelotazo en la cara, ella, lo ha amado mucho más. Tiene hasta una carpeta en la galería de su móvil con más de quinientas fotos que ha encontrado en Internet.
No es broma, pero siento que lo peor de su obsesión con él fue cuando este terminó su último año hace un par de meses atrás.
Lloro por tres semanas enteras... En fin.
Cierro el casillero luego de dejar los libros y me encamino al aula. Sonrío -Ninguno de los dos hermanos Dhall me gusta, tampoco creo en los clichés que me dices, por lo tanto... Es que sabes que soy así -me encojo de hombros.
Quero pasa su brazo delgado por encima de mis hombros me me atrae hacia su cuerpo -¡Ay, mi querida mejor amiga! -junto mis cejas ante su tono suave y burlón al mismo tiempo -los cliché existen, los chicos lindos existen, -me da una mirada rápida con una sonrisa -así también como el dicho que dice: -levanta una de sus manos al aire - "Del odio al amor solo hay un paso".
Ruedo mis ojos y sonrío -Sí, claro.
...
En mis cortos años de vida he aprendido que: uno, soy una chica normal que cada día se convierte más en una persona vieja; dos, vengo de una familia muy peculiar para los demás humanos y, por último, no sé que me espera en el futuro. Tres cosas que me están carcomiendo la cabeza, aunque para ser sincera, creo que le meto mucha más mente de lo que debería. Pero... La pregunta del millón de dólares y mi más amplia preocupación mental a futuro es: ¿Podré encontrar a mi otro yo? Es un dilema que creo que deberías descubrir. ...
Yo tengo complejo de fea, soy enana con una piel blanca, cabello rubio, ojos verdes y lo último, pero no menos importante es que soy principalmente rellenita. En conclusión, una chica algo fuera de lo normal para los adolescentes de mi edad y a la vez muy normal para los adultos. Amir Dhall es... un total dios arrogante e hijo del jefe de mi padre. Se puede decir que odio muchas cosas de él, por ejemplo: sus brazos, rostro, cuando te mira como si fueses una cucaracha, su cuerpo de atleta mejorado y esos hermosos ojos azules; sin embargo, lo que más odio de él es que siempre está, a cada momento, donde yo estoy. Y eso me da mucho miedo, pero de igual forma, lo odio. O eso creo yo. ...
Sara Poezyn es una chica tranquila, normal y estudiosa, no le importa para nada lo que piensan de ella mientras esté bien consigo misma. Él, Wade Dhall. Un arrogante y como siempre, lindo dueño de la mejor empresa de California y consorcios internacionales, pero tiene ciertos secretos y defectos que según él, lo convierten en un monstruo. -Aléjate de mí, yo no soy bueno para ti -su voz se escucha en un susurro mientras me acorrala en la esquina del bar. -Dame una razón para hacerlo -lo observo fijamente tratando de descifrar su mensaje y de repente sus ojos se tornan amarillos. Pero que...
Claire se despertó en el hospital con un dolor inmenso después de sufrir un terrible accidente automovilístico. Pensó que su esposo, casado hace tres años, vendría a verla, ¡pero se fue derecho a la sala de al lado para cuidar a otra mujer! Como si eso no fuera suficiente, ¡incluso amenazó con meterla en la cárcel por esa mujer! "Me diste 500 millones en compensación, ¿no? Ahora quiero cambiarlos por una bofetada en la cara". Claire miró fríamente a su esposo, Darren, "Divorciémonos". En ese momento, Claire lamentó haber desperdiciado tres preciosos años tratando de ganar el corazón de Darren. Era hora de poner fin a todo esto.
Lenny era el hombre más rico de la capital. Estaba casado, pero su matrimonio no tenía amor. Accidentalmente tuvo una aventura de una noche con una extraña, por lo que decidió divorciarse de su esposa y buscar a la chica con la que se acostó. Juró casarse con ella. Meses después del divorcio, descubrió que su esposa estaba embarazada de siete meses. ¿La mujer lo engañó? Scarlet estaba buscando a su esposo, pero, por error, los dos pasaron una noche apasionada. Sin saber qué hacer, se escapó presa del pánico, pero luego descubrió que estaba embarazada. Justo cuando estaba lista para explicar lo que le había sucedido a su esposo, este le pidió el divorcio. ¿Descubriría Lenny que la extraña chica con la que se había acostado era en realidad su esposa? Más importante aún, ¿su matrimonio sin amor mejoraría o empeoraría?
Hace tres años, la familia Moore se opuso a la decisión de Charles Moore de casarse con su amada mujer y seleccionó a Scarlett Evans como su novia. Pero Charles no la amaba. De hecho, la odiaba. Poco después de la boda, Scarlett recibió una oferta de la universidad de sus sueños y se lanzó sobre ella. Tres años más tarde, la amada mujer de Charles cayó terriblemente enferma. Para cumplir su último deseo, él llamó a Scarlett y le presentó un acuerdo de divorcio. La joven estaba profundamente herida por la abrupta decisión de su esposo, pero ella decidió dejarlo libre y aceptó firmar los papeles. Sin embargo, Charles pareció retrasar el proceso deliberadamente, dejando a Scarlett confundida y frustrada. Ahora, Scarlett estaba atrapada en las consecuencias de la indecisión de Charles. ¿Sería capaz de liberarse de él? ¿Charles eventualmente entraría en razón y enfrentaría sus verdaderos sentimientos?
El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo. Dejó su país de origen en desgracia. Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años. Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!" Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar. Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".
A pesar de ser hija ilegítima, Lena tenía un parecido asombroso con la señorita de la familia Evans. Ante sus amenazas, se vio obligada a ocupar el lugar de su media hermana y casarse con Dylan. Como acto de rebeldía, Lena sedujo a Dylan noche tras noche, hasta tenerlo completamente atrapado. Aprovechando su afecto, se propuso socavar la familia Evans. Con el tiempo, Dylan empezó a notar algo extraño en su amada esposa...
Fue engañada vil mente por su prometido y su hermanastra. Por lo que se vio obligada a contraer matrimonio forzado con el prometido de su hermanastra, a quien su hermana había rechazado porque estaba atado de por vida en una silla de ruedas de por vida. -No tuve más remedio que aceptar ser su sustituta porque ella está enamorada y embarazada de mi actual ex prometido y no quiere casarse contigo -dijo ella, mientras que el hombre en silla de ruedas se limitó a mirarla con el rostro desprovisto de cualquier emoción. -Supongo que no tengo opción -dijo el hombre fríamente. Cogió un expediente y se lo deslizó sobre la mesa. Ella sacó el documento y se quedó sin aliento cuando se dio cuenta de que era un contrato.