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Astrid Williams debe trabajar para ayudar a sus padres a pagar las deudas que se le han acumulado y además tiene que costear sus estudios universitarios. Derek Baker es el dueño de una gran empreza, que no confia en nadie después de lo ocurrido hace seis años. Ambos mundos completamente opuestos se encuentran en una noche, una aplicacion de compra de esclavas sexuales los une ¿La regla de oro? No enamorarse.
-Tendrás que ponerte a trabajar.
-Estoy consciente de ello.
-¿Qué piensas hacer?
-¡Pues buscar un trabajo, que más! - Exclamo entre risas nerviosas mientras resoplo con fuerza, recargando mi frente en mi escritorio.
-Astrid, sé que tienes mucho estrés en la escuela, pero cariño.... de verdad ya no podemos seguirte ayudando.
-No tengo estrés de la escuela, mamá, es sólo que.... me siento mal, siento que soy estoy siendo egoísta.
-Para nada, cielo... estamos felices de que estés estudiando en la universidad, tu papá y yo estamos orgullosos de ti.
Giro mi cabeza para ver a mi madre, ella me dedica una enorme sonrisa cálida y suave, acaricia mi cabeza con delicadeza y luego deposita un pequeño beso en mi frente. Cierro los ojos por unos momentos y un suspiro se me escapa.
-Lo bueno de conseguir un trabajo de medio tiempo, es que, podré tener dinero en mis bolsillos... claro, siempre y cuando me quede después de hacer todos mis pagos- Lo último lo murmuro para mí, más que hablar con mi madre.
-Te dejo estudiar cielo, te aviso cuando esté lista la cena.
Asiento levemente con la cabeza y observo como ella abandona mi cuarto, cerrando la puerta detrás de ella. Una vez que estoy sola, suelto un pequeño suspiro y sigo mirando en aquella dirección, pensando en donde podría conseguir un trabajo que se acople a mi horario de clases y lo único que se me ocurre es, tomar un trabajo nocturno.
Decido dejarlo de momento y volver mi atención a mi tarea, mañana me espera un largo día y no tanto por la escuela, ya que mañana es sábado, sino porque me tocará ir de puerta en puerta buscando un trabajo, sólo espero que pueda encontrar algo rápido.
Termino mi tarea y mi madre me avisa que la cena está lista, cierro mi libreta y libro, me estiro con toda la flojera del mundo y me levanto de mi silla con lentitud, me siento como si fuera un perezoso, camino hacia el comedor y veo a mi mamá poniendo la mesa.
Arrastro los pies y me siento en mi lugar, apoyo mi codo sobre la mesa poniendo mi cabeza sobre mi mano cerrando los ojos, un suspiro se me escapa, todavía me siento un tanto aturdida por lo de mañana.
-¿Qué sucede?
-Tengo miedo, nunca antes había buscado un trabajo.
-Tranquila cielo, todo irá bien.
-Eso espero, si ahorita estoy nerviosa, no me quiero ni imaginar cómo me pondría cuando esté preguntando por un trabajo.
-Bueno, tienes todo el fin de semana.
Resoplo con fuerza y estoy a nada de poner mi frente sobre la mesa, pero me detengo al ver que está mi plato de comida frente a mí; ¡casi termino estampando mi cara contra mi comida! Menos mal que he revisado antes de hacerme para adelante. Me acomodo en mi lugar y me dispongo a cenar, quiero irme a dormir temprano.
-Por cierto, cariño, ¿Cómo te está yendo en la escuela? ¿Cómo te va con el novio?
-Bien y ¿Cuál novio? No tengo desde hace un año- Me río entre dientes por mi soltería- No me gusta estar sola, pero tampoco es que tenga mucho tiempo para estar con alguien, la escuela me absorbe demasiado tiempo.
-No digo que debas tener novio cielo, pero no se te olvide que los amigos en la vida son importantes.
-Tengo una mejor amiga y creeme.... ella es más que suficiente.
-Bien, bien... sólo digo, no te aísles, es lo único que te pido.
Termino de cenar y llevo los trastes a su lugar, madre se ha quedado viendo la tele, está esperando a mi papá para comer con él, yo por mi parte, me voy a mi cuarto a preparar mi ropa de mañana, no quiero andar con las prisas.
Ya con todo listo me acuesto a dormir, no sin antes poner mi alarma. Justo cuando estoy conciliando el sueño, mi teléfono suena, frustrada, me giro para ver de quien se trata, tomando el celular de forma torpe, desbloqueo el infernal aparato y mis ojos se deslumbran, haciendo que suelte un pequeño gruñido a la vez que me tallo los ojos; ¡Maldita luz del demonio! Con los ojos entrecerrados miro quien me ha enviado el mensaje, como era de esperar, es mi amiga, que me pregunta que haré mañana.
-Iré a buscar un trabajo ¿Por?
-¿Por qué un trabajo? Y preguntaba porque quería salir mañana.
-¿Por qué necesito pagar la escuela? Mi madre me acaba de decir que ya no pueden costearme la escuela y que necesitan que ayude con los gastos.
-Mejor consíguete un Suggar Daddy, eso es mejor.
Me tallo la cara y resoplo con fuerza, bajo el teléfono y una expresión de aborrecimiento se dibuja en mi rostro, pongo los ojos en blanco y vuelvo a poner el celular frente a mí.
-No pienso hacer eso, no voy a venderle mi cuerpo a alguien, gracias.
-¡No lo vas a vender! Habrá un contrato de por medio... piénsalo.
-¿Cómo sabes eso? ¿Tú tienes uno?
-No, pero me gustaría y la verdad es que es pura intuición, son hombres con harto dinero ¿Crees que tendría sexo con jovencitas, así como así? ¡Claro que no! Deben cuidar su patrimonio.
-No quiero saber del tema, no lo voy a hacer.... mañana iré a buscar un trabajo.
-¡Es verdad, ahora que lo mencionas! - Pone varias caritas de asombro y susto. -Mi madre ha dicho que va a cambiar de trabajo y que su puesto va a quedar vacante, me dijo que lo tome, pero.... yo no pienso arruinar mis hermosas manos.
-¿Y quieres que yo tome el viejo trabajo de tu mamá?
-Buscas trabajo ¿No? Ella estaba de limpiadora en una oficina bastante lujosa, pero decidió cambiarse porque quería algo más cerca de casa.
-¿No se va a enojar tu mamá que vaya a tomar su trabajo? Digo... te lo ha ofrecido a ti, no a mí.
-No seas ridícula, el puesto está libre, cualquiera puede ir a pedirlo.
Un ligero suspiro se me escapa, miro al frente por unos instantes y decido comunicarle a mi amiga que voy a ir a la entrevista de trabajo, ella manda varias caritas de alegría y otras de asco. No puedo evitar reírme por la sinceridad de mi amiga, le envió mi último mensaje para después ponerme a estudiar, quiero aprovechar mi último día de tranquilidad antes de meterme a trabajar.
Miro la hora de mi despertador y veo que ya van a dar las dos de la mañana, me levanto de mi asiento y me estiro con toda la pereza del mundo, luego guardo mis cosas y me meto a la cama, debo dormir, aunque sea un poco ya que tengo varias cosas que hacer mañana.
La alarma suena de forma estruendosa, mi mano busca el despertador sin éxito, un gruñido de enojo se me escapa y vuelvo a buscar de forma torpe el despertador, pero al no usar los ojos, el endiablado reloj se cae al suelo.
Durante muchos siglos, las cosas entre Zeus y Hera han sido muy dificil, al punto de ser insostenibles, pero repentinamente ambos dioses decidieron apartarse de todo y todos, creando un palacio en los confines del Olimpo. Muchos dioses se sentian curiosos por saber que les sucedia, pero nadie se atrevia a meterse entre ellos, por miedo a la represalias de la diosa Hera. Una noche, el llanto de un bebé pone en alerta a todos los dioses, pero los únicos en tener el valor de ir a investigar son Atenea, Artemisa y Dionisio. Los tres buscan por todo el Olimpo el origen del llanto, hasta que encuentran el palacio de los gobertantes supremos. Tratan de llegar al fondo de la situacion e intentan entrar al palacio, pero son detenidos por unos guardias, Zeus al ver el alboroto decide hablar con sus hijos y les dice que nadie es bienvenido y que los dejen tranquilos. Quince años después, todos los dioses son invitados a una fiesta de cumpleaños.
Ella vive en el inframundo, rodeada de muerte y almas en pena, pero siempre ha creído que la muerte no es el fin, sino el comienzo de algo hermoso. Hades, Dios del inframundo y rey de los muertos, posa sus ojos sobre aquella ninfa que es capaz de ver la hermosura del infierno.
Thomas Collins es un empresario de renombre y está casado con una hermosa modelo, ambos forman la pareja perfecta y la llegada de su pequeño Ethan es el toque perfecto para su vida perfecta o al menos eso es lo que creen todos. Thomas y su esposa tienen una mala relación y con la llegada de su hijo las cosas no mejoran, menos cuando la señora Collins contrata a una niñera, Catherine Blossom, que hará poner en duda el "amor" que siente por su esposa y realmente vale la pena seguir con ella. A Catherine solo le interesan dos cosas, el bienestar del pequeño Ethan y que su padre supere su enfermedad, pero ¿Por cuánto tiempo podrá mantener su mente enfocada en esos dos intereses?.
Hannah es una adolescente algo problemática y caprichosa, su madre se divorció de su padre cuando ella tenía ocho años y se volvió a casar con un hombre rico llamado Henry Evans. Hannah se enamora de su padrastro, al punto de encapricharse y obsesionarse, pero nunca intenta nada ya que respeta la relación de su madre, pero una noche, las cosas entre ellos dos cambian por completo y Henry se ve envuelto en un extraño triángulo amoroso.
Eir es una joven nórdica que se dedica a las curaciones al igual que toda su familia, ellos han sido bendecidos por la Diosa de las curaciones Eira, pero su familia no es la única bendecida por una Diosa, ya que Ragnar, el preferido de su aldea también ha sido bendecido por uno, pero no por cualquiera, sino por Odin "El padre de todos" y por el Dios de la guerra Tyr.
La vida de Quinn siempre ha sido tranquila, sin emociones fuertes ni nada fuera de lo normal, de la escuela a su casa y de su casa al trabajo. Todo cambio cuando a su vida llegó un hombre bastante misterioso a la par de amenazador empezó a meterse en su habitacion, jurando que la amaba y que estaba dispuesto a todo por ella, Quinn solo queria que el hombre la dejara y pese a que la noche protegia la identidad de aquel extraño ella sabia que él no era alguien a quien tomar a la ligera.
Ethan siempre consideró a Nyla una mentirosa, mientras que ella lo veía a él distante e insensible. Nyla había acariciado la idea de que Ethan la quería, pero se sintió fríamente rechazada cuando se dio cuenta de que su lugar en el corazón de él era insignificante. Como ya no podía soportar su frialdad, dio un paso atrás, solo para que él cambiara inesperadamente de actitud. Ella le desafió: "Si confías tan poco en mí, ¿por qué me tienes cerca?". Ethan, que antes se había comportado con orgullo, ahora estaba ante ella y le suplicó desesperado: "Nyla, he cometido errores. Por favor, no te alejes de mí".
Todos se sorprendieron cuando estalló la noticia del compromiso de Rupert Benton. Fue sorprendente porque se decía que la novia afortunada era una chica normal, que creció en el campo y no tenía nada a su nombre. Una noche, ella apareció en un banquete, lo cual causó una sensación a todos los presentes. "¡Cielos, ella es tan hermosa!". Todos los hombres babeaban y las mujeres se pusieron celosas. Lo que no sabían era que esta supuesta pueblerina era en realidad una heredera de una fortuna de mil millones de dólares. No pasó mucho tiempo antes de que sus secretos salieran a la luz uno tras otro. Las élites no podían dejar de hablar de ella. "¡Dios mío! Entonces, ¿su padre es el hombre más rico del mundo?". "¡También es esa excelente pero misteriosa diseñadora que mucha gente adora! ¿Quién lo hubiera adivinado?". Sin embargo, un montón de gente no creía que Rupert pudiera enamorarse de ella. Pero les cayó otra bomba. Rupert silenció a todos los detractores emitiendo un comunicado. "Estoy muy enamorado de mi hermosa prometida. Nos casaremos pronto". Dos preguntas estaban en la mente de todos: "¿Por qué la chica ha ocultado su identidad? Y ¿por qué Rupert estaba enamorado de ella de repente?".
Hace dos años, Ricky se vio obligado a casarse con Emma para proteger a la mujer que amaba. Desde el punto de vista de Ricky, Emma era despreciable y recurría a artimañas turbias para asegurar su matrimonio. Por eso mantenía una actitud distante y fría hacia ella, reservando su calidez para otra. Sin embargo, Emma amaba a Ricky de todo corazón durante más de diez años. Cuando ella se cansó y consideró la posibilidad de renunciar a sus esfuerzos, Ricky empezó a tener miedo de perderla. Solo cuando Emma estaba muriendo, embarazada, él se dio cuenta de que el amor de su vida siempre había sido Emma.
Charlee fue abandonada en la boda y se convirtió en el hazmerreír de todos. Intentó mantener la cabeza alta, pero acabó humillada cuando recibió un vídeo sexual de su prometido y su hermanastra. Devastada, pasó una noche salvaje con un atractivo desconocido. Se suponía que iba a ser cosa de una sola vez, pero él siguió apareciendo, ayudándola con proyectos y venganzas, todo mientras coqueteaba con ella constantemente. Charlee pronto se dio cuenta de que era agradable tenerlo cerca, hasta que su ex apareció de repente en su puerta, rogándole otra oportunidad. Su amante magnate le preguntó: "¿A quién vas a elegir? Piensa bien antes de contestar".
Durante tres años, Jessica soportó un matrimonio sin amor mientras su marido fingía impotencia. Sus mentiras se desvelaron cuando apareció una amante embarazada. Tras seis meses recopilando pruebas en secreto, Jessica se deshizo de él y construyó su propio imperio multimillonario. Tras el divorcio, se transformó en una figura irresistible, atrayendo admiradores. Un día, al salir de su oficina, se encontró con Kevan, el hermano de su exesposo. Él intervino, enfrentándose a ella: "¿Acaso era solo una herramienta para ti?". Los labios de Jessica se curvaron en una sonrisa tranquila mientras respondía: "¿Cuánta compensación quieres?". La voz de Kevan se suavizó. "Todo lo que quiero eres tú".
El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo. Dejó su país de origen en desgracia. Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años. Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!" Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar. Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".