/0/11828/coverbig.jpg?v=ed2b692c710322723a8d053007092bc4)
Greco Morelli, un hombre reservado con una mirada fría y desinteresada, un pasado oscuro y dueño de una empresa multinacional de minería, traicionado por las personas que en algún momento amó y en las cuales confió, se aventura a dejar su país tratando de cumplir una vieja promesa, vengar la muerte de su madre. Alexandra, una adorable chica, hija de unos padres conservadores, y con dolor en su corazón debido a una traición de su ex prometido, pasada de tragos amanece en la cama de un desconocido con el cual aparentemente había tenido relaciones. La lujuria y deseo comienza a florecer entre ambos. Los planes de Greco siguen adelante y es que encontró la oportunidad en aquella chica para completar su venganza, después de todo, era la promesa que no solo había hecho a su padre, sino también a su madre. Más pronto que tarde se da cuenta que todo lo que su madre alguna vez le enseñó se ve reflejado en la chica, poniéndolo en jaque consigo mismo, ¿Qué terminará haciendo? El amor es una fuerza poderosa, pero ¿Es capaz de extinguir la llama de la venganza en un oscuro corazón que se alimentó años de ella? Greco tendrá que decidir si perder el único anhelo esperanzador en su vida valía dejar ir todo aquello que aguantó por años, o al contrario, puede extinguirla él mismo y cumplir con su promesa.
Alexandra Guzmán
Dolor de cabeza. Olor a licor por todo el lugar y unas ganas enormes de vomitar es lo que tenía en este momento, ¿Dónde estaba? ¿Qué había pasado? Levanté mi mano que estaba colgando en el borde de la cama, la pared color rosa se me hacía conocida, ¿Raquel? ¿Dónde se encontraba mi mejor amiga?
Me di vuelta en la cama sintiendo dolor en mi entrepierna, al voltear sentí como todo mi centro giraba, creo que me pasé con el alcohol y definitivamente no iba a volver a pasar, considerando que mis padres no me asesinasen antes de volver a tener la oportunidad de salir a una fiesta, no debí hacerle caso a Raquel. Es mi mejor amiga de toda la vida, pero es muy alocada en ocasiones.
-Umm, quédate quieta, por favor. -mencionó una voz completamente desconocida para mí.
-¿Qui-quién eres? ¿Qué pasó aquí anoche? -pregunté rascando mi cabeza, me encontraba descolocada y fuera de mí misma, de hecho, aún me encontraba mareada.
-¿Enserio no te acuerdas de nada? -preguntó el chico frente a mí, parecía tener unos veinticinco años cuando mucho, yo me quedaba más atrás con mis tristes veinte-. Anoche tú y yo tuvimos el mejor polvo de tu vida. -mencionó jactándose de la respuesta.
-No me vengas a decir eso... ¡No puede ser! -mencioné aterrorizada sin acordarme de nada-. ¿Has visto a Raquel? ¿Dónde está mi amiga? -pregunté. Necesito ir a una farmacia, dios santo, ¡Dime que nos protegimos!
-¿Por qué te afecta tanto eso? Tú misma dijiste que estabas cuidándote. -¿Qué yo qué? No dije eso, ¿O sí? No era posible que aquellas palabras hayan salido de mi boca.
-Dios no, no puede ser, mi anticonceptivo dejó de hacer efecto hace tres meses, ¡Por eso el preservativo! ¡Estaba tomada! ¡No creíste que tal vez mentía! No sé, no debías tener sexo conmigo. -dije casi gritándole.
-¿Por qué no? -preguntó con su cara de idiota y su sonrisa satisfactoria que estaba aprendiendo a odiar.
-Porque no te conozco... dios, ¡Ah, mi cabeza! ¿Dónde está mi ropa? -pregunté mirándolo cuando de pronto me entregó mi calzón de encaje negro.
-Lindo. -murmuró-. Te vez aún más tierna enojada. -comentó nuevamente-. Quiero saber, porqué tomabas cómo loca cuando te vi en allá abajo.
-Cachos. -dije secamente.
-¿Cachos? -preguntó curioso. Sonreí épicamente, la verdad, desde hace un par de meses ni siquiera sé que pasa conmigo o por mi cabeza, estoy haciendo todo lo que antes me aterrorizaba hacer y me encanta la sensación.
-Mi ex prometido me fue infiel con una de mis amigas, ¿Contento? Eso resume la escena de noche. -comenté sonriendo-. Ahora termina de darme toda mi ropa para irme de una vez. -agregue con algo de frustración y enojo.
-Espera, te acompaño. -dijo saliendo de la cama completamente desnudo, «Esos músculos mi amor...» mi mente estaba volando con la vista que ese chico me ofrecía-. Sabía que te había gustado la probada que te de anoche, pero no abuses. -mencionó, vaya arrogante.
Bajé las escaleras y encontré a Raquel casi en coma en el sillón, también estaba junto a un tipo solo con una sábana cubriendo su cuerpo, anoche habíamos roto todas las reglas y creo que me agradaba más esta nueva versión mía.
-¡Deja de seguirme! -dije apartándolo de mi lado.
-Déjame ir contigo, corresponde que yo sea quien pague la cuenta de la farmacia. -agregó provocando que mis mejillas enrojecieran.
-Qué caballerosidad. -mencioné sonriendo de lado, irónicamente. Dios, ¿Cómo pasó todo esto? -. ¿Cómo es que llegué a esto? -solté de pronto y no sé si él decidió hacerse el sordo o si en verdad no me oyó, el punto es que lo agradecí, pero que no estaba para más preguntas o para siquiera escuchar su voz.
Me quedé en silencio hasta que me hizo señales para que me subiera en su carro, llegamos a la farmacia más cercana y, sin bajarme del vehículo, esperé que ese extraño me comprase la pastilla del día después.
¡Bendita salvación! -pensé en ese momento. Supongo que tener un hijo con un completo desconocido no estaba en mis planes y tampoco en los de mis padres, aunque, pensándolo, tampoco estaba en sus planes la ruptura de mi compromiso con Dante.
El desconocido no se tardó mucho en volver, ingresó al auto con una sonrisa en el rostro, o la señorita de la farmacia estaba deseable o sigue pareciéndole graciosa la situación. Me cedió la pastilla e, incluida, una botella de agua desgasificada, por suerte. Sonreí mientras tomaba las mentadas cosas en mis manos y abría el sobre de la píldora. Bebí lo que más pude de agua y luego cerré el envase.
-Dime dónde está tu casa, te llevaré. -mencionó él con la vista fija en la carretera-. Vamos, dime.
-¡Ni loca te digo dónde vivo! -chillé en desaprobación, él llevó su mano a la cabeza igual que yo, parece que no era la única que había bebido después de todo.
-¿Por qué no? -preguntó de pronto, bajando un poco la velocidad y dirigiendo su mirada hasta la mía, provocando que todo mi cuerpo se estremeciera al caer en cuenta de que aquellos ojos color miel me observaban penetrantes, escurridizos, queriendo que bajase cada una de mis barreras, pero no, no lo conseguiría.
-¡Porque no te conozco! ¡Nunca en mi vida te he visto y tampoco sé si volveré a verte! No me arriesgaré a decirle a alguien donde vivo. -mencioné, pero él se lo tomó con mucha gracia, riéndose de mis palabras.
-Por favor, anoche tuvimos una noche llena de sexo, creo que nos conocemos bastante bien. -mencionó de pronto. «Es que no recuerdo ni mierda, me gustaría hacerlo, pero no recuerdo absolutamente nada».
-Te daré una dirección cercana a mi casa, pero ni sueñes que te diré exactamente el paradero. -agregué.
-Bien. -dijo volteando los ojos y viendo fijamente la carretera.
Cuando llegamos a la dirección que le había dado me dispuse a bajar del vehículo, pero no quería quitar el seguro, ¿Qué estaba pasando? ¿Era un asesino? ¿Tendría peor suerte que esa? La verdad, es que era bastante posible.
-Quiero que me mires y recuerdes mi rostro, Alexandra. -mencionó provocando que el solo hecho de que dijera mi nombre hiciera estremecer mi cuerpo a su antojo.
-¿Cómo sabes mi nombre? -pregunté curiosa.
Esperaba no recibir una respuesta estúpida o, al contrario, acertada.
-Me lo dijiste anoche, cuando nos presentamos, minutos antes de irnos a la cama y pasar aquella noche que seguramente no olvidaré. -mencionó en un tono ronco, sensual-. Alexandra, ese exnovio tuyo fue un imbécil en dejar ir a una mujer tan hermosa cómo tú, créeme, volverá arrepentido. -agregó.
¿Cómo decirle que deseaba que me dijera su nombre, para no sentirme tan mal después de lo que pasó?
-Creo que debo... creo que debo irme. -susurré con apenas un hilo de voz. ¿Qué estaba provocando este hombre en mí? «Fácil, estragos» mencionó mi subconsciente.
-Aún no. Quiero detallar tu angelical rostro un poco más, no lo comprendes, ¿Verdad? El hecho de que no me he separado de ti toda esta mañana significa algo. -susurró acercándose a mi oreja y luego a mis labios, mi cuerpo se sentía distinto, complicado.
-¿Qué cosa? -pregunté con cierto temor en mis palabras. De pronto el contacto de su piel con la mía me hacía estremecer y que un calor intenso se formase en mi vientre, ¿Qué pasaba?
Mi cuerpo recordaba sus caricias, sus manos recorriendo cada parte de mí, pero yo no podía hacerlo, ni siquiera una laguna, nada.
Él se quedó viéndome, sonriendo, de pronto su teléfono vibró y tuvo que apresurarse para marcharse.
-¿Nos volveremos a encontrar, Alexandra? -preguntó con ese tono de voz gruesa, cómo si el solo pronunciar mi nombre lo obligase a entonar distinto.
Me bajé rápidamente del vehículo y no contesté, sentí pánico, era guapo, bastante guapo, todo un adonis, por decirlo bajo, pero no podía con esto, no podía dejarme influenciar por él, no después de todo lo que terminé viviendo al lado de mi ex prometido.
Eva Davies vive atrapada en un matrimonio sin amor por tres años, sin embargo, no puede dejar ir al que ha sido el amor de su vida. Su vida se volvió monótona, aburrida y triste, demasiado triste. Su esposo, Adán, jamás la valoró, es cruel y está enamorado de la hermana mayor de Eva, Victoria. Cuando la tristeza ensombrece el destino de Eva, decide que jamás volverá a dejar que la traten en menos, conoce a Nikolaus Hoffman quien la ayuda con su proceso de negocio y a volver a encontrar el rumbo de su vida. Está vez lejos de las personas que consideró familia alguna vez y escondiendo un secreto que pudo haber cambiado el destino de toda su vida. ¿Podrá Eva volver a enamorarse luego de los maltratos de su ex esposo? ¿Podrá darle una oportunidad al hombre que está dispuesto a darlo todo por ella?
¿Qué pasaría si una tarde encuentras al amor de tu vida paseando por la playa? Un amor a primera vista, ¿Te atreverías a hablarle? Khale Mickelson no lo hizo, vio a aquella hermosa joven caminar por la playa, sus pies tocaban el mar y es que esa tarde se quedó en aquel lugar hasta que la chica se fue, deseando con todas sus fuerzas no perder la cordura. ¿De dónde provenía aquella chica? ¿Cuál sería su nombre? ¿Por qué estaría aquí? Después de todo, era evidente que no era de aquella ciudad, todos se conocían. Por otro lado, Cleare Jones tuvo que abandonar todo lo que amaba por los trabajos de sus padres, se tendrá que inscribir en un instituto de personas diferentes... todo en aquel tétrico lugar era diferente a lo que había estado acostumbrada desde siempre. ¿Podrá el amor en ellos? Khale es hijo de uno de los vampiros más reconocidos de su especie, en él recae el poder y legado de su padre una vez muera, a pesar de que en este mundo cada adolescente puede realizar una vida normal, siempre que no se descubra sobre su especie, Khale intenta mantenerse lejos de cada uno de sus compañeros, es un chico solitario que se ve obligado a contraer nupcias con una chica que conoció casualmente en la playa y qué no había dejado de acecharlo durante la escuela. Cleare es una chica obstinada y amante de la fotografía que piensa que todo su alrededor es completamente normal, cuando su familia se muda a una ciudad distinta, en la que al anochecer ningún alma revuela por la oscuridad se siente llamada a investigar el comportamiento de los ciudadanos. Llega a una escuela de personas diferentes, la tensión en el ambiente es demasiada, pero algo capta su atención apenas llega, la mirada de un chico, la misma mirada, los mismos ojos que la atormentaban en sus sueños, cosa que la dejaba aún más consternada. De pronto, también le dan la sorpresiva noticia de que un acuerdo matrimonial se hizo apenas su nacimiento, ¿Quién será aquel chico? Se pregunta, y se sorprende cuando descubre que es el mismo a quien se había decidido investigar. La distancia e indiferencia entre ellos es notoria, pero algo los unirá, el destino, el lazo rojo, eterno, con el que nacemos y nos liga de alguna manera a una persona hasta el día de nuestras muertes.
Rebecca Klein y William Smith se conocen por aquellas casualidades de la vida que ni nosotros mismos podremos entender, ella pensaba que su destino se había cruzado con el de William porque así estaba escrito en él, no era una mera casualidad, pues desde que cruzaron miradas una sensación electrizante comenzó a recorrer todo su cuerpo. Rebecca o, cómo le gustaba que la llamasen, Becca era la típica niña buena, tímida, no le gustaba llamar la atención, no iba a fiestas, entre otras. En cambio, William, a pesar de su corta edad, había recorrido aquellas calles del placer y había estado viviendo su vida al máximo y sin limitación alguna, aunque de alguna forma constantemente se encontraba buscando aprobación en sus compañeros de parrandas y en sus compañeras de cama. Él se enamora de Rebecca, y al menos eso pensaba, al igual que la hermosa Becca queda perdidamente enamorada de aquel chico tan misterioso y lleno de esas cualidades a las que un día ella aspiraba a poseer, privada de una vida llena de experiencias nuevas debido a sus padres sobreprotectores y a la manera en que ella misma ponía una barrera que la mantenía alejada de todas esas cosas que eran sinónimo de William. Ambos formalizan una relación poco convencional que poco a poco los lleva al fracaso, tienen que poner ambos de su parte y dejarse llevar por lo que sienten y no por lo que los demás dicen para poder salvar su amor, ambos deben crecer para poder dejar de necesitar la validación de su entorno y poder vivir a fuerza ese amor que tanto desean.
Nikolay Petrov, heredero de una cuantiosa suma billonaria y del negocio familiar, hijo único, obstinado, entrenado desde pequeño solo para una cosa, matar a quien se ponga en su camino. Nadie se mete con los Petrov, son la dinastía más poderosa de toda Rusia, pero por algunos conflictos y malas alianzas tendrá que abandonar su país natal y buscar refugio en algún lugar de España, ¿Quién lo diría? Probablemente su padre lo vería como una mancha en el legado familiar y no ayudaría a solucionar los problemas que lo veían envuelto. Ivonne Wilson, una pobre muchacha huérfana que quedó a manos de su tía cuando sus dos padres fallecieron, en distintas circunstancias, algunas sospechosas. Tendrá que sobrellevar una vida que nunca le correspondió y que tampoco pidió, su tía querrá apoderarse de todo lo que alguna vez perteneció a su sobrina y a su madre, da orden para asesinarla, Ivonne entre un vaivén de sucesos se escapa y va a parar a la casa que pertenecía a su novio, pero que ahora, casualmente, pertenece a Nikolay Petrov, el mayor mafioso de Rusia. Él le ofrece refugio a cambio de algunos favores que podrían ayudarle a salir de su desastre, pero qué, comenzaría todo este juego en el que el fiel destino nos mete y qué la cruel vida nos destruye.
Una hermosa, pero muy sensible joven se enamora de Leonardo, un universitario extremadamente promiscuo y dominante, además de ser hijo de un multimillonario que maneja empresas en diferentes países y qué, pensaba que nunca se enamoraría, que tenía todos sus sentimientos bajo control, pero una niña se colará en su sistema y lo volverá loco física y psicológicamente, Camila dudará de hacerle caso a su corazón nuevamente, luego de ya haberse decepcionado de Leonardo.
"Estaremos casados por sólo un mes. Después de eso, nos divorciaremos de inmediato". A pesar de que su bisabuelo había arreglado su matrimonio antes de nacimiento, él no creía que una mujer tan informal y movida como ella merecía ser su esposa. Poco sabían en aquel entonces que estaban destinados a estar juntos. Hiram, el CEO joven y apuesto que nunca sintió atracción por ninguna mujer, y Rachel, la belleza que de alguna manera traía mala suerte a todos los hombres con los que salía, se casaron, contra todo pronóstico. ¿Qué será de su vida de matrinomio?
Anoche pasé una noche erótica con un desconocido en un bar. No soy una mujer al azar. Hice esto porque estaba muy triste ayer. El novio que había estado enamorado de mí durante tres años me dejó y se casó rápidamente con una chica rica. Aunque actúo como si nada hubiera pasado delante de mis amigos, estoy muy triste. Para aliviar mi estado de ánimo, fui solo al bar y me emborraché. Accidentalmente, me encontré con él. Él es más que atractivo e increíblemente sexy. Como el deseo controlaba mi mente, tuve una aventura de una noche con él. Cuando decidí olvidarme de todo y seguir adelante, descubrí que mi aventura de una noche se convirtió en mi nuevo jefe. Un tipo posesivo.
El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo. Dejó su país de origen en desgracia. Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años. Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!" Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar. Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".
La felicidad era como un espejismo para Rocío Ouyang, cuando más se acercaba a la felicidad, más se alejaba. Ella acababa de casarse con Edward Mu, pero en su noche de boda todo se derrumbó. Dejando a Rocío embarazada, Edward la abandonó en su noche de boda. Pasados unos años, Rocío renació por completo, cambiando totalmente su personalidad, convertiéndose en la única coronel del ejército. En este momento Rocío comenzó a reflexionar varias preguntas que eran misterios para ella: ¿Por qué los padres de Edward estaban actuando de manera tan extraña? ¿Por qué su padre la odiaba? ¿Y quién estaba tratando de dañar su reputación en el ejército que ella había trabajado tan duro para construir? ¿Y por qué sigues leyendo la sinopsis? ¿Por qué no abres el libro y descúbrelo tú mismo?
Durante siete años, Jillian estaba enamorada de Bryan con pasión inquebrantable, pero él permaneció distante, con sus emociones herméticamente selladas. Descorazonada, ella se marchó al extranjero tras graduarse de la universidad. Tres años después, Jillian, ahora una abogada de éxito, se sentó provocativamente en el regazo del hombre. Con una sonrisa juguetona, le espetó: "¿Qué te pasa, Bryan? ¿Eres impotente?". Bryan ya no podía contenerse. Con un rápido movimiento, la tomó en brazos y la arrojó sobre la cama. A la mañana siguiente, cuando él se despertó, Jillian esbozó una sonrisa traviesa. "Solo es una aventura, ¿de acuerdo?".
Lucía Balstone pensó que había elegido al hombre adecuado para pasar el resto de su vida, pero fue él quien acabó con su vida. Su matrimonio de diez años parecía una broma cuando su esposo la apuñaló con una daga. Afortunadamente, Dios nunca está ciego ante las lágrimas de las personas. Lucía tuvo una segunda oportunidad. Ella renació a la edad de 22 años, antes de que sucedieran todas las cosas terribles. ¡Esta vez, estaba decidida a vengarse y dejar que aquellos que la lastimaron pagaran! Hizo una lista elaborada de sus objetivos, y lo primero en su lista era casarse con el peor enemigo de su exmarido, ¡Alonso Callen!